Iconografía de un sexenio de pesadilla


Jenaro Villamil
PRIMERA PARTE
 

Comienza la cuenta regresiva. La agonía de un gobierno federal manchado de sangre. Con la credibilidad más baja en años.  Deja una  “guerra” sin victoria y con muchas derrotas. La principal de ellas: la incapacidad de restituir el orden y la seguridad en la mayoría de las entidades. El ejército vulnerado en su prestigio y una poderosa Secretaría de Seguridad Pública que morirá tras 12 años de incapacidad y millonarios recursos económicos.
Con el calderonismo comienza la principal batalla del PAN: haber gobernado dos sexenios y terminar como tercera fuerza política. ¿Cómo remontar la sombra del calderonismo? El PAN perdió no sólo la presidencia de la República. Dejó de gobernar Jalisco, Yucatán, Morelos, San Luis Potosí. Y ahora, el ex presidente será un “peligro” para su partido.
No fue ni el sexenio de las “manos limpias” y menos el “gobierno del empleo”. La corrupción se disparó. Los gobernadores se volvieron señores feudales sin contrapeso alguno. Y más de 7 millones de desempleados nunca vieron mejor futuro. Culmina con una reforma laboral a la orden de los patrones, no de los trabajadores.
¿Cuáles son los momentos iconográficos más fuertes de este sexenio? Aquí van algunos.
1.-La Toma de San Lázaro.-Furiosos, los perredistas le aguaron la fiesta de toma de posesión a Felipe Calderón. Y éste, astuto, sorprendió a todos cuando apareció en la tribuna de San Lázaro detrás de las banderas que coronan ese ícono de la solemnidad transformado en desmadre. Los priistas le cedieron el paso. Institucionales, los del tricolor leyeron que Calderón no sería su presidente, pero sí su principal “secuestrado” durante seis años.
2.-Calderón vestido de militar.-Se colocó un traje verde militar. Le quedaba grande. Una gorra. Y acompañado por un gigantesco secretario de la Defensa, Calderón quiso ser empático con las fuerzas armadas. Ahí marcó el sello de su sexenio. Nunca como hasta ahora se sacaron a las tropas de sus cuarteles para una guerra que nadie comprendió, cuya estrategia no estuvo clara y sus víctimas se fueron multiplicando.
3.-El Avionazo de Mouriño (Y Vasconcelos).-Noche del 4 de noviembre de 2008. ¿Cómo olvidarlo? En la glorieta de la Fuente de Petróleos, en avenida Reforma y Periférico se estrelló el avión donde viajaba el principal colaborador, amigo y posible sucesor de Calderón. Juan Camilo Mouriño falleció en un accidente que mostró la máxima vulnerabilidad del gabinete calderonista. Y así como “se le murió” el sucesor, también su principal ministro del interior. Cinco secretarios de gobernación. Dos fallecidos en accidentes (Mouriño y Francisco Blake Mora). Y dos con los que se distanció ostentosamente: Francisco Ramírez Acuña y Fernando Gómez Mont.
4.-El Tapabocas sexenal.-No fue necesaria la leyenda del Chupacabras para generar una ola de pánico en todo el país. Fue la epidemia de H1N1 o influenza humana lo que provocó en 2009 la peor crisis de miedo social. En comparación con otras epidemias, el H1N1 generalizó la sensación de vulnerabilidad. Calderón cometió errores básicos en manejo de una crisis sanitaria. El turismo fue el más afectado. A pesar de eso, luego presumió que “salvó al mundo” gracias a las medidas adoptadas.
5.-La Guardería ABC.-Uno de los peores siniestros en años ocurrió en Hermosillo, Sonora. Una guardería subrogada por el IMSS se incendió. 49 de los menores ahí “embodegados” (literalmente) fallecieron. La ola de indignación social provocó discursos, llamados en contra de la impunidad. Los principales responsables nunca fueron castigados.

 
 SEGUNDA PARTE
 

6.-Estela de Corrupción.-El sexenio de Calderón coincidió con el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Los “festejos” oficiales fueron fallidos, caros y sin ningún empuje histórico. Un Gran Coloso efímero y un desfile de espectacularidad sospechosa formaron parte de las ceremonias del 2010, que pasaron rápido en la memoria.
En contraste, la Estela de Luz, convocada y licitada desde la SEP como gran símbolo de los festejos resultó ser la Estela de la Corrupción o la “Suavicrema” como el humor mexicano la rebautizó. Se inauguró un año después. Tuvo un sobreprecio mayor al 60 por ciento. Nadie cree que esta columna sin mayor encanto tuvo que costar más de 1 mil millones de pesos. En todo caso, la Estela de Corrupción sirvió de punto de referencia para las marchas del movimiento #YoSoy132.
7.-Gobierno de Teleseries.-El fervor por el “montaje” televisivo para disfrazar en la pantalla lo que eran logros menores en la lucha contra la delincuencia organizada inició desde el caso Florence Cassez y muchos  otros que alcanzaron menos notoriedad.
El único secretario civil que duró seis años en su despacho, Genaro García Luna, financió con recursos públicos la teleserie El Equipo, producida, dirigida y escrita por el equipo de Pedro Torres, el productor de los realitys de Televisa, y resultó un rotundo fracaso. No generó apoyo social y sí un debate sobre la necesidad de convertir a las instalaciones de la SSP y de la PF en un set televisivo. El costo fue de 118 millones de pesos.
Florence Cassez.
Para no quedarse atrás, la Secretaría de Marina promovió en TV Azteca la serie La Teniente, una ficción que pasó sin pena ni gloria tras 24 capítulos.
Y quizá contraten al equipo del canal AXN para dramatizar el enfrentamiento entre policías federales de García Luna, marinos y agentes de la CIA en Tres Marías, Cuernavaca.
8.-La Guerra de las Telecomunicaciones.-Una disputa soterrada se transformó en 2010 y 2011 en una guerra abierta de desplegados, spots, cintillos y demandas entre los dos grandes gigantes del sector: Televisa (y su aliada TV Azteca) contra Telmex-América Móvil, del magnate Carlos Slim.
La guerra entre ambos marcó el fracaso de un gobierno que promovió cobertura, convergencia y competencia. Ninguna de las tres cosas se cumplió.
Por  si fuera poco, en agosto de 2012 se ventiló públicamente la guerra entre MVS, grupo de comunicación encabezado por Joaquín Vargas, y el gobierno de Calderón.
9.-La requisa de Luz y Fuerza y la desaparición de Mexicana de Aviación.-La fuerza militar y policiaca no sólo se utilizó para combatir al narco. También para desaparecer por un decreto a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. El Sindicato Mexicano Electricista, de larga tradición combativa, se convirtió desde entonces en un movimiento en contra del gobierno calderonista.
Y la misma receta se quiso aplicar con los sindicatos de Mexicana de Aviación. La mala política en aeronáutica civil dejó un desastre. Desaparecieron Aviacsa y Mexicana, la segunda línea aérea más importante del país. Los cielos no fueron azules en doce años.
10.-Josefina Vázquez Mota, ¿candidata o damnificada?.-Calderón no pudo imponer a su “delfín” en la candidatura presidencial. Su auténtico sucesor se murió en un avionazo. Sus “cartas fuertes” nunca alcanzaron un conocimiento mínimo en la población. Y hasta uno de sus “gallos azules” falleció recientemente de cáncer.
La contienda interna para la nominación presidencial fue ganada cómodamente por Josefina Vázquez Mota, quien resistió durante el sexenio el embate de los “calderonistas puros”. En campaña, Vázquez Mota hizo todo para perder. Y su supuesto jefe y aliado hizo todo para que la “Mujer diferente” acabara en tercer lugar. El fracaso de Vázquez Mota es el cierre de un sexenio mortífero y fallido.
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