Cuestionan priístas la legitimidad de Calderón
Roberto Garduño y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de febrero de 2010, p. 8
El desbordamiento de los hechos de sangre que dejaron decenas de muertes en Ciudad Juárez y Torreón propició un debate entre PRI y PAN en la Cámara de Diputados que terminó por decantarse en politizar el tema del combate a la delincuencia organizada.
Entre reclamos de las diversas bancadas el pleno sólo aprobó un exhorto a los tres órdenes de gobierno para atender como prioridad nacional el pandillerismo, la delincuencia y el crimen organizado que afecta a Ciudad Juárez. Otras voces exigieron la renuncia del gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, y del gabinete de seguridad nacional.
Por primera vez desde el inicio del actual gobierno federal, el PRI la emprendió contra Felipe Calderón al acusarlo de tratar de legitimarse ante la sociedad con la convocatoria a una guerra contra el narcotráfico y no en las urnas.
El priísta David Penchyna afirmó: “Hay un presidente de México que más que conocer los asuntos de la seguridad nacional buscó una estrategia: legitimarse en el poder porque no se legitimó en las urnas. No se confundan compañeros, ese es el cáncer de México.”
El panista Javier Corral respondió: “Nosotros no vamos a seguir cayendo en el garlito de la trampa priísta que ofrece colaboración en el discurso y son capaces de venir a vituperar al Presidente de la República tres años después. ¿Por qué no dijo el PRI hace tres años lo que dijo Penchyna hoy sobre la legitimidad de Calderón? ¿Quiere tratar el PRI ese tema en serio? Qué valor le surgió a Penchyna tres años después de la elección de 2006, valor tardío, dignidad retrasada en torno del tema electoral. No tiene cara para venir a reprocharle a Calderón su legitimidad cuando fue el PRI el que reconoció, junto con las autoridades electorales, el triunfo legítimo y legal de Felipe Calderón.”
Corral negó haber recibido dinero del crimen organizado, pero se enredó en la provocación de Penchyna, quien lo calificó de alumno reprobado en actuación.
Corral señaló: “El auténtico ventrílocuo en la televisión es Enrique Peña Nieto. El que realmente es una vocación dispuesta al histrionismo y a la actuación es el gobernador del estado de México… (en el caso de la violencia en Ciudad Juárez) el gobierno de José Reyes Baeza ha sido omiso y complaciente con las mafias del narcotráfico, porque evitó, desde el inicio, una limpia en el aparato policiaco que le habían heredado.
“Yo fui candidato a gobernador de Chihuahua en 2004, en mayo de ese año las campañas resultan beneficiadas con dinero ilícito. Yo rechacé, como candidato, cualquier ofrecimiento de las mafias del narcotráfico; incluso me señalaban que cometía un error porque del otro lado habían aceptado, y el doble, de los dos grupos principales que se disputaban la plaza.”
El priísta Jorge Carlos Ramírez Marín le preguntó desde su curul. “Habiendo tan gravemente reconocido usted que tuvo esos contactos, ¿dio parte a la Procuraduría General de la República o a la autoridad correspondiente, se ofrece usted en calidad de testigo para señalar los nombres respectivos?”
Corral reviró: “No sólo en su momento las autoridades tuvieron conocimiento de esto que platico; yo no tengo ningún inconveniente en dar mi testimonio porque estoy orgulloso de esa acción.”
Fuente
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de febrero de 2010, p. 8
El desbordamiento de los hechos de sangre que dejaron decenas de muertes en Ciudad Juárez y Torreón propició un debate entre PRI y PAN en la Cámara de Diputados que terminó por decantarse en politizar el tema del combate a la delincuencia organizada.
Entre reclamos de las diversas bancadas el pleno sólo aprobó un exhorto a los tres órdenes de gobierno para atender como prioridad nacional el pandillerismo, la delincuencia y el crimen organizado que afecta a Ciudad Juárez. Otras voces exigieron la renuncia del gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, y del gabinete de seguridad nacional.
Por primera vez desde el inicio del actual gobierno federal, el PRI la emprendió contra Felipe Calderón al acusarlo de tratar de legitimarse ante la sociedad con la convocatoria a una guerra contra el narcotráfico y no en las urnas.
El priísta David Penchyna afirmó: “Hay un presidente de México que más que conocer los asuntos de la seguridad nacional buscó una estrategia: legitimarse en el poder porque no se legitimó en las urnas. No se confundan compañeros, ese es el cáncer de México.”
El panista Javier Corral respondió: “Nosotros no vamos a seguir cayendo en el garlito de la trampa priísta que ofrece colaboración en el discurso y son capaces de venir a vituperar al Presidente de la República tres años después. ¿Por qué no dijo el PRI hace tres años lo que dijo Penchyna hoy sobre la legitimidad de Calderón? ¿Quiere tratar el PRI ese tema en serio? Qué valor le surgió a Penchyna tres años después de la elección de 2006, valor tardío, dignidad retrasada en torno del tema electoral. No tiene cara para venir a reprocharle a Calderón su legitimidad cuando fue el PRI el que reconoció, junto con las autoridades electorales, el triunfo legítimo y legal de Felipe Calderón.”
Corral negó haber recibido dinero del crimen organizado, pero se enredó en la provocación de Penchyna, quien lo calificó de alumno reprobado en actuación.
Corral señaló: “El auténtico ventrílocuo en la televisión es Enrique Peña Nieto. El que realmente es una vocación dispuesta al histrionismo y a la actuación es el gobernador del estado de México… (en el caso de la violencia en Ciudad Juárez) el gobierno de José Reyes Baeza ha sido omiso y complaciente con las mafias del narcotráfico, porque evitó, desde el inicio, una limpia en el aparato policiaco que le habían heredado.
“Yo fui candidato a gobernador de Chihuahua en 2004, en mayo de ese año las campañas resultan beneficiadas con dinero ilícito. Yo rechacé, como candidato, cualquier ofrecimiento de las mafias del narcotráfico; incluso me señalaban que cometía un error porque del otro lado habían aceptado, y el doble, de los dos grupos principales que se disputaban la plaza.”
El priísta Jorge Carlos Ramírez Marín le preguntó desde su curul. “Habiendo tan gravemente reconocido usted que tuvo esos contactos, ¿dio parte a la Procuraduría General de la República o a la autoridad correspondiente, se ofrece usted en calidad de testigo para señalar los nombres respectivos?”
Corral reviró: “No sólo en su momento las autoridades tuvieron conocimiento de esto que platico; yo no tengo ningún inconveniente en dar mi testimonio porque estoy orgulloso de esa acción.”
Fuente
Comentarios