Policía Federal “levanta” a dos integrantes del SME y a un chofer en Nuevo Necaxa
ARTURO ALFARO GALÁN
La madrugada del sábado, elementos de la Policía Federal (PF) “levantaron”, por espacio de cuatro horas, a dos líderes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en la división Nuevo Necaxa y a un chofer del gremio para obligar a los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) a retirar las barricadas que mantenían en los 17 accesos a las instalaciones de la paraestatal desde el 16 de marzo pasado como parte de las acciones de la huelga política nacional.
En tanto, los electricistas determinaron –en una asamblea que se realizó la tarde de ayer domingo en las oficinas centrales de Nuevo Necaxa– seguir únicamente con las guardias en las afueras de las subestaciones, permitiendo el libre acceso a los policías federales y trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quienes resguardan los centros de trabajo desde el pasado 10 de octubre, cuando el gobierno federal emitió el decreto presidencial de extinción de LFC.
Asimismo, acordaron esperar las indicaciones del comité central del SME, ya que el próximo martes se presentará en el Congreso de la Unión una comisión en la Cámara de Diputados para analizar la extinción de la paraestatal, además de solicitar a la Secretaría de Gobernación federal (Segob) la recontratación de los ex empleados de LFC, así como respetar el Contrato Colectivo de Trabajo.
La madrugada del sábado, José Luis Saavedra Galindo, líder de los jubilados; Miguel Márquez Ríos, prosecretario de Divisiones del comité central del SME, y su chofer de nombre Víctor Cruz Ríos fueron obligados a subir a las camionetas de la PF marcadas con la matrícula 10693 y 10570, mientras ellos se encontraban en la guardia nocturna instalada en la subestación eléctrica conocida como “El Santo”, ubicada en la localidad de Nuevo Necaxa en el municipio de Juan Galindo, en la Sierra Norte de Puebla.
En un principio se manejó que también había sido “levantado” Juan Carlos Sampayo, subsecretario del interior de la división de Nuevo Necaxa del SME; sin embargo, después se confirmó que Sampayo no sufrió ninguna retención por parte de los uniformados.
De acuerdo con los electricistas, los policías federales tomaron por sorpresa a los tres integrantes del sindicato con la intención de generar temor entre los ex empleados de LFC en esta región, quienes se han negado a retirar los campamentos de huelga instalados en los 17 accesos a la paraestatal.
De esta foma, por espacio de cuatro horas, los electricistas fueron emplazados por los policías federales para retirar las barricadas y cercas de las entradas y salidas de las instalaciones de LFC para “regresar a las condiciones en las que se vivía antes de la huelga nacional”, cuando los uniformados podían acceder con libertad a los centros de trabajo de LFC.
Una vez que los integrantes del SME de Nuevo Necaxa retiraron los escombros y objetos pesados –que impidieron durante 72 horas que los elementos de la PF llevaran personalmente comida y artículos personales a los uniformados que se encontraban dentro de las subestaciones eléctricas– los policías federales liberaron a los tres líderes del SME.
En su presentación con los electricistas, los líderes sindicales no presentaron golpes ni agresiones; además, aseguraron que los policías federales no tuvieron, en ningún momento, intenciones de agredirlos físicamente. “Sólo fue un acto de represión contra nuestro movimiento”, aseguraron los electricistas durante una asamblea que se realizó a las 4 de la mañana del sábado en la entrada de la subestación eléctrica “La Mesa”, cuando fueron liberados.
Durante las primeras horas del sábado la tensión aumentó entre los pobladores de Nuevo Necaxa y los policías federales, debido al temor de un nuevo enfrentamiento e incursión en las instalaciones de LFC.
Incluso, se reportó un hermetismo total de parte de los líderes del SME, encabezados por Domingo Aguilar Vázquez, pues los uniformados solicitaron no difundir a los medios de comunicación los hechos ilegales en los que incurrieron, como presunta medida de presión frente a los electricistas.
En tanto, los ex trabajadores de LFC aseguraron que no desistirán en la lucha social, iniciada el pasado 16 de marzo, que entre otras cosas exige la reinstalación inmediata en sus puestos de trabajo y el pago de los salarios caídos desde el 10 de octubre anterior, cuando el gobierno federal decretó la extinción de la paraestatal en el país.
Desmantelan movimiento
Luego de las retenciones a cargo de la Policía Federal, los electricistas acordaron –en la asamblea que se realizó ayer por la tarde– no incurrir en nuevas provocaciones: “La vida de un electricista y su familia vale más”, afirmaron durante el encuentro en el que estuvo presente Miguel Márquez Ríos, prosecretario de Divisiones del comité central del SME.
El líder de los electricistas en la Sierra Norte de Puebla, junto al subsecretario general de la división de Nuevo Necaxa, Domingo Aguilar Vázquez, afirmó que mañana martes se reunirá un grupo del sindicato con el subsecretario de Gobernación, Roberto Gil, a quien le entregarán un documento donde solicitarán se respete su Contrato Colectivo de Trabajo; además, anunció que se formará una comisión en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para que se analice la extinción “ilegal” de la paraestatal.
“Este martes se dará a conocer una comisión plural en la Cámara de Diputados para revisar todo el procedimiento ilegal de ese decreto y pedirle cuentas al director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) sobre el saqueo que se ha registrado en sus instalaciones”, afirmó.
En torno a la “retención” que sufrió él, su chofer Víctor Cruz Ríos y el líder de los jubilados de la región, José Luis Saavedra Galindo, afirmó que “es parte del movimiento estar expuesto a este tipo de cosas”, por lo que exhortó a los electricistas a “no dejarse intimidar por el gobierno federal”.
Sin embargo, durante el recorrido que realizó La Jornada de Oriente se observó que las guardias instaladas en las afueras de los 17 centros de trabajo reportan un menor número de ex empleados de LFC, permitiendo el libre acceso de los policías federales y trabajadores de Comisión Federal de Electricidad a las subestaciones.
Incluso, el ánimo de los electricistas congregados durante la asamblea registrada ayer fue diferente. En su mayoría, jubilados y mujeres permanecieron a la expectativa y callados, cuando en días anteriores el activismo fue mayor.
Por la noche, elementos de la PF continuaron realizando rondines en las inmediaciones de Nuevo Necaxa y Huauchinango, sin que se registrara algún connato de bronca.
La madrugada del sábado, elementos de la Policía Federal (PF) “levantaron”, por espacio de cuatro horas, a dos líderes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en la división Nuevo Necaxa y a un chofer del gremio para obligar a los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) a retirar las barricadas que mantenían en los 17 accesos a las instalaciones de la paraestatal desde el 16 de marzo pasado como parte de las acciones de la huelga política nacional.
En tanto, los electricistas determinaron –en una asamblea que se realizó la tarde de ayer domingo en las oficinas centrales de Nuevo Necaxa– seguir únicamente con las guardias en las afueras de las subestaciones, permitiendo el libre acceso a los policías federales y trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quienes resguardan los centros de trabajo desde el pasado 10 de octubre, cuando el gobierno federal emitió el decreto presidencial de extinción de LFC.
Asimismo, acordaron esperar las indicaciones del comité central del SME, ya que el próximo martes se presentará en el Congreso de la Unión una comisión en la Cámara de Diputados para analizar la extinción de la paraestatal, además de solicitar a la Secretaría de Gobernación federal (Segob) la recontratación de los ex empleados de LFC, así como respetar el Contrato Colectivo de Trabajo.
La madrugada del sábado, José Luis Saavedra Galindo, líder de los jubilados; Miguel Márquez Ríos, prosecretario de Divisiones del comité central del SME, y su chofer de nombre Víctor Cruz Ríos fueron obligados a subir a las camionetas de la PF marcadas con la matrícula 10693 y 10570, mientras ellos se encontraban en la guardia nocturna instalada en la subestación eléctrica conocida como “El Santo”, ubicada en la localidad de Nuevo Necaxa en el municipio de Juan Galindo, en la Sierra Norte de Puebla.
En un principio se manejó que también había sido “levantado” Juan Carlos Sampayo, subsecretario del interior de la división de Nuevo Necaxa del SME; sin embargo, después se confirmó que Sampayo no sufrió ninguna retención por parte de los uniformados.
De acuerdo con los electricistas, los policías federales tomaron por sorpresa a los tres integrantes del sindicato con la intención de generar temor entre los ex empleados de LFC en esta región, quienes se han negado a retirar los campamentos de huelga instalados en los 17 accesos a la paraestatal.
De esta foma, por espacio de cuatro horas, los electricistas fueron emplazados por los policías federales para retirar las barricadas y cercas de las entradas y salidas de las instalaciones de LFC para “regresar a las condiciones en las que se vivía antes de la huelga nacional”, cuando los uniformados podían acceder con libertad a los centros de trabajo de LFC.
Una vez que los integrantes del SME de Nuevo Necaxa retiraron los escombros y objetos pesados –que impidieron durante 72 horas que los elementos de la PF llevaran personalmente comida y artículos personales a los uniformados que se encontraban dentro de las subestaciones eléctricas– los policías federales liberaron a los tres líderes del SME.
En su presentación con los electricistas, los líderes sindicales no presentaron golpes ni agresiones; además, aseguraron que los policías federales no tuvieron, en ningún momento, intenciones de agredirlos físicamente. “Sólo fue un acto de represión contra nuestro movimiento”, aseguraron los electricistas durante una asamblea que se realizó a las 4 de la mañana del sábado en la entrada de la subestación eléctrica “La Mesa”, cuando fueron liberados.
Durante las primeras horas del sábado la tensión aumentó entre los pobladores de Nuevo Necaxa y los policías federales, debido al temor de un nuevo enfrentamiento e incursión en las instalaciones de LFC.
Incluso, se reportó un hermetismo total de parte de los líderes del SME, encabezados por Domingo Aguilar Vázquez, pues los uniformados solicitaron no difundir a los medios de comunicación los hechos ilegales en los que incurrieron, como presunta medida de presión frente a los electricistas.
En tanto, los ex trabajadores de LFC aseguraron que no desistirán en la lucha social, iniciada el pasado 16 de marzo, que entre otras cosas exige la reinstalación inmediata en sus puestos de trabajo y el pago de los salarios caídos desde el 10 de octubre anterior, cuando el gobierno federal decretó la extinción de la paraestatal en el país.
Desmantelan movimiento
Luego de las retenciones a cargo de la Policía Federal, los electricistas acordaron –en la asamblea que se realizó ayer por la tarde– no incurrir en nuevas provocaciones: “La vida de un electricista y su familia vale más”, afirmaron durante el encuentro en el que estuvo presente Miguel Márquez Ríos, prosecretario de Divisiones del comité central del SME.
El líder de los electricistas en la Sierra Norte de Puebla, junto al subsecretario general de la división de Nuevo Necaxa, Domingo Aguilar Vázquez, afirmó que mañana martes se reunirá un grupo del sindicato con el subsecretario de Gobernación, Roberto Gil, a quien le entregarán un documento donde solicitarán se respete su Contrato Colectivo de Trabajo; además, anunció que se formará una comisión en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para que se analice la extinción “ilegal” de la paraestatal.
“Este martes se dará a conocer una comisión plural en la Cámara de Diputados para revisar todo el procedimiento ilegal de ese decreto y pedirle cuentas al director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) sobre el saqueo que se ha registrado en sus instalaciones”, afirmó.
En torno a la “retención” que sufrió él, su chofer Víctor Cruz Ríos y el líder de los jubilados de la región, José Luis Saavedra Galindo, afirmó que “es parte del movimiento estar expuesto a este tipo de cosas”, por lo que exhortó a los electricistas a “no dejarse intimidar por el gobierno federal”.
Sin embargo, durante el recorrido que realizó La Jornada de Oriente se observó que las guardias instaladas en las afueras de los 17 centros de trabajo reportan un menor número de ex empleados de LFC, permitiendo el libre acceso de los policías federales y trabajadores de Comisión Federal de Electricidad a las subestaciones.
Incluso, el ánimo de los electricistas congregados durante la asamblea registrada ayer fue diferente. En su mayoría, jubilados y mujeres permanecieron a la expectativa y callados, cuando en días anteriores el activismo fue mayor.
Por la noche, elementos de la PF continuaron realizando rondines en las inmediaciones de Nuevo Necaxa y Huauchinango, sin que se registrara algún connato de bronca.
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