CFE tardará 18 meses en mejorar el suministro en la zona centro
Víctor Cardoso
Periódico La Jornada
Jueves 17 de junio de 2010, p. 24
Con la presión de las quejas de un creciente número de consumidores y la inminencia de la temporada de lluvias, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tardará al menos 18 meses, hasta noviembre de 2011, en concluir los trabajos que permitan elevar la confiabilidad del suministro eléctrico en la región central del país, particularmente en el centro-norte del Distrito Federal.
De acuerdo con una evaluación interna de la paraestatal, todavía falta concluir, entre otras acciones, la poda de al menos 116 mil árboles que representan un riesgo para las líneas de transmisión, así como el cambio de 10 mil transformadores para reducir la sobrecarga de la red.
Cuellos de botella, sobrecarga en la red de distribución, pérdida de energía, equipo obsoleto, obras inconclusas, desorden de instalaciones, alta vulnerabilidad y cortos e incendios es el diagnóstico que se elaboró para justificar los apagones en el área que atendía Luz y Fuerza del Centro (LFC) antes del decreto de extinción, en octubre de 2009. Nada se menciona de la presunción de sabotajes a la red en diversos puntos del Distrito Federal y los estados de México, Hidalgo y Morelos que, según la Secretaría de Gobernación, motivaron la apertura de 400 investigaciones.
Lo más cercano a una evaluación de los seis meses en que el servicio eléctrico quedó a cargo de la CFE es el documento Acciones para atender y modernizar el servicio eléctrico en el área central, elaborado por la paraestatal apenas en mayo pasado. Es un “antes y después”, donde se promete una “operación eficiente”, una “planeación a 15 años” y “optimización”. Pero es quizá la única información que se ha conocido sobre la forma en que la paraestatal eléctrica opera la red que asumió con la desaparición de LFC.
No se hace mención en el documento del más de medio millón de habitantes de la zona metropolitana del valle de México que han sido afectados en lo que va del año por los apagones que, según versiones oficiales, no rebasan el promedio de 80 minutos cada mes. Pero, para no ir más lejos, al ocurrido la noche del pasado martes se le atribuyó una duración de una hora, aunque sus efectos se resintieron hasta ayer por la mañana.
De acuerdo con diagnósticos manejados por técnicos de la extinta Luz y Fuerza del Centro, las zonas críticas donde los riesgos de apagones se mantienen latentes son las ciudades de Pachuca, Actopan, Tula, Tepeji y Tulancingo, en el estado de Hidalgo; Ahuazotepec, Puebla; Lomas de Cartagena, Tecámac, Tizayuca, Lomas Verdes, Tepotzotlán, Chicoloapan, Juchitepec, Chalco y Huehuetoca, en el estado de México, así como colonias de las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Coyoacán.
En recientes declaraciones a La Jornada, Gilberto Ortiz, presidente de la comisión de energéticos de la Canacintra; Angelberto Martínez, del Comité Nacional de Estudios de la Energía, y Mario Govea, coordinador de energía eléctrica en el Instituto de Estudios Energéticos de los Trabajadores de América Latina y el Caribe, denunciaron que la CFE muestra un rezago en el ejercicio de recursos de inversión presupuestados para el primer trimestre de 2010 por poco más de 6 mil 719 millones de pesos, pese a la incorporación de 25 millones de usuarios que antes atendía Luz y Fuerza del Centro.
En el documento de la CFE se ofrece una visión contrastada del “antes y después”. Contrasta, por ejemplo, la operación manual y el equipo obsoleto frente a la automatización y el monitoreo en tiempo real; obras inconclusas, desorden de instalaciones, la atención de 200 usuarios por transformador, alta vulnerabilidad y cortos e incendios, frente al uso de tecnología de punta, el mantenimiento permanente, el límite de 50 usuarios por transformador, la computarización y el uso de sistemas de información geográfica. O sea, “una red confiable, con cobertura y eficiente”.
Bajo el título de “qué vamos a hacer” se exponen los objetivos para 18 meses: garantizar de manera permanente la continuidad del servicio de energía eléctrica; instalar 10 mil transformadores; construir 61 obras como subestaciones, líneas, etcétera; concluir “el 100 por ciento de las obras, con aportación de terceros, rezagadas de LFC”; podar 116 mil árboles adicionales que obstruyen el cableado; continuar con el programa permanente de mejoras y mantenimiento a líneas y redes de distribución, subestaciones, circuitos, bancos y líneas de transmisión; en lugar de 5 mil 200 usuarios por circuito, atender a no más de 3 mil; instalar medidores de prepago y medición remota en postes, así como la toma a 100 por ciento de las lecturas de consumo, pues a seis meses de distancia sólo se le ha tomado a 52 por ciento de los clientes en servicio doméstico.
Extensos apagones en la capital
Ayer hubo apagones en diversas colonias del sur, centro y oriente de la ciudad de México, e incluso quedaron varados algunos trolebuses por la falta de energía eléctrica, señaló ayer el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Sostuvo que, según reportes de allegados a esta organización, algunos bancos, comercios, prestadores de servicios y usuarios domésticos se quedaron sin luz durante todo el día.
“Esta situación va empeorar en la actual temporada de lluvias porque la red no va a aguantar; lleva ocho meses sin mantenimiento permanente, no ha habido reparación de interruptores, ni desazolve en instalaciones subterráneas, ni cambio de cableado dañado”, por lo que se vaticina el empeoramiento del servicio, señaló el sindicato.
Apuntó que se vienen meses difíciles para los usuarios de todo tipo, con caídas permanentes de servicio, apagones y cambios de voltaje permanentes, ya que no hay personal que atienda esta situación. Además, el personal destacado en empresas privadas no tiene las herramientas ni los conocimientos para regularizar el servicio.
Los reportes allegados al SME señalan que las delegaciones más afectadas ayer por los apagones provocados por las lluvias fueron Coyoacán; Iztapalapa, donde algunos bancos estuvieron sin energía por varias horas; Benito Juárez, donde comercios de todo tipo saturaron las líneas de quejas de la CFE; así como Álvaro Obregón, donde todo el día hubo fallas y los semáforos estuvieron sin servicio, lo cual provocó problemas de circulación; Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Tlalpan, donde vecinos hablaron al sindicato para preguntar qué hacían, porque en varias colonias llevaban dos días sin servicio. En el 071 no les hacían caso.
Patricia Muñoz Ríos
Fuente
Periódico La Jornada
Jueves 17 de junio de 2010, p. 24
Integrantes del SME se manifestaron ayer frente a la Secretaría del Trabajo. Elementos del cuerpo de granaderos cercaron la manifestaciónFoto Carlos Ramos Mamahua
Con la presión de las quejas de un creciente número de consumidores y la inminencia de la temporada de lluvias, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tardará al menos 18 meses, hasta noviembre de 2011, en concluir los trabajos que permitan elevar la confiabilidad del suministro eléctrico en la región central del país, particularmente en el centro-norte del Distrito Federal.
De acuerdo con una evaluación interna de la paraestatal, todavía falta concluir, entre otras acciones, la poda de al menos 116 mil árboles que representan un riesgo para las líneas de transmisión, así como el cambio de 10 mil transformadores para reducir la sobrecarga de la red.
Cuellos de botella, sobrecarga en la red de distribución, pérdida de energía, equipo obsoleto, obras inconclusas, desorden de instalaciones, alta vulnerabilidad y cortos e incendios es el diagnóstico que se elaboró para justificar los apagones en el área que atendía Luz y Fuerza del Centro (LFC) antes del decreto de extinción, en octubre de 2009. Nada se menciona de la presunción de sabotajes a la red en diversos puntos del Distrito Federal y los estados de México, Hidalgo y Morelos que, según la Secretaría de Gobernación, motivaron la apertura de 400 investigaciones.
Lo más cercano a una evaluación de los seis meses en que el servicio eléctrico quedó a cargo de la CFE es el documento Acciones para atender y modernizar el servicio eléctrico en el área central, elaborado por la paraestatal apenas en mayo pasado. Es un “antes y después”, donde se promete una “operación eficiente”, una “planeación a 15 años” y “optimización”. Pero es quizá la única información que se ha conocido sobre la forma en que la paraestatal eléctrica opera la red que asumió con la desaparición de LFC.
No se hace mención en el documento del más de medio millón de habitantes de la zona metropolitana del valle de México que han sido afectados en lo que va del año por los apagones que, según versiones oficiales, no rebasan el promedio de 80 minutos cada mes. Pero, para no ir más lejos, al ocurrido la noche del pasado martes se le atribuyó una duración de una hora, aunque sus efectos se resintieron hasta ayer por la mañana.
De acuerdo con diagnósticos manejados por técnicos de la extinta Luz y Fuerza del Centro, las zonas críticas donde los riesgos de apagones se mantienen latentes son las ciudades de Pachuca, Actopan, Tula, Tepeji y Tulancingo, en el estado de Hidalgo; Ahuazotepec, Puebla; Lomas de Cartagena, Tecámac, Tizayuca, Lomas Verdes, Tepotzotlán, Chicoloapan, Juchitepec, Chalco y Huehuetoca, en el estado de México, así como colonias de las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Coyoacán.
En recientes declaraciones a La Jornada, Gilberto Ortiz, presidente de la comisión de energéticos de la Canacintra; Angelberto Martínez, del Comité Nacional de Estudios de la Energía, y Mario Govea, coordinador de energía eléctrica en el Instituto de Estudios Energéticos de los Trabajadores de América Latina y el Caribe, denunciaron que la CFE muestra un rezago en el ejercicio de recursos de inversión presupuestados para el primer trimestre de 2010 por poco más de 6 mil 719 millones de pesos, pese a la incorporación de 25 millones de usuarios que antes atendía Luz y Fuerza del Centro.
En el documento de la CFE se ofrece una visión contrastada del “antes y después”. Contrasta, por ejemplo, la operación manual y el equipo obsoleto frente a la automatización y el monitoreo en tiempo real; obras inconclusas, desorden de instalaciones, la atención de 200 usuarios por transformador, alta vulnerabilidad y cortos e incendios, frente al uso de tecnología de punta, el mantenimiento permanente, el límite de 50 usuarios por transformador, la computarización y el uso de sistemas de información geográfica. O sea, “una red confiable, con cobertura y eficiente”.
Bajo el título de “qué vamos a hacer” se exponen los objetivos para 18 meses: garantizar de manera permanente la continuidad del servicio de energía eléctrica; instalar 10 mil transformadores; construir 61 obras como subestaciones, líneas, etcétera; concluir “el 100 por ciento de las obras, con aportación de terceros, rezagadas de LFC”; podar 116 mil árboles adicionales que obstruyen el cableado; continuar con el programa permanente de mejoras y mantenimiento a líneas y redes de distribución, subestaciones, circuitos, bancos y líneas de transmisión; en lugar de 5 mil 200 usuarios por circuito, atender a no más de 3 mil; instalar medidores de prepago y medición remota en postes, así como la toma a 100 por ciento de las lecturas de consumo, pues a seis meses de distancia sólo se le ha tomado a 52 por ciento de los clientes en servicio doméstico.
Extensos apagones en la capital
Ayer hubo apagones en diversas colonias del sur, centro y oriente de la ciudad de México, e incluso quedaron varados algunos trolebuses por la falta de energía eléctrica, señaló ayer el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Sostuvo que, según reportes de allegados a esta organización, algunos bancos, comercios, prestadores de servicios y usuarios domésticos se quedaron sin luz durante todo el día.
“Esta situación va empeorar en la actual temporada de lluvias porque la red no va a aguantar; lleva ocho meses sin mantenimiento permanente, no ha habido reparación de interruptores, ni desazolve en instalaciones subterráneas, ni cambio de cableado dañado”, por lo que se vaticina el empeoramiento del servicio, señaló el sindicato.
Apuntó que se vienen meses difíciles para los usuarios de todo tipo, con caídas permanentes de servicio, apagones y cambios de voltaje permanentes, ya que no hay personal que atienda esta situación. Además, el personal destacado en empresas privadas no tiene las herramientas ni los conocimientos para regularizar el servicio.
Los reportes allegados al SME señalan que las delegaciones más afectadas ayer por los apagones provocados por las lluvias fueron Coyoacán; Iztapalapa, donde algunos bancos estuvieron sin energía por varias horas; Benito Juárez, donde comercios de todo tipo saturaron las líneas de quejas de la CFE; así como Álvaro Obregón, donde todo el día hubo fallas y los semáforos estuvieron sin servicio, lo cual provocó problemas de circulación; Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Tlalpan, donde vecinos hablaron al sindicato para preguntar qué hacían, porque en varias colonias llevaban dos días sin servicio. En el 071 no les hacían caso.
Patricia Muñoz Ríos
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