Monopolio contra mineros

Diego Torres
Rebelión

“No hace todavía tanto tiempo en que la forma esencial de lucha del proletariado contra la autocracia eran las revueltas, es decir, los levantamientos sin conciencia, espontáneos, y a veces sin freno (...) Las brutales violencias militares se han encargado de educar al pueblo y a la gente sencilla de las grandes ciudades en unos cuantos años sobre la necesidad de asumir las formas más altas de lucha"

V.I. Lenin "Guerra y Revolución"


I. Los hechos


Cerca de las 10 de la noche del 6 de Junio, día 1041 de la huelga, elementos represivos federales desalojaron violentamente, en medio de gases lacrimógenos y las llamas del incendio de un edificio de la mina, a la guardia de trabajadores que resguardaban la entrada a la mina de Cananea. Ya desde hace algunos días los elementos de la PFP habrían ido posicionándose en el poblado, con el pretexto de reforzar la seguridad fronteriza en uno caso y vestidos de civil en otro, como lo sugiere una anormal alza en la ocupación de los hoteles de la zona.


En medio del hostigamiento contra los habitantes de Cananea los mineros se replegaron y reagruparon para plantearse la acción a seguir, el Estado mexicano envió alrededor de las 11 de la mañana del día siguiente500 elementos de la PFP más en refuerzo.


Durante la madrugada que sucedió al desalojo en Cananea una acción similar se llevó a cabo en la mina de Pasta de Conchos. Alrededor de las 2:15 14 patrullas estatales se posesionaron de la mina arrebatando el control de la misma a nuestros compañeros. Conforme pasó el tiempo la señal de telefonía celular se encontró bloqueada, comenzaron a arribar camiones tipo trompo con concreto, por último formalmente se informó que se pretendía sellar la mina para “evitar explosiones”.


Hay que recordar que Pasta de Conchos fue tomada por viudas, familiares, compañeros mineros, comunistas y de la otra desde el 20 de Noviembre del 2008 con el propósito de rescatar de manera independiente los cuerpos de 63 mineros que continuaban sepultados ahí. Desde entonces se trabajó concientemente por lograr dicho rescate, evaluar los peligros, restablecer el sistema eléctrico, bombear los millones de litros de agua vertidos en la mina, remover toneladas de escombro y afianzar el techo de la mina. Este esfuerzo requirió no solo sudor sino cientos de miles de pesos aportados con esfuerzo y privaciones de compañeros, así como de la solidaridad del pueblo de México y la solidaridad internacional de los trabajadores.


A pesar de que esto frustra por el momento el rescate, que avanzaba en su etapa final, se demostraron y documentaron todas las inconsistencias, complicidades y mentiras tanto de la patronal como de la Secretaría de trabajo y previsión social.


II. El monopolio


Los eventos referidos ocurren a 1,467.700 kilómetros uno de otro (en coche se requieren 16 horas con 7 minutos para arribar de un punto al otro), sin embargo cualquier observador, aún poco informado, intuye que guardan una estrecha relación que va más allá de su simultaneidad.


Cananea y Pasta de conchos tienen en común su capital, ambas son propiedad de Grupo Industrial Minera México. Este grupo a cuya cabeza se encuentra Germán Larrea, constituye todo un monopolio. Este grupo reportó para el 2008 ventas en el país por 64,759.10 millones de pesos, 40 millones de dólares por venta de oro en total, 730 millones de dólares invertidos en sus proyectos, control sobre el 37% del mercado del país, 24% del de Estados Unidos, 17% del latinoamericano, extracción de 489 mil toneladas de cobre, dominio sobre más de 18,900 trabajadores, monopoliza de manera absoluta (100%) las vías férreas que sobreviven en México, además de que sus tentáculos se expanden a otras ramas del mercado como son la construcción.


Cananea y Pasta de Conchos tienen en común como contraparte al monopolio secciones sindicales del Sindicato minero que han mantenido de algunos años para acá una actitud de desafío e insumisión frente al grupo en cuestión y al Estado que lo representa, además de que a lo largo de los meses habían confraternizado en su lucha.


Esta misma lucha y mismo enemigo son compartidos en Taxco, Sombrerete, Lázaro Cárdenas, etc., por lo cual no hay que descartar que la ofensiva general continué.


¿Por qué se ha dado ahora y aquí el golpe? Toda acción grande o pequeña, ordinaria o extraordinaria del capital sigue infaliblemente la ley de la máxima ganancia, asegurar una acumulación cada vez mayor de capital.


De manera general, desde hace algunos años los precios del cobre venían al alza, ahora con la crisis desarrollándose en Europa los metales actúan como una reserva más segura y la tendencia a la alza se apuntala volviendo la ganancia más jugosa. Particularmente en el caso del Grupo Industrial Minera México (GIMM), sus fabulosas ganancias se basan en cerca de un 70% en el cobre. Y precisamente la mina de Cananea cuenta con una de las mayores reservas de cobre del mundo (más de 6,900 millones de toneladas aún) que la mantendrán productiva aún por más de 70 años. Existen reportes (REUTERS) de que el grupo pretende invertir solo en esta mina y a partir de este año más de 1,135 millones de dólares para expandir su capacidad, que se suman a los 58,000 millones de pesos de fondos públicos que han sido comprometidos por el gobierno. Por mucho menos la burguesía está dispuesta a cometer los peores crímenes.


A pesar de la actitud combativa mantenida todo este tiempo por los mineros no podemos dejar de notar que la mina “no estalló” como se venía amagando, exactamente de la misma manera que en la lucha electricista no se bajó el switch, en ambos y otros casos la oportunidad de recuperar el centro de producción en el corto plazo frente a la intervención militar se esfuma. De manera por demás triste y dolorosa se demuestra la irrealidad de quienes plantean que la lucha espontánea de los trabajadores podrá rebasar por si misma los marcos de las reivindicaciones, que podrá afrontar la actual ofensiva política de los explotadores sin un partido de clase, lo cual nos lleva al siguiente tema.


III. Las posiciones


Frente a esta agresión del Estado burgués contra los mineros combativos y a favor del monopólico GIMM se han sucedido posicionamientos sobre los que reflexionaremos un poco. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que agrupa a múltiples patronales como expresión política, en automático se pronuncia a favor. Fuera de la evidente posición de clase, esto equivale a decir que GIMM apoya a GIMM, pues solo hace falta entrar a ver el directorio de la Cámara Minera de México para cerciorarse de la posición dominante de este grupo financiero en el CCE.


Como era de esperarse, el PAN que representa directamente a este grupo y se encuentra a cargo de la presidencia celebra el hecho y urge a cumplir con lo acordado, no se requiere mucho esfuerzo para entender que con lo acordado se refiere a asegurar las ganancias.


El PRI ante los mineros de Cananea por voz de un diputado dice respaldar su lucha y llama a comisiones al secretario de trabajo. Y ante los capitalistas dice por voz del gobernador de Sonora que “hará todo lo que la ley le permita para que la mina…regrese a manos de los propietarios y pueda reiniciar actividades”. Dos promesas. No hay que tener duda cual se va a cumplir cuando movilizan a la policía estatal, forman grupos paramilitares, usan sus prestanombres (como Rogelio Montemayor Seguí) y saquean los fondos públicos a favor del GIMM.


El aliado del PAN, el PRD, exige por voz de su dirigente nacional sacar a los policías federales de Cananea, al tiempo que mantiene su alianza con el PAN, lamentándose que los vaya a afectar electoralmente. Por voz de su aspirante presidencial, Marcelo Ebrard, el PRD critica el uso de la fuerza pública contra los mineros. Esto lo dicen cuando el PRD en Michoacán movilizó no hace mucho a la policía estatal contra los trabajadores siderúrgicos de Lázaro Cárdenas y mató a varios.


Los hermanos menores del PRD, el PT, Convergencia, etc. por voz de López Obrador condenan la represión admitiendo su carácter de un golpe por parte de los monopolios, “30 potentados favorecidos por Salinas de Gortari” los llamó. Lo interesante es la idea de estos señores de combatir a los monopolios puesta en práctica. Basta recordar que gran parte del gobierno de López Obrador se dedicó a entregar proyecto tras proyecto (líneas del metro, obra vial, urbana, remodelación del centro histórico, etc.) al grupo ICA, que pertenece al grupo financiero CARSO del monopolista más rico sobre el planeta, Carlos Slim, potentado cuya acumulación originaria se debe por entero al ex presidente Salinas por cierto. Se trata de la lucha en el terreno político de un grupo capitalista contra otro.


Estos oportunistas son los que a la agresión suman la confusión pues lanzan convocatorias a actos “a favor” de los mineros, lanzan propuestas de “formas de lucha” y dicen apoyar a los obreros en general a través de su pacto con la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).


La UNT por voz de su presidente colegiado, Hernández Juárez, dice “desconocer” al presidente, afirma que no dará un paso atrás, acusa al gobierno panista y hace el llamamiento a un paro nacional de labores. Es difícil si no imposible dar un paso más atrás que una huelga de hambre esperando que la Suprema Corte burguesa falle a favor de los electricistas. Al pueblo no se le debe estar presentando con juegos, ocurre como Pedro y el lobo, estos señores han perdido toda credibilidad después de realizar más de cuarenta supuestas “huelgas” “nacionales” donde no se paralizó una sola rama de la producción ni se enfrentó a la burguesía sino a uno de sus partidos en particular.


IV. Para un contragolpe hace falta un puño


Como puede verse no basta lanzar la consigna de “contra los monopolios” sino que debe clarificarse y especificarse de que manera se concreta esta.


Los comunistas pensamos que los poco más de 100 grandes grupos monopólicos que controlan 70% del mercado, independientemente de su nacionalidad, rama de la economía o cualquier particularidad deben no solo cesar de recibir un solo centavo en su favor sino que deben pasar a ser socializados para la formación de una economía popular.


Planteamos que, a pesar del apoyo popular con que pueden contar, ninguno de los partidos burgueses podrá realizar esto, y que ninguno de los órganos del Estado burgués puede efectuarlo. Planteamos que es necesario crear órganos de poder desde la clase obrera que puedan por la vía de los hechos arrebatarle el control de estos medios de producción y cambio a la burguesía.


Para que esto sea posible, los proletarios no solo necesitan están organizados sino contar con el apoyo decidido de otras capas de trabajadores y del pueblo. No basta con que los electricistas “se imaginen” que todo el pueblo los va a apoyar, no basta con que los maestros “reclamen” que todo el pueblo los apoye, hace falta un programa que encarne un frente de contra ofensiva de los trabajadores y del pueblo. Para que este programa pueda sostenerse a lo largo de los bruscos virajes de la lucha de clases hará falta una organización férreamente disciplinada de obreros. Ya es ridículo, intolerable y un atentado enorme contra la razón seguir soportando argumentos como el de que algunos personajes “nos apoyan” y por eso hay que construir frentes con fuerzas de la burguesía. Ya da nauseas soportar “diplomáticamente” los aplausos que dan nuestros hermanos a estos personajes. Es preocupante que hasta hoy no hayamos afinado nuestras armas contra todos los oportunistas, armas que van más allá de un discurso y tocan el terreno del análisis y la posición política.


¿Entonces porqué insistir en respuestas exclusivamente a reacción? Es doloroso, pero se debe aprender que aunque no va a bastar marchar cada vez que nos golpeen si no va acompañado de algo superior. Lo principal es reforzar al partido para ir a aniquilar a nuestro enemigo. Aún nos hacen falta muchas cosas, asimilar las experiencias de los últimos años entre otras. Resolvamos entonces ya francamente debatir entre los obreros, entre los que ya han sido golpeados. Que los más concientes electricistas, mineros, maestros, etc., los que desesperan ante los suicidios colectivos cometidos reciban no solo nuestro apoyo sino un llamado a engrosar nuestras filas y a cambiar nuestra trinchera para lo mejor.


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