El cártel eléctrico

Reporte Índigo
17-Octubre-2010
Quienes creían que el caso de sobornos pagados por empresas de Estados Unidos a la CFE ya había tocado fondo, se equivocaron


La investigación profunda en EU apenas comienza, y no se están revisando uno o dos contratos irregulares, sino más de una década de corrupción sistémica en la empresa paraestatal (de 1997 a 2009) durante la era de Alfredo Elías Ayub.

El yate, el Ferrari y los pagos de tarjetas American Express son sólo la punta del iceberg.

El 29 de septiembre pasado, el principal cómplice de los funcionarios de la CFE, la empresa ABB Inc., firmó un acuerdo con la sección de Fraudes del Departamento de Justicia para proporcionar toda la información sobre los sobornos.

El blanco de los procesos judiciales del gobierno de Estados Unidos es la red de por lo menos cinco altos funcionarios de la CFE apodados por los empresarios que pagaban los sobornos como “The Good Guys” (Los buenos muchachos), como si se tratara de un grupo de mafiosos.

Dos de ellos son Néstor Félix Moreno Díaz –denunciado por Reporte Índigo desde octubre de 2009– y Arturo Hernández Álvarez, ambos ex directores de Operaciones de la CFE nombrados por Elías Ayub.

Hasta el día de hoy, se ha descubierto que las empresas ABB Inc. y Lindsey Manufacturing Company pagaron a “los buenos muchachos” por lo menos 8 millones de dólares en sobornos, pero la cifra podría ser mucho más alta e implicar a ocho gerencias regionales de transmisión de la CFE: norte, noreste, central, peninsular, sureste, oriente, occidente y Baja California.

Estas gerencias otorgaron contratos a las dos empresas por miles de millones de dólares.

Si lo que se ha descubierto hasta hoy resulta escandaloso, las investigaciones del gobierno de Estados Unidos podrían sacar a la luz el caso de corrupción administrativa más grande de los últimos años en México.

El expediente de ABB NM

Todo comenzó el 18 de abril de 2005, cuando directivos de la empresa ABB Ltd, que tenía su sede en Suiza, pero su principal centro de negocios estaba en Sugar Land, Texas, revelaron voluntariamente al FBI y al Departamento de Justicia que sus filiales ABB, Inc. y ABB NM pudieron haber violado las leyes anticorrupción de Estados Unidos.

ABB NM tenía como clientes principales a gobiernos de otros países, a los cuales les vendía bienes y servicios a través de representantes.

Una de las principales revelaciones hechas por la empresa fue que ABB NM tenía como representante en México a la compañía Equipos y Sistemas de México (Esimex), con base en la Ciudad de México, cuyo directivo principal era Fernando Maya Basurto, quien representaba a ABB ante la CFE y Luz y Fuerza del Centro.

De acuerdo a las pesquisas internas hechas por la propia ABB Ltd, ABB NM, cuyo agente general era John Joseph O’Shea, enviaba una serie de depósitos a Esimex, a una cuenta en BBVA Bancomer, pero también realizaba transferencias bancarias a otros individuos, no sólo a Maya Basurto.

El FBI descubrió que Maya Basurto indicaba a quién se debía depositar el dinero. Todos eran sus familiares o amigos.

Para la triangulación, fueron utilizadas 11 cuentas bancarias en las que se hacían depósitos de menos de 10 mil dólares para no llamar la atención de las autoridades hacendarias. Esas transferencias se hicieron entre 2002 y el 29 de noviembre de 2004.

Entre 1997 y 2003, ABB obtuvo, entre otros contratos, uno llamado Sitracen (1997) y otro identificado como Evergreen. Con los dos, la empresa ganó 81 millones de dólares.

Y aunque hasta ahora el FBI sólo tiene identificado el pago de un millón de dólares a cuatro funcionarios de la CFE, sabe que el acuerdo con los servidores públicos mexicanos era de una “comisión” de 10 por ciento del valor del contrato, por lo que el monto de los sobornos podría ser mucho mayor.

John Joseph O’Shea fue despedido de ABB en 2004, y sus cómplices, tanto Basurto como los funcionarios de la CFE, intentaron ayudarlo a disfrazar los sobornos con facturas de servicios que ABB nunca recibió.

Luego de una investigación de cuatro años realizada por el FBI, Maya Basurto fue detenido el 25 de abril de 2009 y acusado de lavado de dinero.

El 10 de junio de ese año, el Departamento de Justicia de EU presentó una acusación formal ante la Corte de Distrito Sur de Houston, Texas, contra el mexicano acusado de lavado de dinero y pago de sobornos.

Derrotado por las pruebas bancarias en su contra, Fernando Maya Basurto se declaró culpable de los cargos el 16 de noviembre de 2009 y aceptó cooperar con el Departamento de Justicia proporcionando información sobre la red de corrupción.

Ese día se inició en la misma Corte de Houston una acusación contra ABB y O’Shea.

Pese a que el gobierno de Felipe Calderón debía tener conocimiento del caso, en octubre de 2009 decidió desaparecer la compañía Luz y Fuerza del Centro.

Lo hizo para dar más poder, más recursos y más contratos al equipo corrupto de la CFE, cuyo miembro más conocido era Moreno Díaz, quien pese a las acusaciones y pruebas en su contra, no fue removido de su cargo y se le permitió seguir firmando contratos.

Dichos contratos hoy se encuentran bajo sospecha de haber sido otorgados mediante el pago de un millonario soborno.

Además de Moreno Díaz, en el expediente de la Corte se señala a otros tres altos funcionarios de la CFE.

En entrevista, el ex diputado Cuauhtémoc Velasco señaló que por las fechas en que se dieron los hechos, los otros dos implicados son Arturo Hernández Álvarez y Oswaldo Gangoiti, ambos antecesores de Moreno Díaz en la Dirección de Operaciones de la CFE.

En los correos que se enviaron O’Shea y Maya Basurto, se refieren a los funcionarios de la CFE que recibían sobornos como “The Good Guys”. Y hablan del soborno como el “impuesto del tercer mundo”.

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