Juan Camilo Mouriño ordenó pactar con el narco: Proceso

Redacción/SDP | 28 de Noviembre, 2010 - 13:11
Envía482 .La revista Proceso publicó un fragmento del libro Los Señores del Narco, de Anabel Hernández, en el cual se revela que los que ayudaron a escapar de la cárcel al Chapo Guzmán fueron altos funcionarios panistas del foxismo, incluyendo a un asesor actual de Felipe Calderón, y que luego de esto, en 2007, Juan Camilo Mouriño ordenó que se pactara con el Chapo el combatir a sus enemigos, como los Beltrán Leyva.

Siendo secretario particular de Felipe Calderón en Los Pinos, Juan Camilo Mouriño ordenó a un militar que fue preso por presuntos vínculos por el narco pactar una tregua con el narctráfico. Especificamente con el Chapo Guzmán.

Esta versión aparece en el libro Los Señores del Narco, escrito por la periodista Anabel Hernández, y la cual es reproducida en la edición de esta semana de la revista Proceso.

De acuerdo con el libro de Anabel Hernández, el militar en cuestión, a quien sólo se le identifica como "General X", fue liberado de la cárcel tan pronto como Felipe Calderón llegó al poder, sin haber terminado su condena por presuntos vínculos con el narcotraficante Amado Carrillo. No sólo eso, inexplicablemente fue condecorado por el mismísimo secretario de la SEDENA, Guillermo Galván.

Fue a este "General X" a quien Juan Camilo Mouriño le encomendó pacificar al narco en 2007. La "pacificación" se realizaría mediante un pacto con el Chapo Guzmán.

La reunión, en efecto, se llevó a cabo. Fue ahí donde el Chapo reveló al "General X" que su fuga de la cárcel ocurrió gracias a la ayuda de 3 altas figuras políticas.

"Uno de ellos es el teniente coronel y ex gobernador de Quintana Roo, Joaquín Ernesto Hendricks Díaz. Dice El Chapo que él lo ayudó cuando trabajaba en la Secretaría de Gobernación. El único cargo que Hendricks tuvo en esa dependencia fue en el sexenio de Ernesto Zedillo como director de Ejecución de Sentencias en la Dirección General de Prevención y Readaptación (1996-1997), cuando Francisco Labastida era el titular de la dependencia," dice el libro.

El segundo involucrado en la fuga del Chapo, revela el libro, fue el Procurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha, quien se encargara de buscar desaforar a Andrés Manuel López Obrador en 2005.

"El tercer nombre de sus principales cómplices, según contó El Chapo, fue Jorge Enrique Tello Peón, entonces subsecretario de la SSP federal, quien incluso el mismo día de la fuga de Guzmán Loera visitó el penal de máxima seguridad como si hubiera ido para ultimar los detalles de la salida del capo. Durante los últimos dos años (2008-2010) este hombre, a quien el narcotraficante acusa sin aspavientos de haberlo liberado, ha sido asesor de cabecera del presidente Felipe Calderón en materia de seguridad pública. Tello Peón fue el mentor de Genaro García Luna en el Cisen, él mismo lo impulsó ante Juan Camilo Mouriño para que se convirtiera en el titular de la SSP del gobierno de Felipe Calderón. A pesar de todas las malas referencias y pruebas que el Ejército Mexicano le mostró a Mouriño sobre García Luna, éste ocupó el codiciado cargo", relata el texto de Anabel Hernández.

En la entrevista con el General X, El Chapo reveló que todas las "plazas" en el país ya estaban vendidas. Es decir, el narco operaba con el conocimiento y complicidad del gobierno.

Dijo además que el propio Juan Camilo Mouriño le había vendido la plaza del Estado de México a los Beltrán Leyva, aunque sin saberlo, ya que quien se encargó de hacerlo fue el actual Senador panista Ulises Ramírez a nombre de Mouriño:

"Cuando el emisario de Los Pinos se reunió con Guzmán Loera, el capo ya había comenzado una pelea frontal con los Beltrán Leyva, sus primos y exsocios. Quizá por eso El Chapo le reveló al general X, en tono de queja, que el propio Juan Camilo Mouriño y su entonces coordinador de asesores en la Segob les vendieron a los Beltrán Leyva la plaza del Estado de México en 10 millones de dólares, el pequeño detalle es que eso ocurrió después de que la operación en dicha entidad ya había sido comprometida con Guzmán Loera. Mouriño habría hecho la transacción persuadido por el expresidente municipal panista de Tlalnepantla y actual senador del Estado de México, Ulises Ramírez, a quien El Chapo describió como "un pillo"."El senador debe de haberse quedado por lo menos con un millón", pensó para sus adentros el general X", escribe Anabel Hernández, quien hace notar que Ulises Ramírez aspira a ser candidato a gobernador del EdoMex por el PAN en 2011, lo cual implicaría una alianza con Nueva Izquierda dentro del PRD.

Pero eso no es todo. Según el Chapo, el cártel de Juárez acordó con el gobierno federal combatir a los Beltrán Leyva.

Anabel Hernández revela, además, que el gobierno federal actual ya tenía datos muy precisos, incluyendo cuentas bancarias, de diversos narcotraficantes, pero que dio los golpes certeros que pudo haber dado simplemente para llevar a cabo una campaña de propaganda en los momentos en los que el gobierno era más cuestionado:

"Hay evidencia documental de que la guerra de Felipe Calderón ha sido dirigida no contra los "narcotraficantes" en general, sino contra los "narcotraficantes" que son enemigos de El Chapo o que representan un riesgo para su liderazgo en el jugoso negocio. Desde 2007, su gobierno tenía información precisa sobre los domicilios de los principales narcotraficantes de México y sus familiares. En algunos casos incluso números telefónicos y de radio, cuentas bancarias y otros datos valiosos para asestar golpes certeros. Así lo prueban las fichas de cada capo elaboradas por la SSP federal, con el apoyo del Cisen, cuyo titular es Guillermo Valdés Castellanos. Pero por los muy escasos resultados de esa "guerra contra el narcotráfico" pareciera que esos datos fueron empleados sólo para dar golpes de inútil propaganda política en los momentos de mayor cuestionamiento al gobierno federal."

El libro de Anabel Hernández sustancia sus revelaciones no sólo en testimonios, sino en diversos documentos que son citados a manera de notas.

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