México: Triunfalismo
martes 30 de noviembre de 2010
Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
De acuerdo a lo leído y escuchado, como se decía antaño en el programa del recordado amigo, Agustín Barrios Gómez, podríamos haber titulado esta entregada, como lo han hecho otros colegas, “Como la década perdida”, sin embargo hemos preferido la de “Triunfalismo” porque describe, exacto, la arrogancia del poder en turno.
El propio presidente Felipe Calderón Hinojosa nos da la razón, quien al celebrar 10 años de panismo y cuatro de su gobierno en lugar de hacer una autocrítica de esta década, nuevamente actúa como presidente de su partido al margen de su alta investidura, al llamar a funcionarios, legisladores y militantes panistas -aunque se dirigió a los mexicanos- a ir por más “para evitar la tragedia de que retorne el antiguo, autoritario, viejo, opresivo e irresponsable sistema, que sólo trae aparejada más pobreza y corrupción”.
Al encabezar al que llamaron un “encuentro ciudadano” con motivo del cuarto año de su gobierno, así como el festejo de diez años del ascenso del PAN a la primera magistratura, Calderón, insistió sin la calidad de la autocrítica, que México no merece quedar varado a la mitad del camino del cambio: “volver significa pobreza y corrupción”, destacó, al enumerar diez de los logros panistas. Por separado, el ex presidente Vicente Fox Quesada, quien no se podía quedar callado, afirmó sin rubor, que la década panista “han sido años fructíferos” y que “sólo los necios no quieren ver”.
Tampoco es válido que nos quedemos callados ni es necesario entrar en precisiones analíticas, la situación de desastre del país lo dice todo, por ello nos remitimos a la contestación del Partido Revolucionario Institucional que en un comunicado resume en 10 puntos la crítica más severa y puntual de estos diez años de panismo.
A propósito de ese pronunciamiento triunfalista de Felipe Calderón, la diputada priista Beatriz Paredes advirtió que el deterioro de la cohesión social y el debilitamiento de las instituciones representan el saldo más evidente de los primeros diez años de los gobiernos panistas, a los que calificó de “poco eficientes, honestas y transparentes”, permean aflicción y desaliento en todo el país, agregó.
En tanto, los diputados Sami David, Felipe Solís Acero y Heliodoro Díaz sostuvieron que la verdadera tragedia del país son los miles de muertos por la guerra del gobierno federal contra el narco, las políticas que han provocado millones de pobres y jóvenes sin empleo ni educación, así como la debilidad provocada de las instituciones.
Lo único positivo en todo este “margayate”, es que en el propio PAN existen actitudes críticas, y que bueno; el candidato a la presidencia de Acción Nacional, diputado Roberto Gil Zuarth admitió ante panistas del gabinete, gobernadores, alcaldes, legisladores y empresarios, que después de diez años en el poder, el PAN ha sido incapaz de culminar la transformación nacional, por lo que se debe recuperar el espacio cedido a sus adversarios y que es momento de reconocer los errores, son diez años sin concretar el cambio, afirmó.
Década perdida, desde luego, pero además un cínico triunfalismo que nos refiere a un México inexistente y que el real habla, para desazón y desesperanza de una nación a la que por ahora le han robado el futuro.
Fuente
Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
De acuerdo a lo leído y escuchado, como se decía antaño en el programa del recordado amigo, Agustín Barrios Gómez, podríamos haber titulado esta entregada, como lo han hecho otros colegas, “Como la década perdida”, sin embargo hemos preferido la de “Triunfalismo” porque describe, exacto, la arrogancia del poder en turno.
El propio presidente Felipe Calderón Hinojosa nos da la razón, quien al celebrar 10 años de panismo y cuatro de su gobierno en lugar de hacer una autocrítica de esta década, nuevamente actúa como presidente de su partido al margen de su alta investidura, al llamar a funcionarios, legisladores y militantes panistas -aunque se dirigió a los mexicanos- a ir por más “para evitar la tragedia de que retorne el antiguo, autoritario, viejo, opresivo e irresponsable sistema, que sólo trae aparejada más pobreza y corrupción”.
Al encabezar al que llamaron un “encuentro ciudadano” con motivo del cuarto año de su gobierno, así como el festejo de diez años del ascenso del PAN a la primera magistratura, Calderón, insistió sin la calidad de la autocrítica, que México no merece quedar varado a la mitad del camino del cambio: “volver significa pobreza y corrupción”, destacó, al enumerar diez de los logros panistas. Por separado, el ex presidente Vicente Fox Quesada, quien no se podía quedar callado, afirmó sin rubor, que la década panista “han sido años fructíferos” y que “sólo los necios no quieren ver”.
Tampoco es válido que nos quedemos callados ni es necesario entrar en precisiones analíticas, la situación de desastre del país lo dice todo, por ello nos remitimos a la contestación del Partido Revolucionario Institucional que en un comunicado resume en 10 puntos la crítica más severa y puntual de estos diez años de panismo.
A propósito de ese pronunciamiento triunfalista de Felipe Calderón, la diputada priista Beatriz Paredes advirtió que el deterioro de la cohesión social y el debilitamiento de las instituciones representan el saldo más evidente de los primeros diez años de los gobiernos panistas, a los que calificó de “poco eficientes, honestas y transparentes”, permean aflicción y desaliento en todo el país, agregó.
En tanto, los diputados Sami David, Felipe Solís Acero y Heliodoro Díaz sostuvieron que la verdadera tragedia del país son los miles de muertos por la guerra del gobierno federal contra el narco, las políticas que han provocado millones de pobres y jóvenes sin empleo ni educación, así como la debilidad provocada de las instituciones.
Lo único positivo en todo este “margayate”, es que en el propio PAN existen actitudes críticas, y que bueno; el candidato a la presidencia de Acción Nacional, diputado Roberto Gil Zuarth admitió ante panistas del gabinete, gobernadores, alcaldes, legisladores y empresarios, que después de diez años en el poder, el PAN ha sido incapaz de culminar la transformación nacional, por lo que se debe recuperar el espacio cedido a sus adversarios y que es momento de reconocer los errores, son diez años sin concretar el cambio, afirmó.
Década perdida, desde luego, pero además un cínico triunfalismo que nos refiere a un México inexistente y que el real habla, para desazón y desesperanza de una nación a la que por ahora le han robado el futuro.
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