Pactan Alemania y Francia para evitar que "explote la zona"
La canciller de Alemania, Angela Merkel, se despide del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, luego de su encuentro en París. El eje franco-alemán se ha convertido en el motor de la zona euro, relegando al resto de los socios a meros comparsasFoto Ap
Reuters y Afp
Periódico La Jornada
Martes 6 de diciembre de 2011, p. 3
París, 5 de diciembre. Los líderes de Francia y Alemania acordaron un plan maestro para imponer mayor disciplina fiscal a lo largo de la zona euro, y advirtieron que el tratado constitutivo de la Unión Europea tendrá que ser cambiado para dar solución integral a la crisis actual. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron que su propuesta incluía sanciones automáticas para los gobiernos que no logren mantener sus déficit bajo control y el lanzamiento anticipado de un fondo de rescate permanente para los países de la zona euro en problemas. Italia ya ofreció que podría mejorar sus finanzas públicas mediante un duro plan de austeridad, el cual fue recibido con optimismo por los mercados.
"Lo que queremos con la canciller es decir al mundo que en Europa la regla es que pagamos nuestras deudas, reducimos nuestros déficit y restauramos el crecimiento", precisó Sarkozy. "Este paquete muestra que estamos absolutamente determinados a mantener el euro como una moneda estable y como un importante contribuyente a la estabilidad europea", expuso Merkel.
"El acuerdo francoalemán es el más completo" posible, dijo Sarkozy, antes de agregar que "queremos que los desarreglos que han conducido a la situación (actual) no puedan reproducirse en ningún caso". "Hay que reconquistar sobre todo la confianza" de los mercados, dijo por su parte Merkel.
Los detalles de los compromisos adquiridos por el eje franco-alemán, que se ha convertido en el motor de la zona euro, relegando al resto de los socios a meras comparsas, se plasmarán en una carta que enviarán el miércoles al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien se encargará a su vez de presentarlos a los dirigentes de la Unión Europea (UE) el jueves por la noche.
La confianza en torno a la posibilidad de que esta semana los líderes europeos presenten un plan creíble para sacar a la región de la crisis impulsaba el lunes a las acciones mundiales y a las europeas, que tocaron un máximo en cinco semanas.
Los inversores y las autoridades esperan que un acuerdo que imponga una integración más cercana en la zona euro, junto con medidas estrictas para reducir el déficit en los países endeudados, convencerán al Banco Central Europeo para que actúe decisivamente en los mercados de bonos.
Merkel y Sarkozy ya habían dejado ver con anterioridad que querían poderes más coercitivos sobre los países de la zona euro que no logran bajar sus déficit.
Ambos líderes coincidieron en que enviarán su plan el miércoles a la Comisión Europea, a tiempo para una cumbre que se celebrará el viernes. Además, dejaron clara su determinación de impulsar cambios al tratado de la UE, pese a las objeciones de algunos países miembros.
Si países como Gran Bretaña, que no pertenece a la zona euro, bloquean un cambio al tratado dentro de la UE, el área monetaria procedería a aplicar las modificaciones para sus miembros, abierta a todos aquellos que quieran sumarse.
Sarkozy afirmó que los errores económicos que condujeron a la crisis no deben repetirse nunca más.
"En este periodo extremadamente preocupante, Francia cree que la alianza con Alemania es de una importancia estratégica. Arriesgar un desacuerdo sería ponerse en peligro de que explote la zona euro", sostuvo.
Varios gobiernos, sobre todo los de Gran Bretaña, Irlanda y Holanda, se oponen a los cambios por razones de política interna y temen no conseguir el respaldo público a los referendos para aprobar las modificaciones.
Los cambios permitirían sanciones automáticas contra los países que violen el actual límite que indica que los déficit no pueden superar 3 por ciento del producto interno bruto de cada país, a menos que una supermayoría de estados voten en contra del castigo.
Actualmente, una mayoría de países debe votar si se lanza un procedimiento disciplinario contra los países en falta. Las modificaciones obligarían además a los países a imponer en sus constituciones la obligatoriedad de equilibrar el presupuesto.
En una concesión hacia las preocupaciones de Francia por su soberanía, los mandatarios acordaron que la Corte Europea de Justicia podría determinar si un país de la zona euro implementó la regla fiscal de manera adecuada en sus leyes nacionales, pero no podrá rechazar los presupuestos de los países.
Merkel parece haber ganado en su oposición a la emisión de eurobonos conjuntos. "Rechazamos la idea de los eurobonos", afirmó. Sarkozy se encolumnó tras ella, diciendo que sería absurdo que Francia y Alemania cubrieran las deudas de países sobre cuyas emisiones de deuda no tienen control.
A cambio, Merkel cedió terreno en las reglas para el fondo permanente de rescate de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Reuters y Afp
Periódico La Jornada
Martes 6 de diciembre de 2011, p. 3
París, 5 de diciembre. Los líderes de Francia y Alemania acordaron un plan maestro para imponer mayor disciplina fiscal a lo largo de la zona euro, y advirtieron que el tratado constitutivo de la Unión Europea tendrá que ser cambiado para dar solución integral a la crisis actual. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron que su propuesta incluía sanciones automáticas para los gobiernos que no logren mantener sus déficit bajo control y el lanzamiento anticipado de un fondo de rescate permanente para los países de la zona euro en problemas. Italia ya ofreció que podría mejorar sus finanzas públicas mediante un duro plan de austeridad, el cual fue recibido con optimismo por los mercados.
"Lo que queremos con la canciller es decir al mundo que en Europa la regla es que pagamos nuestras deudas, reducimos nuestros déficit y restauramos el crecimiento", precisó Sarkozy. "Este paquete muestra que estamos absolutamente determinados a mantener el euro como una moneda estable y como un importante contribuyente a la estabilidad europea", expuso Merkel.
"El acuerdo francoalemán es el más completo" posible, dijo Sarkozy, antes de agregar que "queremos que los desarreglos que han conducido a la situación (actual) no puedan reproducirse en ningún caso". "Hay que reconquistar sobre todo la confianza" de los mercados, dijo por su parte Merkel.
Los detalles de los compromisos adquiridos por el eje franco-alemán, que se ha convertido en el motor de la zona euro, relegando al resto de los socios a meras comparsas, se plasmarán en una carta que enviarán el miércoles al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien se encargará a su vez de presentarlos a los dirigentes de la Unión Europea (UE) el jueves por la noche.
La confianza en torno a la posibilidad de que esta semana los líderes europeos presenten un plan creíble para sacar a la región de la crisis impulsaba el lunes a las acciones mundiales y a las europeas, que tocaron un máximo en cinco semanas.
Los inversores y las autoridades esperan que un acuerdo que imponga una integración más cercana en la zona euro, junto con medidas estrictas para reducir el déficit en los países endeudados, convencerán al Banco Central Europeo para que actúe decisivamente en los mercados de bonos.
Merkel y Sarkozy ya habían dejado ver con anterioridad que querían poderes más coercitivos sobre los países de la zona euro que no logran bajar sus déficit.
Ambos líderes coincidieron en que enviarán su plan el miércoles a la Comisión Europea, a tiempo para una cumbre que se celebrará el viernes. Además, dejaron clara su determinación de impulsar cambios al tratado de la UE, pese a las objeciones de algunos países miembros.
Si países como Gran Bretaña, que no pertenece a la zona euro, bloquean un cambio al tratado dentro de la UE, el área monetaria procedería a aplicar las modificaciones para sus miembros, abierta a todos aquellos que quieran sumarse.
Sarkozy afirmó que los errores económicos que condujeron a la crisis no deben repetirse nunca más.
"En este periodo extremadamente preocupante, Francia cree que la alianza con Alemania es de una importancia estratégica. Arriesgar un desacuerdo sería ponerse en peligro de que explote la zona euro", sostuvo.
Varios gobiernos, sobre todo los de Gran Bretaña, Irlanda y Holanda, se oponen a los cambios por razones de política interna y temen no conseguir el respaldo público a los referendos para aprobar las modificaciones.
Los cambios permitirían sanciones automáticas contra los países que violen el actual límite que indica que los déficit no pueden superar 3 por ciento del producto interno bruto de cada país, a menos que una supermayoría de estados voten en contra del castigo.
Actualmente, una mayoría de países debe votar si se lanza un procedimiento disciplinario contra los países en falta. Las modificaciones obligarían además a los países a imponer en sus constituciones la obligatoriedad de equilibrar el presupuesto.
En una concesión hacia las preocupaciones de Francia por su soberanía, los mandatarios acordaron que la Corte Europea de Justicia podría determinar si un país de la zona euro implementó la regla fiscal de manera adecuada en sus leyes nacionales, pero no podrá rechazar los presupuestos de los países.
Merkel parece haber ganado en su oposición a la emisión de eurobonos conjuntos. "Rechazamos la idea de los eurobonos", afirmó. Sarkozy se encolumnó tras ella, diciendo que sería absurdo que Francia y Alemania cubrieran las deudas de países sobre cuyas emisiones de deuda no tienen control.
A cambio, Merkel cedió terreno en las reglas para el fondo permanente de rescate de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Comentarios