Peña Nieto es la cúspide de la vaciedad y la ignorancia, advierte Muñoz Ledo
Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Lunes 5 de diciembre de 2011, p. 11
Diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) eludieron ofrecer una explicación al dislate de Enrique Peña Nieto, que citó mal al autor de La silla del águila. "Le puede pasar a cualquiera", disculpó Sami David David. En contraste, legisladores de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) expresaron que la situación revela la ignorancia de un personaje construido por la televisión.
“¡Es un foxito! México no puede volver a ser gobernado por un analfabeta. Al menos pudo citar Blanca Nieves y los siete enanos”, expresó Porfirio Muñoz Ledo (PT), presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores. “Estamos ante el inusitado caso de un hombre que ha ‘escrito’ más libros de los que ha leído”, expuso mordaz el perredista Mauricio Toledo, secretario de la Comisión de Hacienda.
A su vez, el vicecordinador económico del PAN, Luis Enrique Mercado, concluyó que Peña Nieto se develó como "una figura creada en un estudio de televisión, que mientras esté en el foro, con las preguntas conocidas y entrenado, se ve razonablemente bien. Pero cuando sale al mundo real, para el que no está preparado, se ve su verdadera dimensión: la de un ser mítico creado para una pantalla, pero que no existe".
En entrevista, Muñoz Ledo expuso que los errores de Peña Nieto en su participación en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara no son un accidente ni una broma.
"Las fallas verbales y las lagunas culturales de Vicente Fox eran explicables viniendo de una derecha provinciana, ranchera. Pero con Peña Nieto, cuyo origen es uno de los estamentos de la cultura priísta más acabada, la de Adolfo López Mateos, se retrató como la cúspide de la vaciedad y de la ignorancia", declaró.
El ex secretario de Educación afirmó que el error cometido por muchos mexicanos con el ex presidente Fox fue no medir "el rango de superficialidad que en Peña Nieto está expreso. Hasta sus colaboradores reconocen que tiene todo el hardware, pero le falta software".
Además, aseguró, no es que el precandidato único del PRI a la Presidencia tenga algunos libros predilectos sobre todos, sino que no ha leído un solo libro en su vida. La pregunta que los electores deben hacerse, añadió, es: "¿Puede ser Presidente un hombre que no ha leído un libro en su vida?"
Mauricio Toledo resaltó que “Peña se ha mostrado como el títere que es, manejado por Televisa con un control remoto; es evidente que el libro México, la gran esperanza no lo escribió él, sino sus amanuenses”.
Consultado al respecto, el diputado Arturo Zamora (PRI), quien estaba presente en la conferencia de Peña Nieto, se desmarcó: "Está difícil que hable de eso. Además yo andaba en otros rollos".
En el mismo sentido, Sami David arguyó: "Yo no puedo opinar en contra de él. Además, me parece intrascendente: se confundió de nombres y ya".
Asimismo, Sofía Castro Ríos (PRI) expuso que aun cuando en cualquier político que aspire a gobernar el país es fundamental la lectura, Peña Nieto posiblemente sufrió de "una percepción equivocada" sobre quién es el autor de La silla del águila. "Y si leyó la Biblia, es porque seguramente sus principios están basados en la religiosidad", concluyó.
Fuente
Periódico La Jornada
Lunes 5 de diciembre de 2011, p. 11
Diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) eludieron ofrecer una explicación al dislate de Enrique Peña Nieto, que citó mal al autor de La silla del águila. "Le puede pasar a cualquiera", disculpó Sami David David. En contraste, legisladores de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) expresaron que la situación revela la ignorancia de un personaje construido por la televisión.
“¡Es un foxito! México no puede volver a ser gobernado por un analfabeta. Al menos pudo citar Blanca Nieves y los siete enanos”, expresó Porfirio Muñoz Ledo (PT), presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores. “Estamos ante el inusitado caso de un hombre que ha ‘escrito’ más libros de los que ha leído”, expuso mordaz el perredista Mauricio Toledo, secretario de la Comisión de Hacienda.
A su vez, el vicecordinador económico del PAN, Luis Enrique Mercado, concluyó que Peña Nieto se develó como "una figura creada en un estudio de televisión, que mientras esté en el foro, con las preguntas conocidas y entrenado, se ve razonablemente bien. Pero cuando sale al mundo real, para el que no está preparado, se ve su verdadera dimensión: la de un ser mítico creado para una pantalla, pero que no existe".
En entrevista, Muñoz Ledo expuso que los errores de Peña Nieto en su participación en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara no son un accidente ni una broma.
"Las fallas verbales y las lagunas culturales de Vicente Fox eran explicables viniendo de una derecha provinciana, ranchera. Pero con Peña Nieto, cuyo origen es uno de los estamentos de la cultura priísta más acabada, la de Adolfo López Mateos, se retrató como la cúspide de la vaciedad y de la ignorancia", declaró.
El ex secretario de Educación afirmó que el error cometido por muchos mexicanos con el ex presidente Fox fue no medir "el rango de superficialidad que en Peña Nieto está expreso. Hasta sus colaboradores reconocen que tiene todo el hardware, pero le falta software".
Además, aseguró, no es que el precandidato único del PRI a la Presidencia tenga algunos libros predilectos sobre todos, sino que no ha leído un solo libro en su vida. La pregunta que los electores deben hacerse, añadió, es: "¿Puede ser Presidente un hombre que no ha leído un libro en su vida?"
Mauricio Toledo resaltó que “Peña se ha mostrado como el títere que es, manejado por Televisa con un control remoto; es evidente que el libro México, la gran esperanza no lo escribió él, sino sus amanuenses”.
Consultado al respecto, el diputado Arturo Zamora (PRI), quien estaba presente en la conferencia de Peña Nieto, se desmarcó: "Está difícil que hable de eso. Además yo andaba en otros rollos".
En el mismo sentido, Sami David arguyó: "Yo no puedo opinar en contra de él. Además, me parece intrascendente: se confundió de nombres y ya".
Asimismo, Sofía Castro Ríos (PRI) expuso que aun cuando en cualquier político que aspire a gobernar el país es fundamental la lectura, Peña Nieto posiblemente sufrió de "una percepción equivocada" sobre quién es el autor de La silla del águila. "Y si leyó la Biblia, es porque seguramente sus principios están basados en la religiosidad", concluyó.
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