DESPOJAN A TRABAJADORES Y SOCIEDAD

*Aprueban Reformas que Concentran la Riqueza y Agudizan la Pobreza
*Urge Desarrollar la Participación Ciudadana y la Resistencia Civil

 

Por María de Lourdes Martínez González

Periodista y Conductora de Frecuencia Laboral


En México se impuso un capitalismo ultra salvaje, irracional e injusto, en donde se eliminó el derecho de los trabajadores a un empleo digno y seguro, debido a que los funcionarios que ocupan posiciones en los poderes públicos no representan a la ciudadanía sino a los intereses de grandes corporaciones nacionales y transnacionales, que tienen como base de sus procesos económicos de acumulación de ganancia a los salarios ínfimos, señaló el Doctor Alberto Montoya, académico investigador de la Universidad Iberoamericana.
En entrevista durante la transmisión del noticiaria radiofónico Frecuencia Laboral: el Espacio donde los Trabajadores son la Noticia, del 15 de febrero del 2014, dijo que con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República en diciembre del 2012, se consumaron una serie de reformas constitucionales que iniciaron con la entrada en vigor de la reforma laboral, las cuales vulneran a la sociedad, porque la despojan de sus derechos y le niegan el acceso a la justicia.
"Es importante recordar que uno de los supuestos argumentos con los cuales se hicieron estas reformas, fue que eran indispensable para la creación de empleos, mejorar los niveles de los salarios y la competitividad para la economía, pero en la realidad lo que hemos observado es que lejos de ser cambios en la constitución y en las leyes que favorezcan a los trabajadores y a la economía, vemos que son argumentos falsos. Ahora ya lo sabemos en la práctica".
Agregó que ya se comprobó en la realidad que no se trataba de crear nuevos empleos sino que los empleos que había se pudieran adaptar a nuevas relaciones laborales en las que se facilitara el despido, se dieran contratos temporales y se disminuyen los salarios y las prestaciones, todo lo cual ocurrió con la reforma laboral.
"El outsourcing sitúa a los trabajadores en condición de una mercancía a la sistemáticamente se le reduce el precio. Hay que recordar que en el país el único precio que está sujeto a control es el salario. El resto de los precios se mueve a la alza, pero el salario permanentemente disminuye su poder adquisitivo. De esta manera el proceso de control de la inflación está sustentado en que cada año se disminuye el poder adquisitivo de los salario".
Esto hace que el capitalismo mexicano sea especialmente irracional y que durante 30 años no haya podido crecer ni generar empleos.
Y por otro lado, el capitalismo mexicano es extremadamente injusto, porque también se canceló la posibilidad de que haya procesos jurídicos imparciales para quienes intentan defenderse legalmente, porque los funcionarios al servicio de los grandes corporativos se encuentras en todos los poderes públicos, incluyendo a la Suprema Corte.
A continuación publicamos la transcripción de parte de la entrevista al Doctor Alberto Montoya, catedrático investigador de la Universidad Iberoamericana:
"México es uno de los países en donde la desigualdad se acentúa de manera acelerada y las condiciones adversas propician situaciones y condiciones políticas en las que estos excluidos, desempleados, estos que son lanzados a formas de sobrevivencia en la economía informal, se convierten en clientelas políticas, en objetos de programas supuestamente sociales, para satisfacer necesidades básicas que deberían ser satisfechas con el propio trabajo y mediante una remuneración adecuada, y no mediante un mecanismo establecido para tener clientelas políticas.
Así, desafortunadamente observamos que el pueblo en estas condiciones adversas es presa de intereses políticos y en las coyunturas político-electorales vota por los partidos que votan por esas reformas laborales que profundizan la desigualdad y la injusticia.
El sistema judicial tampoco ayuda a que haya justicia porque ha sido capturado para proteger los intereses del capitalismo ultra salvaje.
Esos poderes económicos que en México se han concentrado de manera acelerada y han obtenido elevadas ganancias, se han enriquecido y obtienen grandes utilidades, por varias razones, pero principales son por la reducción del salario, las prestaciones sociales y por la posibilidad de que estas leyes permiten tratar a los trabajadores inhumana e injustamente como despidiéndolos e impidiendo su derecho humano a organizarse, a formar sindicatos para su defensa.
Recordemos que el derecho al trabajo y el derecho a formar sindicatos es un derecho humano.
Pero por otro lado no pagan impuestos. Las grandes corporaciones no pagan impuestos ni contribuyen al erario público.
Esos mecanismos se da un proceso aceleradísimo que les permite acrecentar su poder económico y poner representantes suyos en el poder ejecutivo, en las secretarías de estado, en la Cámara de Senadores en la Cámara de Diputados y en la Suprema Corte.
Esto pone a los trabajadores y a todo el pueblo de México en condición de vulnerabilidad ante estos poderes, que además cuentan con monopolios de comunicación que permanentemente distraen, desinforman y no permiten el desarrollo de una verdadera cultura y conciencia política para la participación ciudadana en las decisiones públicas.
Se está configurando una situación en donde es necesario pensar formas de desarrollo de la conciencia y la participación ciudadana y de resistencia civil, frente a las decisiones en materia de energía, en materia financiera, de comercio exterior, de comunicaciones, en la educación y la seguridad, porque estamos viviendo coyuntura histórica que nos sitúa a cien años de retraso en el desarrollo social y nos pone en las condiciones del porfiriato".
 

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