Las Afores ganan, los trabajadores pierden
Revista Siempre!
A ciencia y paciencia del Estado
Magdalena Galindo
Cualquiera que haya tenido un
acercamiento con el marxismo no puede llamarse a sorpresa al comprobar
que las políticas establecidas por un gobierno de un país capitalista
buscan proteger y favorecer los intereses de la burguesía a la que
representa. Sin embargo, hay que reconocer que desde que las burguesías
del mundo impusieron el neoliberalismo, esa realidad ha llegado a
extremos inimaginables. La semana pasada, la Comisión Nacional del
Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) informó que en 2013, las doce
administradoras de fondos para el retiro (Afores) que son empresas
privadas del sector financiero, la mayoría vinculadas a algunos de los
bancos que operan en el país, obtuvieron ingresos por 24 mil 343
millones de pesos.
Ya he comentado en este espacio que en
estas décadas de crisis, las burguesías han recurrido a varias
estrategias para recuperar y aun superar sus ganancias. Dos de estas
estrategias se relacionan con la situación de las Afores. Una, es que
frente a la caída de la tasa de ganancia, que es la causa fundamental de
la crisis, los capitalistas se han refugiado en la especulación. Es esa
búsqueda de la ganancia fuera de la esfera de la producción lo que ha
producido la hipertrofia del sector financiero mundial, cuyas
dimensiones hoy superan en más de 17 veces al producto interno bruto, o
sea a todo lo producido en el mundo.
La otra estrategia es el mercado de los
pobres, es decir, el descubrimiento de que si bien individualmente los
trabajadores no representan un mercado atractivo para las mercancías de
los capitalistas, sobre todo en estos años en que los salarios han sido
castigados, en conjunto constituyen un campo susceptible de explotación.
Basta mencionar que hoy en nuestro país,
los fondos para el retiro administrados por las Afores suman nada menos
que 2 billones (millones de millones) 48 mil 392 millones de pesos,
cantidad que representa el 12.7 por ciento del producto interno bruto de
México. Alrededor de un 30 por ciento de esa enorme cantidad de
recursos se ha colocado en la Bolsa, o sea ha sido apropiado por los
capitalistas para financiar sus empresas. De ese modo, los fondos para
el retiro de los trabajadores se han convertido en uno de los
principales impulsores del crecimiento desmedido del sector financiero.
Mientras las Afores han sido una
fuente extraordinaria de financiamiento para los grandes empresarios que
participan en la Bolsa, y en particular a las 12 administradoras les
han rendido utilidades, por las comisiones cobradas a los trabajadores
por más de 13 mil millones de pesos, los únicos que han perdido son los
propios trabajadores.
Y todo a ciencia y paciencia del Estado,
pues precisamente la reforma del sistema de pensiones, aplicada durante
el gobierno de Zedillo, tenía ese fin: aprovechar los fondos de
pensiones para favorecer a los capitalistas.
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