Senado pide al Ejecutivo el rescate de cuerpos de Pasta de Conchos

Mineros en Pasta de Conchos, Coahuila. Foto: Eduardo Miranda
Mineros en Pasta de Conchos, Coahuila.
Foto: Eduardo Miranda

MÉXICO, D.F. (apro).- Las tres principales fuerzas políticas del Senado –PRI, PAN y PRD– aprobaron hoy un punto de acuerdo para solicitar al Ejecutivo federal el rescate de los cadáveres de la mina de Pasta de Conchos, Coahuila.
La petición se da justo un día después del octavo aniversario de la tragedia en la que perdieron la vida 65 mineros, de los cuales sólo dos cuerpos pudieron ser rescatados en los días posteriores.
El punto de acuerdo establece que el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el procurador general de la República (PGR) “deben realizar las acciones necesarias para el rescate de los cuerpos de los 63 mineros que quedaron sepultados en la explosión de la mina Pasta de Conchos acontecida el 19 de febrero de 2006 y
remita a esta soberanía el avance sobre el dictamen de viabilidad correspondiente”.
Los legisladores también solicitaron que la PGR remita al Senado un informe “sobre el avance de las investigaciones de los hechos ocurridos en la mina ocho de Pasta de Conchos” en aquella ocasión.
De igual manera, exhortaron al Ejecutivo para que realice las diligencias necesarias para la firma de la Convención 176 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Seguridad y Salud de las Minas, con el fin de que el Estado mexicano adecue su legislación interna a las disposiciones internacionales en la materia.
El punto de acuerdo se aprobó dos días después de que familiares de los mineros caídos en Pasta de Conchos acudieron al Senado para entregar un documento en el que se detallan las condiciones de trabajo en los tiros verticales conocidos como “pocitos” y “minitas de arrastre”.
Luego de analizar el escrito, los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Revolucionario Institucional demandaron reforzar el marco normativo para impedir que se repitan tragedias como la de 2006 en la zona carbonífera de Coahuila, donde más de 100 trabajadores del carbón han fallecido en los últimos años.
Por separado, la Organización Familia Pasta de Conchos entregó este jueves a la Relatora Especial de la Organización de Naciones Unidas para las Formas Contemporáneas de Esclavitud, Gulnara Shahinian, el mismo documento que hizo llegar al Senado.
En un comunicado, la organización señaló que el texto destaca “las condiciones de trabajo indignas, inhumanas e inmorales en los tiros verticales conocidos como pocitos, cuevas y en una nueva forma de extracción llamadas siniestramente ‘minitas de arrastre’, modelo traído del estado de Sonora, donde desde hace un par de años iniciaron la extracción de carbón”.
Detalló que de acuerdo con datos del propio gobierno mexicano, actualmente existen 297 pocitos “en activo” y 266 abandonados, pero no hay cifras de las “minitas de arrastre”, que son cuevas construidas en las paredes de tajos abandonados con la misma y precaria infraestructura de los pocitos, pero más peligrosas, ya que soportan el peso de la tierra removida y amontonada.
“El tiro vertical, las cuevas y minitas de arrastre son un modo estructural de extracción de carbón, perverso en sí mismo”, subrayó.
Añadió:
“Nos dirigimos al sistema de relatores de la ONU, dado el drama humano ante cualquier pocito, cueva y minita de arrastre, a cualquier profundidad, porque los mineros no pueden usar el equipo de seguridad. Aunque lo tuvieran, que no lo tienen en la mayoría de los casos, no pueden usarlo, pues se trabaja agachado en las frentes de trabajo a una altura que va de 50 centímetros a 1.5 metros”.
En su texto, la Organización Familia Pasta de Conchos puntualizó que si los mineros usan el auto rescatador, auxilio indispensable ante el peligroso gas metano o el humo de incendios, les quita cuando menos 10 centímetros de espacio y se atoran con las vigas con las que se soporta el diminuto techo.
“Además, si se ponen los tapones para proteger sus oídos, no escuchan cuando las vigas se resquebrajan o si se está rompiendo una pared por la presión del agua; si se ponen los lentes para proteger sus ojos, no ven porque el polvo de carbón los empaña; si usan ropa retardante al fuego, el polvo de carbón les roza las ingles y los testículos; si utilizan guantes para proteger sus manos, no pueden maniobrar la pistola neumática; si usaran las caretas a prueba de polvo, simple y sencillamente no podrían respirar porque no existen los ventiladores o son insuficientes o no están conectados y el ambiente se vuelve asfixiante”.

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