¡Con este desmadre, el PAN chingó a su madre!: Rubén Navarro
¡Con este desmadre, el PAN chingó a su madre!
Rubén Navarro
“A mi me sacan de aquí al hospital… o al panteón”, dijo María del Rocío Higuera. Y así fue como sucedió, pues al cumplir 20 días de huelga de hambre, se la llevaron (llorando) a la clínica 26 del IMSS porque se puso muy mala al bajarle la presión. “Me quedé en mi casa con 56 años de edad y sin trabajo. A esta edad ¿quién me va a emplear?” María del Rocío es madre soltera de 4 hijos, y se sumó a la huelga de hambre a pesar de que sus hijos no estaban de acuerdo, pero ella dice que al cerrar Calderón Luz y Fuerza fue orillada a declararse en huelga de hambre porque, “le quitó todo lo que tenía”, menos la dignidad.
“¿Hasta cuando saldré de aquí?” pregunta Miguel Angel, otro huelguista, y enseguida el mismo se responde:“Hasta que pierda la conciencia”.
Martín Mendiola reta a Javier Lozano, el nefasto Secretario del Trabajo del gabinete calderonista: “Quiero ver a Lozano que se reviente la madre conmigo juntando línea viva, haciendo un trabajo de alto riesgo, donde si cometemos un error y si bien nos va, nos morimos, y si no, quedamos sin piernas o brazos”. Martín, de 53 años, quien durante más de 20 años instaló postes de luz y que sólo le faltaban 4 años para jubilarse, ganaba 250 pesos diarios poniendo en riesgo su vida, él asegura con profunda convicción: “Estaré aquí hasta las últimas consecuencias”.
Luis Martínez Monroy de 55 años de edad, dice: “Mi salud ya esta en riesgo desde el 11 de octubre cuando Calderón me quitó mi trabajo” y agrega: “Nunca falté a mi trabajo, ni tuve problemas con los usuarios, era honrado y cumplido”. Luis, quien lleva 30 días en huelga de Hambre pregunta indignado: “¿Por qué me quitaron mi trabajo?”
Son estas algunas de las declaraciones de los electricistas perjudicados con el cierre de Luz y Fuerza del Centro (LFC) quienes se encuentran en huelga de hambre, como reportan Alejandro Saldívar y Rosalía Vergara en el número 1752 de la revista Proceso. Ellos también nos informan sobre la salud de los huelguistas, según la opinión de los médicos:
“Están en riesgo de muerte. Entre más días dure la huelga, hay más peligro” alerta Adriana García Reza, una de las doctoras voluntarias que prestan servicio en el campamento instalado en el Zócalo de la ciudad de México. En tanto el doctor Alfredo Verdiguel, jubilado de LFC, advierte que no aguantarán otro mes sin alimento, pues podrían infartarse, sufrir insuficiencia renal o quedarse inconscientes.
Mientras la salud de los huelguistas empeora, los mafiosos de la Suprema Corte de inJusticia de la Nación (SCJN), amenazan con “resolver” el caso hasta el mes de julio, por lo que a nadie le debe caber la menor duda que a estos señores les vale madre la vida de los trabajadores, como tampoco les preocupan las protestas que diariamente hacen cientos de trabajadores y las personas solidarias que marchan en pro de la huelga de hambre.
Así las cosas, vale hacerles extensiva a los ministros la consigna que el SME expresa en una manta colgada en el zócalo y que dice: “Calderón: Tú puedes evitar un movimiento social ¡Renuncia!”
¡Con este desmadre, el PAN chingó a su madre! Se les escucha gritar a los manifestantes. “¡Calderón culero, devuélveme mi empleo!” “¡Culero! culero! culero!”
Corean los electricistas.
navarrorubn@yahoo.com.mx
Fuente
Rubén Navarro
“A mi me sacan de aquí al hospital… o al panteón”, dijo María del Rocío Higuera. Y así fue como sucedió, pues al cumplir 20 días de huelga de hambre, se la llevaron (llorando) a la clínica 26 del IMSS porque se puso muy mala al bajarle la presión. “Me quedé en mi casa con 56 años de edad y sin trabajo. A esta edad ¿quién me va a emplear?” María del Rocío es madre soltera de 4 hijos, y se sumó a la huelga de hambre a pesar de que sus hijos no estaban de acuerdo, pero ella dice que al cerrar Calderón Luz y Fuerza fue orillada a declararse en huelga de hambre porque, “le quitó todo lo que tenía”, menos la dignidad.
“¿Hasta cuando saldré de aquí?” pregunta Miguel Angel, otro huelguista, y enseguida el mismo se responde:“Hasta que pierda la conciencia”.
Martín Mendiola reta a Javier Lozano, el nefasto Secretario del Trabajo del gabinete calderonista: “Quiero ver a Lozano que se reviente la madre conmigo juntando línea viva, haciendo un trabajo de alto riesgo, donde si cometemos un error y si bien nos va, nos morimos, y si no, quedamos sin piernas o brazos”. Martín, de 53 años, quien durante más de 20 años instaló postes de luz y que sólo le faltaban 4 años para jubilarse, ganaba 250 pesos diarios poniendo en riesgo su vida, él asegura con profunda convicción: “Estaré aquí hasta las últimas consecuencias”.
Luis Martínez Monroy de 55 años de edad, dice: “Mi salud ya esta en riesgo desde el 11 de octubre cuando Calderón me quitó mi trabajo” y agrega: “Nunca falté a mi trabajo, ni tuve problemas con los usuarios, era honrado y cumplido”. Luis, quien lleva 30 días en huelga de Hambre pregunta indignado: “¿Por qué me quitaron mi trabajo?”
Son estas algunas de las declaraciones de los electricistas perjudicados con el cierre de Luz y Fuerza del Centro (LFC) quienes se encuentran en huelga de hambre, como reportan Alejandro Saldívar y Rosalía Vergara en el número 1752 de la revista Proceso. Ellos también nos informan sobre la salud de los huelguistas, según la opinión de los médicos:
“Están en riesgo de muerte. Entre más días dure la huelga, hay más peligro” alerta Adriana García Reza, una de las doctoras voluntarias que prestan servicio en el campamento instalado en el Zócalo de la ciudad de México. En tanto el doctor Alfredo Verdiguel, jubilado de LFC, advierte que no aguantarán otro mes sin alimento, pues podrían infartarse, sufrir insuficiencia renal o quedarse inconscientes.
Mientras la salud de los huelguistas empeora, los mafiosos de la Suprema Corte de inJusticia de la Nación (SCJN), amenazan con “resolver” el caso hasta el mes de julio, por lo que a nadie le debe caber la menor duda que a estos señores les vale madre la vida de los trabajadores, como tampoco les preocupan las protestas que diariamente hacen cientos de trabajadores y las personas solidarias que marchan en pro de la huelga de hambre.
Así las cosas, vale hacerles extensiva a los ministros la consigna que el SME expresa en una manta colgada en el zócalo y que dice: “Calderón: Tú puedes evitar un movimiento social ¡Renuncia!”
¡Con este desmadre, el PAN chingó a su madre! Se les escucha gritar a los manifestantes. “¡Calderón culero, devuélveme mi empleo!” “¡Culero! culero! culero!”
Corean los electricistas.
navarrorubn@yahoo.com.mx
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