Grave violación de Calderón en materia de ascensos militares
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 12
El Senado de la República formuló ayer una “protesta enérgica” al presidente Felipe Calderón por entregar insignias a 117 elementos de la Armada de México, entre ellos a 10 almirantes, antes de que el Senado hubiera ratificado los grados, lo cual significa una “grave violación” al procedimiento constitucional en materia de ascensos militares.
En la sesión del jueves pasado, la bancada de Acción Nacional rompió el quórum para evitar que se discutiera ese punto, a propuesta del perredista Pablo Gómez Álvarez, pero ayer los blanquiazules ya no pudieron frenar el debate y al final PRI, PRD, PT y Verde Ecologista sumaron sus votos para que se aprobara por 49 sufragios contra 41 el reclamo a Calderón.
Gómez Álvarez recalcó que al Ejecutivo federal “ya se le ha hecho costumbre pasar por encima del Senado de la República”, pues no sólo mandó con retraso la propuesta de ascensos en la Armada, que el pasado día 20 entregó, sino que en el caso de los miembros del Ejército ya promovidos, ni siquiera ha hecho llegar la solicitud de ratificación a esa cámara.
“Estoy de acuerdo en que el Senado le tenga miedo a las fuerzas armadas, por si acaso; pero una cosa muy diferente es solapar las violaciones del Ejecutivo a la Constitución y las ofensas al Senado”, insistió.
El senador del Revolucionario Institucional Francisco Arroyo Vieyra propuso formular la protesta dirigida a Calderón, que el presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones, sometió a votación. En cuanto el secretario del órgano legislativo, el panista Adrián Rivera, vio los resultados tan apretados, dijo de inmediato que no se aprobaba.
“¡Sí se aprueba, que se repita la votación!”, ordenó Beltrones, quien pidió poner atención a esa “propuesta” de la Junta de Coordinación Política.
Sin embargo, José González Morfín, del PAN, lo refutó, pero el priísta pidió a los coordinadores pronunciarse, por lo que tanto Carlos Navarrete como Ricardo Monreal lo respaldaron.
Junto con la severa “protesta”, el Senado aprobó de manera unánime la gran mayoría de los ascensos, excepto el de Wilfrido Robledo Madrid, promovido a almirante, que pasó con votación dividida, porque fue objetado por el PRD, debido a que tiene más de 30 años fuera de la Marina y está dedicado a tareas policiacas, donde obtuvo mejores ingresos, así como por su historial de violación a los derechos humanos.
El último cargo de Robledo Madrid en la Armada fue de ayudante del entonces presidente Luis Echeverría, luego del cual se fue a Tabasco, donde asumió la titularidad de la Dirección de Seguridad Pública; desde entonces no ha regresado a la Marina.
¿Por qué, entonces, va a ser almirante? ¿Por qué va a tener el mismo grado que los altos jefes de la Marina, que los demás almirantes que han estado ahí jugándosela?, preguntó Gómez, quien afirmó que “es una leperada” autorizar ese ascenso.
Otro perredista, Máximo García Zalvidea, hizo un recuento de las violaciones a los derechos humanos que cometió Robledo Madrid durante la ocupación de San Salvador Atenco, en 2006. No obstante, PRI y PAN aprobaron la ratificación del ahora almirante.
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Periódico La Jornada
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 12
El Senado de la República formuló ayer una “protesta enérgica” al presidente Felipe Calderón por entregar insignias a 117 elementos de la Armada de México, entre ellos a 10 almirantes, antes de que el Senado hubiera ratificado los grados, lo cual significa una “grave violación” al procedimiento constitucional en materia de ascensos militares.
En la sesión del jueves pasado, la bancada de Acción Nacional rompió el quórum para evitar que se discutiera ese punto, a propuesta del perredista Pablo Gómez Álvarez, pero ayer los blanquiazules ya no pudieron frenar el debate y al final PRI, PRD, PT y Verde Ecologista sumaron sus votos para que se aprobara por 49 sufragios contra 41 el reclamo a Calderón.
Gómez Álvarez recalcó que al Ejecutivo federal “ya se le ha hecho costumbre pasar por encima del Senado de la República”, pues no sólo mandó con retraso la propuesta de ascensos en la Armada, que el pasado día 20 entregó, sino que en el caso de los miembros del Ejército ya promovidos, ni siquiera ha hecho llegar la solicitud de ratificación a esa cámara.
“Estoy de acuerdo en que el Senado le tenga miedo a las fuerzas armadas, por si acaso; pero una cosa muy diferente es solapar las violaciones del Ejecutivo a la Constitución y las ofensas al Senado”, insistió.
El senador del Revolucionario Institucional Francisco Arroyo Vieyra propuso formular la protesta dirigida a Calderón, que el presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones, sometió a votación. En cuanto el secretario del órgano legislativo, el panista Adrián Rivera, vio los resultados tan apretados, dijo de inmediato que no se aprobaba.
“¡Sí se aprueba, que se repita la votación!”, ordenó Beltrones, quien pidió poner atención a esa “propuesta” de la Junta de Coordinación Política.
Sin embargo, José González Morfín, del PAN, lo refutó, pero el priísta pidió a los coordinadores pronunciarse, por lo que tanto Carlos Navarrete como Ricardo Monreal lo respaldaron.
Junto con la severa “protesta”, el Senado aprobó de manera unánime la gran mayoría de los ascensos, excepto el de Wilfrido Robledo Madrid, promovido a almirante, que pasó con votación dividida, porque fue objetado por el PRD, debido a que tiene más de 30 años fuera de la Marina y está dedicado a tareas policiacas, donde obtuvo mejores ingresos, así como por su historial de violación a los derechos humanos.
El último cargo de Robledo Madrid en la Armada fue de ayudante del entonces presidente Luis Echeverría, luego del cual se fue a Tabasco, donde asumió la titularidad de la Dirección de Seguridad Pública; desde entonces no ha regresado a la Marina.
¿Por qué, entonces, va a ser almirante? ¿Por qué va a tener el mismo grado que los altos jefes de la Marina, que los demás almirantes que han estado ahí jugándosela?, preguntó Gómez, quien afirmó que “es una leperada” autorizar ese ascenso.
Otro perredista, Máximo García Zalvidea, hizo un recuento de las violaciones a los derechos humanos que cometió Robledo Madrid durante la ocupación de San Salvador Atenco, en 2006. No obstante, PRI y PAN aprobaron la ratificación del ahora almirante.
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