Parlamento de Chipre rechaza aplicar impuesto a los ahorros
Libre Red
Una abrumadora mayoría de los diputados chipriotas ha rechazado el suavizado impuesto que pretendía penalizar a los ahorristas. De hecho ninguno votaba a favor de la propuesta.
A las afueras del parlamento de Chipre, centenares de manifestantes se concentraban para rechazar el polémico rescate del que, hasta ahora, ni la Unión Europea (UE) ni el propio gobierno de chipriota han querido asumir su autoría intelectual, aunque Bruselas ha intentado desmarcarse de las condiciones inicialmente planteadas y, finalmente, ha recomendado a Nicosia evitar quitas a los pequeños depósitos.
El gobierno del presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, electo hace menos de un mes, ha desoído las recomendaciones europeas y ha intentado fijar el gravamen al ahorro privado, a partir de 20.000 euros.
Esto, a pesar de no contar con una mayoría parlamentaria y de levantar el recelo de sus socios europeos que tras el giro de timón de Bruselas han defendido a ultranza la posición del Eurogrupo. “Los depósitos inferiores a 100.000 euros son sagrados”, ha dicho el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, quien ha recordado que esta cuantía está garantizada para todos los ahorristas de la zona Euro de acuerdo a la legislación comunitaria.
A la espera de lo que finalmente ocurra, el presidente Anastasiadis ha convocado este miércoles a los principales partidos para tratar de alcanzar un acuerdo político “in extremis” que defina la hoja de ruta a seguir en Chipre durante los próximos días. En caso de no alcanzar un pacto sería inviable que las entidades financieras reabran sus puertas el próximo jueves, tal y como lo ordenó el Banco Central chipriota el pasado lunes, por lo que no se descartar que sea pospuesta la apertura de los bancos hasta que haya fumata blanca en el parlamento.
Mientras tanto crece el nerviosismo entre los ahorristas del país mediterráneo que se ven limitados a retirar un máximo de 1.000 euros diarios en efectivo y no tiene la posibilidad de hacer transferencias electrónicas. Lo que en el terreno se traduce en un “corralito” financiero, algo que, por primera vez, ocurre en la zona euro y que recuerda la crisis social que generó en la Argentina de principios de siglo.
La volatilidad de las condiciones impuestas a Chipre genera incertidumbre sobre las razones para formular el inédito rescate que prescinde de medidas aplicadas con anterioridad en países rescatados (Grecia, Portugal, Irlanda y España) como la reducción del gasto público y la aplicación de nuevos impuestos, para decantarse por la vía rápida que supondría la quita de una parte de los ahorros registrados en el sistema financiero.
El llamado efecto contagio ya ha teñido de rojo la totalidad de las bolsas europeas que han reaccionado con total histeria ante la incertidumbre que sigue abierta desde Nicosia. Sin duda, un nuevo capítulo de inestabilidad en la moneda común que mostrará su peor cara en la reapertura de los bancos chipriotas cuando, previsiblemente, miles de ahorristas acudirán en estampida a retirar su dinero. Más bien, lo que quede de él.
RNV
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Todas las miradas europeas tenían la vista puesta este martes en Nicosia donde el parlamento votaba por segunda vez, en menos de tres días, las condiciones impuestas desde Europa a Chipre para rescatar su sistema financiero que requiere una inyección de capital superior a los 10.000 millones de euros.
Una abrumadora mayoría de los diputados chipriotas ha rechazado el suavizado impuesto que pretendía penalizar a los ahorristas. De hecho ninguno votaba a favor de la propuesta.
A las afueras del parlamento de Chipre, centenares de manifestantes se concentraban para rechazar el polémico rescate del que, hasta ahora, ni la Unión Europea (UE) ni el propio gobierno de chipriota han querido asumir su autoría intelectual, aunque Bruselas ha intentado desmarcarse de las condiciones inicialmente planteadas y, finalmente, ha recomendado a Nicosia evitar quitas a los pequeños depósitos.
El gobierno del presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, electo hace menos de un mes, ha desoído las recomendaciones europeas y ha intentado fijar el gravamen al ahorro privado, a partir de 20.000 euros.
Esto, a pesar de no contar con una mayoría parlamentaria y de levantar el recelo de sus socios europeos que tras el giro de timón de Bruselas han defendido a ultranza la posición del Eurogrupo. “Los depósitos inferiores a 100.000 euros son sagrados”, ha dicho el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, quien ha recordado que esta cuantía está garantizada para todos los ahorristas de la zona Euro de acuerdo a la legislación comunitaria.
A la espera de lo que finalmente ocurra, el presidente Anastasiadis ha convocado este miércoles a los principales partidos para tratar de alcanzar un acuerdo político “in extremis” que defina la hoja de ruta a seguir en Chipre durante los próximos días. En caso de no alcanzar un pacto sería inviable que las entidades financieras reabran sus puertas el próximo jueves, tal y como lo ordenó el Banco Central chipriota el pasado lunes, por lo que no se descartar que sea pospuesta la apertura de los bancos hasta que haya fumata blanca en el parlamento.
Mientras tanto crece el nerviosismo entre los ahorristas del país mediterráneo que se ven limitados a retirar un máximo de 1.000 euros diarios en efectivo y no tiene la posibilidad de hacer transferencias electrónicas. Lo que en el terreno se traduce en un “corralito” financiero, algo que, por primera vez, ocurre en la zona euro y que recuerda la crisis social que generó en la Argentina de principios de siglo.
La volatilidad de las condiciones impuestas a Chipre genera incertidumbre sobre las razones para formular el inédito rescate que prescinde de medidas aplicadas con anterioridad en países rescatados (Grecia, Portugal, Irlanda y España) como la reducción del gasto público y la aplicación de nuevos impuestos, para decantarse por la vía rápida que supondría la quita de una parte de los ahorros registrados en el sistema financiero.
El llamado efecto contagio ya ha teñido de rojo la totalidad de las bolsas europeas que han reaccionado con total histeria ante la incertidumbre que sigue abierta desde Nicosia. Sin duda, un nuevo capítulo de inestabilidad en la moneda común que mostrará su peor cara en la reapertura de los bancos chipriotas cuando, previsiblemente, miles de ahorristas acudirán en estampida a retirar su dinero. Más bien, lo que quede de él.
RNV
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