México: Humberto Montes de Oca analiza las históricas elecciones del SME y la actualidad del continente

México: Humberto Montes de Oca analiza las históricas elecciones del SME y la actualidad del continente

Entrevista de Prensa ESNA al dirigente del SME
Bajo estrictas condiciones sanitaria, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) acaba de realizar unas históricas y masivas elecciones del sindicato para el período 2020-2025 en medio de una creciente intromisión en la vida interna sindical del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Prensa ESNA entrevistó a José Humberto Montes de Oca, encargado de las Relaciones Internacionales del SME, un sindicato fuerte en México que pertenece a la Nueva Central de Trabajadores Mexicanos/as (NCT) y al Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA). El dirigente realizó un balance de estas particulares elecciones y analizó los desafíos del movimiento obrero mexicano y de Nuestra América.
En las elecciones fue reelegido Martín Esparza Flores como su secretario general. En el proceso electoral participaron más de 15.000 trabajadores y trabajadoras del SME.
Montes de Oca señaló que “nuestro proceso electoral fue ejemplar. No solo porque se desarrolló de principio a fin con estricto cumplimiento a la Ley Federal del Trabajo y nuestros estatutos vigentes, también lo fue porque se celebró en medio de la emergencia sanitaria del COVID-19 sin poner en riesgo la salud de nuestros agremiados”. Y añadió que desde la Nueva Central de Trabajadores impulsa la suspensión del pago de la deuda externa.
Además, remarcó: “Me parece que el ESNA debe reagruparse para replantearse sus nuevas tareas. El proceso de reactivación económica pone a prueba al conjunto del movimiento sindical democrático en el mundo. ¿Qué papel van a jugar los sindicatos?”.
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A modo de balance, ¿qué dejaron las elecciones del SME?
El proceso electoral se convirtió en una jornada de lucha por la defensa de nuestra autonomía sindical en medio de la creciente intromisión del gobierno de AMLO en nuestra vida interna. El presidente se ha impuesto el “deber moral e histórico de ayudar a la democratización del SME” alentando la actividad de los grupos disidentes a quienes ha dado interlocución directa con dependencias gubernamentales sin tener representatividad legal y legitimidad jurídica.
Los grupos disidentes son aquellos ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que en 2009-2010 renunciaron a la protección del Sindicato, se desistieron de las demandas que el SME interpuso en su defensa, violaron los acuerdos de la Asamblea del 11 de Octubre y dejaron de hacer vida sindical desde entonces. Ahora estos grupos alentados por una serie de desafortunadas declaraciones del Presidente pretenden tomar el control de nuestra organización.
En este contexto nuestro proceso electoral fue ejemplar. No solo porque se desarrollo de principio a fin con estricto cumplimiento a la Ley Federal del Trabajo y nuestros estatutos vigentes, también lo fue porque se celebró en medio de la emergencia sanitaria del COVID-19 sin poner en riesgo la salud de nuestros agremiados para lo cual se tomaron estrictas medidas de seguridad que operaron de manera impecable.
El otro elemento para destacar es la afluencia masiva a las urnas de nuestros compañeros miembros activos en resistencia quienes con su voto personal, directo, libre y secreto decidieron por voluntad mayoritaria el triunfo de la Planilla Once de Octubre.
La pretensión de los disidentes fue la de participar como miembros activos en el proceso después de diez años de ausencia. Nosotros no lo permitimos.
Es como si de pronto a los esquiroles -allá en el sur  carneros- les permitieras tomar las riendas de tu sindicato. Eso no puede ser.
¿Qué importancia tuvo el proceso electoral para el movimiento obrero mexicano?
Es un acontecimiento inédito que sacudió las conciencias de muchos. Una decisión propia que rompió con las ataduras de que en las condiciones actuales no se podía celebrar un proceso democrático e incluyente que movilizara a miles de trabajadores para la toma de decisiones.
Muchos dijeron ¡Como se atreven! Nuestros detractores pusieron el grito en el cielo. Las autoridades laborales dijeron si esa es su decisión adelante, aunque no es muy recomendable. Nosotros no nos detuvimos.
Realizamos asambleas representativas concebidas por el propio estatuto sindical, primero en un sistema de circuito cerrado para obtener quorum legal no presencial y más adelante bajo este mismo principio de habilitar salas a distancia interconectadas en tiempo real celebramos dos asambleas online que además fueron transmitidas en forma directa en nuestras plataformas en redes sociales.
Se garantizó la libre expresión de los asambleístas, las propuestas se pusieron a consideración de la Asamblea y al final se votaron para tomar los acuerdos que nos mandataron a celebrar nuestro proceso electoral bajo las condiciones descritas.
Ahora, poco a poco, otros sindicatos van tomando nuestro ejemplo, nos piden asesoría y tienden a dejar la parálisis que el impedimento de la interacción social directa que nos impuso la pandemia.
Nosotros fuimos capaces de celebrar un proceso electoral democrático ejemplar sin ayuda del gobierno y sus imperativos morales ni la partición de quienes traicionaron a nuestro sindicato.
En medio de la pandemia y la intromisión gubernamental, nuestro proceso electoral democrático se convirtió en una gran jornada de lucha de masas que votó a favor de un programa de lucha discutido ampliamente en los centros de trabajo recuperados por la digna resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas. En este programa reivindicamos la recuperación de nuestra zona y materia de trabajo, la refundación autogestiva de nuestra sociedad cooperativa LF del Centro, el impulso a la Nueva Central de Trabajadores clasista y a la izquierda, la expansión sindical para hacerle frente a los contratos de protección patronal que gestionan  las grandes empresas trasnacionales de la energía que invierten en México, aumentar nuestra capacidad de generación eléctrica desde nuestras plantas recuperadas, consolidar nuestro fondo de previsión social para beneficio de nuestras familias, defender nuestra autonomía y libertad sindical y seguir reivindicando al internacionalismo proletario.
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¿En qué etapa está el SME ahora?
Estamos entrando en una nueva fase de nuestra etapa de reconstrucción después del duro golpe que recibimos en el 2009. La etapa de la lucha de resistencia reconfiguró la conciencia política y social de nuestros agremiados, la negociación y sus resultados replantearon nuestras tareas en un nuevo contexto, a partir de ello se diversificaron las vías de la reinserción laboral de nuestros compañeros. Estamos haciendo grandes esfuerzos por reinsertarlos en el cooperativismo o el trabajo asalariado. Para nosotros esta es la gran prioridad de la etapa en curso.
En otro plano, hoy seguimos siendo sindicato, estamos en la economía social y solidaria y tenemos una participación marginal en el mercado eléctrico. Si bien es cierto que sigue siendo indispensable recuperar la soberanía energética de nuestro país, es necesario reconfigurar el programa de los trabajadores ampliar sus horizontes, poner el acento en la lucha anticapitalista en un momento histórico inédito que pone en entredicho todos los basamentos filosóficos, económicos y de dominación del sistema.
¿Cuáles son los desafíos y objetivos del SME para la próxima etapa o el futuro próximo?
En lo inmediato, defender nuestro triunfo electoral de frente a la intromisión gubernamental. Los disidentes están demandando la nulidad del proceso electoral argumentando un fraude por el hecho de que dejaron de ser miembros activos de nuestra organización. Estamos esperando que las autoridades del gobierno nos extiendan la llamada “toma de nota” que no es otra cosa que el reconocimiento oficial de nuestra directiva por las autoridades del trabajo en México.
En este sentido está en curso una jornada de lucha poselectoral en defensa de nuestra autonomía sindical. Otro de los ejes de esta jornada es la lucha por la recuperación de nuestra zona y materia de trabajo. Tenemos un juicio pendiente por la vigencia de un convenio de delimitación de zona de trabajo que si se dictamina vigente nos posibilitaría recuperar dentro del sector público nuestra materia y zona de trabajo. Esta sería una vía de reinserción laboral efectiva y a corto plazo. La resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, el órgano jurisdiccional correspondiente, está pendiente de darse a conocer.
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¿Cuáles son las principales acciones que está llevando adelante la NCT?
Durante el periodo del confinamiento mantuvimos el funcionamiento de las instancias de dirección en forma virtual, en torno a la celebración del Primero de Mayo realizamos una campaña de agitación y denuncia que denominamos:  #nuestrasdemandasnosonvirtuales con un enlace virtual de acciones presenciales en las calles, plazas, muros, centros de trabajo para visibilizar las demandas de los trabajadores mexicanos en varios estados de la república.
Actualmente, ya en la fase actual de la reactivación de la economía y la vida social, estamos impulsando una serie de foros virtuales para darle profundidad a nuestra propuesta programática para el periodo. En estos foros abordamos temas como la suspensión del pago de la deuda externa, la renta básica universal y recientemente las repercusiones de la entrada en vigor del nuevo tratado de libre comercio T-MEC entre México, los Estados Unidos y Canadá.
En política de alianzas, estamos trabajando con un conjunto de organizaciones sociales un proceso de articulación que fortalezca al campo popular de frente a la coyuntura. El gobierno de AMLO ha privilegiado la interlocución con la cúpula empresarial y sectores del sindicalismo corporativo, de ahí, la necesidad de jugar un papel más activo de frente a la política del gobierno.
La reciente visita de AMLO a Donald Trump en Washington D.C. para celebrar la firma del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estado Unidos y Canadá (T-MEC) motivó fuertes críticas de las organizaciones populares que representan a sectores sociales afectados por los 25 años de libre comercio suscritos en el TLCAN y ahora auguran que el nuevo tratado no traerá a futuro nada bueno para la mayoría de los mexicanos.
¿Cómo ves al continente en esta particular etapa que está atravesando en el marco del Covid-19? ¿Hay algún denominador común en esta etapa para los trabajadores y trabajadoras de los distintos países de Nuestra América?
Sí, creo que hay un interés común de que las cosas cambien.
Paradójicamente, la reflexión crítica del movimiento social y la izquierda en general es fruto fértil del paro forzoso al que nos obligó la pandemia. En línea, existe una actividad reflexiva muy amplia en el esfuerzo de procrear un pensamiento crítico alternativo que nos lleve a una rearticulación de las fuerzas democráticas y revolucionarias a nivel no solo continental incluso mundial. Existen iniciativas que apuntan en esa dirección. En ese sentido, me parece que el Encuentro Sindical Nuestra América debe reagruparse para replantearse sus nuevas tareas.
Me parece que el proceso de reactivación económica pone a prueba al conjunto del movimiento sindical democrático en el mundo ¿Qué papel van a jugar los sindicatos?  ¿Simplemente van a suscribir acuerdos para reactivar la economía capitalista o vamos a plantear cambios estructurales que de fondo cuestionen la naturaleza expoliadora del sistema?
Prensa ESNA

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