El taxi, tabla de salvación para profesionistas, amas de casa y ex trabajadores de LFC
Laura Gómez Flores
Periódico La Jornada
Martes 30 de marzo de 2010, p. 32
El taxi se convirtió en refugio o tabla de salvación para profesionistas, amas de casa y, más recientemente, ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC), que encontraron en este medio de transporte una forma de salir adelante o completar sus ingresos, señaló la directora del Centro para el Fomento de la Educación y Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México (Cenfes), Rocío Mejía Flores.
La crisis económica provocó que en los meses recientes decenas de personas de entre 18 y 80 años de edad se incorporarán a este sector “pulverizado y ninguneado”, ante el continúo cierre de empresas, despidos o rotación de personal, aunque su número fue menor respecto del universo de solicitantes, al presentar problemas de obesidad, sobrepeso, presión alta, colesterol y/o consumir mariguana o cocaína.
La evaluación médica integral que se les realiza en el módulo de la Secretaría de Transporte y Vialidad de El Coyol permitió detectar esos problemas y canalizarlos a instituciones de salud acreditadas para atenderse o integrarse a un proceso de rehabilitación.
Los que cumplieron con su tratamiento pudieron continuar su proceso de capacitación en desarrollo humano, educación vial, funcionamiento de los vehículos, salud laboral y normatividad, en el módulo de La Virgen, y de habilidades en el paradero de Santa Anita, donde algunos de los aspirantes tuvieron que presentarlo hasta tres veces, sin costo extra.
Hasta el momento, destacó, 76 mil 738 operadores de taxis, colectivos, especializados, carga, transporte escolar y de valores –de un total de 250 mil– han cumplido con este proceso para obtener su licencia tarjetón, que les ha implicado “estar en las aulas entre ocho y 14 horas, dependiendo si se trata de su expedición por primera vez o revalidación, y un pago promedio de tres mil pesos entre derechos y evaluaciones”.
Con ello se garantiza que son aptos para conducir y reducir el número de accidentes viales, lo cual se ha logrado, y el primer grupo de taxistas egresados de este sistema de valoración pionero en el país, que regresará en octubre por su nuevo tarjetón, podrá acceder a una certificación de competencia laboral, documento que “les permitirá ingresar a una empresa o simplemente que su labor de 10 o 25 años sea reconocida por las autoridades”.
En muchos casos, comentó, “ser taxista es una tradición familiar, en otros una necesidad para salir adelante, ante la falta de oportunidades en el mercado laboral, por falta de experiencia o estudios, pues 67 por ciento cuentan con primaria y secundaria; 25 por ciento, preparatoria, y sólo ocho por ciento tiene una carrera técnica o universitaria, y requieren completar sus ingresos”.
Tan sólo en los meses recientes se detectó un número importante de ex trabajadores de Luz y Fuerza que solicitaron su licencia tarjetón, para conducir un taxi, que “se ha convertido en un escape laboral para cientos de personas, lo que nos obliga a elevar su autoestima. Estar detrás del volante hasta 18 horas al día ha permitido a cientos de familias que dependen de esta actividad darles una carrera a sus hijos y permitirles que sobresalgan en el ámbito financiero, cultural o industrial. Por lo que no debe ser ninguneada nunca mas”, afirmó.
Fuente
Periódico La Jornada
Martes 30 de marzo de 2010, p. 32
El taxi se convirtió en refugio o tabla de salvación para profesionistas, amas de casa y, más recientemente, ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC), que encontraron en este medio de transporte una forma de salir adelante o completar sus ingresos, señaló la directora del Centro para el Fomento de la Educación y Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México (Cenfes), Rocío Mejía Flores.
La crisis económica provocó que en los meses recientes decenas de personas de entre 18 y 80 años de edad se incorporarán a este sector “pulverizado y ninguneado”, ante el continúo cierre de empresas, despidos o rotación de personal, aunque su número fue menor respecto del universo de solicitantes, al presentar problemas de obesidad, sobrepeso, presión alta, colesterol y/o consumir mariguana o cocaína.
La evaluación médica integral que se les realiza en el módulo de la Secretaría de Transporte y Vialidad de El Coyol permitió detectar esos problemas y canalizarlos a instituciones de salud acreditadas para atenderse o integrarse a un proceso de rehabilitación.
Los que cumplieron con su tratamiento pudieron continuar su proceso de capacitación en desarrollo humano, educación vial, funcionamiento de los vehículos, salud laboral y normatividad, en el módulo de La Virgen, y de habilidades en el paradero de Santa Anita, donde algunos de los aspirantes tuvieron que presentarlo hasta tres veces, sin costo extra.
Hasta el momento, destacó, 76 mil 738 operadores de taxis, colectivos, especializados, carga, transporte escolar y de valores –de un total de 250 mil– han cumplido con este proceso para obtener su licencia tarjetón, que les ha implicado “estar en las aulas entre ocho y 14 horas, dependiendo si se trata de su expedición por primera vez o revalidación, y un pago promedio de tres mil pesos entre derechos y evaluaciones”.
Con ello se garantiza que son aptos para conducir y reducir el número de accidentes viales, lo cual se ha logrado, y el primer grupo de taxistas egresados de este sistema de valoración pionero en el país, que regresará en octubre por su nuevo tarjetón, podrá acceder a una certificación de competencia laboral, documento que “les permitirá ingresar a una empresa o simplemente que su labor de 10 o 25 años sea reconocida por las autoridades”.
En muchos casos, comentó, “ser taxista es una tradición familiar, en otros una necesidad para salir adelante, ante la falta de oportunidades en el mercado laboral, por falta de experiencia o estudios, pues 67 por ciento cuentan con primaria y secundaria; 25 por ciento, preparatoria, y sólo ocho por ciento tiene una carrera técnica o universitaria, y requieren completar sus ingresos”.
Tan sólo en los meses recientes se detectó un número importante de ex trabajadores de Luz y Fuerza que solicitaron su licencia tarjetón, para conducir un taxi, que “se ha convertido en un escape laboral para cientos de personas, lo que nos obliga a elevar su autoestima. Estar detrás del volante hasta 18 horas al día ha permitido a cientos de familias que dependen de esta actividad darles una carrera a sus hijos y permitirles que sobresalgan en el ámbito financiero, cultural o industrial. Por lo que no debe ser ninguneada nunca mas”, afirmó.
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