La canija legitimidá de don Jelipe
Si alguien ubicado en la cresta del organigrama de Polakia, públicamente confesara, que en lo que lleva en el puesto seis millones más de sus “gobernados” se agregan a la literal vacuidad de la pobreza extrema, al vacío sin retóricas de la más aguda depauperación, en la que sólo abundan los abismos: en estómagos, en bolsillos, en el horizonte mismo desocupado de colores... el confesado -en laica penitencia- sin argucias leguleyas, ipso facto, es decir, con la rapidez exigida por lo dicho en el secular confesionario... dejaría el puesto en un acto de reservarse a sí mismo para la historia aunque sea una pizcachita de honorabilidad.
Vastedad de fakires involuntarios
Micrófonos y páginas recopilaron esa confesión de don Jelipe sin la posterior revelación de su salida, ni el Congreso sesionó “en extraordinario” ante tamaña confesadota, menos aún la globolizadora obesidad de la Suprema Corte de “Justicia” abrió una “disquisición” entre aperitivos a fin de siquiera expresar en comentarios de sobremesa, cómo un titular del Ejecutivo Federal, literalmente confeso en una conferencia de prensa, “revela” que a la mitad de su sexenio ¡seis millones! de mexicanos se han adicionado a las miríadas del hambre, a la estereofónica desolación de las entrañas... sin que adjunte a ese confesar su adiós por incompetencia, sin que algún reportero le pregunte el porqué de permanecer después de lo confesado, que en otro sitial desmoronaría un gobierno completito cual cocada triturada en crispación.
Don Jelipe y su “team” económico, ex condiscípulos suyos de la Escuela Libre de Derecha, “explican” la “pobretud” que casi encaja estadística en sinonimia de religión: propiedad privada, sólo que en gramatical inversión, la pobreza está privada de propiedad.
La pobreza, añaden aquellos hijos putativos de Milton Friedman, amén de significar carencia de techo digno, vestido, educación, expectativas... es el hábito del apetito insatisfecho, comer de a poquito, aunque el grueso y el delgado chillen todos los desiertos.
Asimismo, la “pobretud” posee graduaciones de aquelarre. Don Jelipe y asociados lo ilustraron con harta claridá: la pobreza extrema o los pobres de los pobres, los reclutados en las hileras interminables de la miseria más abarcadora... “Deben sacrificar una de las comidas”, esto es, según el “didactismo” calderoniano, comer todavía más de a poquito, no echarle agua a lo plurales frijoles, sino al solitario frijolito que haga ilusionar una frijolada. Qué eficiencia neoliberal en la creación de una vastedad de fakires involuntarios.
Necedad y nece(si)dad
Lo confesionalmente manifestado no es incompetencia ni necedad: nece(si)dad sí, búsqueda ilocalizable de la canija legitimidá de don Jelipe. Los seis millones sumados y sumidos en macabra sumatoria se originan en una decisión política, en no enviar iniciativas que generen malestar en tiburones de bombín, en no mover ni en telekinesis el “régimen de consolidación” con que Luis Echeverría quiso congraciarse con propietarios de cachete abundante, ruégales el señor Calderón la bondá de aportar caritativos un cachito más del uno por ciento y piquito que “pagan” de impuestos, implora a trasnacionales, consorcios y monopolios tengan a bien no ensartar tanto sus manicuradísimas uñotas en el IVA ni dobletear libros contables que puros re-cuentos cuentan.
Ruego e imploración más desoídos que chiflidos de una estatua. Magnates de la televisión; el señor Slim; Alfa; Gigante; Claudio X. González y Eduardo Bours, representante de trasnacional aquél, huevero local éste, el par “asesores” de don Carlos durante la usurpación salinera, con un salario de obelisco a costillas adánicas del erario; ICA; Cemex; la minita del señor Larrea que también utiliza su negociazo de tumba y cementerio; Bimbo del extremoderechoso ‘ñor Servitje que introdujo a doña Marinela con todo y su gansito al bisnes ultraganancioso del Museo Papalote... Esta es una partecita de la oligárquica nomenclatura a la que devoto sirve don Jelipe, con la mismita beatitú de sus antecesores, lista en un texto encuerador de Francisco Medina, publicado el 13 de febrero anterior en Punto Crítico, redacción que recoge las palabras de un ex procurador fiscal -Gabriel Reyes- el cual expone que si a esas y otras empresas de tan desmesurada dimensión “... se les obligara a pagar como a cualquier contribuyente, se recaudarían al año 700 mil millones de pesos extraordinarios”, el subrayado es del retobador, pero lo embolsado es de los cacomixtles de frac.
Qué competente incompetencia
El subcabezal no es retruécano ni ansia de indagarle acrobacias a la gramática: competencia-incompetencia no es ningún florilegio a la contradicción: se halla en la percudida “dialéctica” de la grilla, es una voluntá gubernamental, la resolución política de servir a los cuantitos y hervir a los muchotes, la resolución política de oficiar con todo y gabinete en subordinación gerencial al crematístico patronazgo de acá y, sobre todo, de acullá. En los seis millones más de insertos a fortiori en el fakirismo... esta práctica “macroeconómica” es pa’allegarse la canija legitimidá, manquea na’más sea la de los poquitos-poquiteros.
Incompetencia-competente la de don Jelipe, militarizar al país, pese a las cotidianas pirámides de la muerte y demandas por la conculcación a prerrogativas fundamentales que por centenares y centenares se registran contra soldados y marinos, pero en aras de la canija legitimidá, inspirado en Bush padre y particularmente en Bush jijo, el señor Calderón envía reformas tendientes a legalizar el castrense atropello a derechos humanos, tal y como hiciera Mr. George W., quien pretendía que a la tortura le borraran constitucionalmente el feo remoquete de ilegalidad.
Don Jelipe sabe que la milicia en las calles no soluciona el trafico de drogas, sabedor además es del riesgo que políticamente representa un sembradío de bayonetas en las aceras... empero, cree saber más todavía que ordenar con públicos aspavientos de “mandón”... el desacuartelamiento de las fuerzas armadas le abona cupones de canija legtimidá, pese al costo mismo del ridículo, disfrazado con uniforme extralarge de generalote cinco estrellas.
A falta de musas... musolinianos musos
La siniestra inspiración pro castrense le provino de Salinas de Gortari, el que en la usurpadora asunción del Ejecutivo Federal -por primera ocasión- para sí se preparara un desfile militar, a fin de que la ciudadanía que en los más altos porcentajes en urnas lo botó... viera y previera de qué lado estaban las balas, con todo y que la mayor parte de los soldados al ingeniero Cárdenas lo votó, como si don Lázaro resucitase sin lectura del Nuevo Testamento. Canija legitimidá encañonadora de sir Charlie y don Jelipe.
No derecho pero sí a la derecha, siempre se ha acomodado el señor Calderón, sin embargo, el puesto-impuesto en que mero arribota lo encaramaron, lo copa de subalternos de la extrema diestra en una competente-incompetencia no carente para el mismito don Jelipe de aristas bien filosas, verbigracia, el nombramiento del “procurador” Arturo Chávez, aprendiz aventajado de las enseñanzas más rancias del fachismo autóctono, denunciado hasta el desgañitamiento por ONG’S, víctimas de torturadores, madres de las muertas de Juárez... durante la etapa de don Arturo en el gobierno de Chihuahua, uno de los tantos sitiales donde al morador de Los Pinos abuchearon con silbatina de ventisca.
¿Bajo qué... o bajo quién actúa don Jelipe para arriesgarse a tanta chifladera? ¿Qué... o quién lo hace dar “encomiendas” como la de Gobernación al señor Gómez, alférez de don Diego? ¿Qué... o quién lo orilló a re-vestir a Luis Téllez de carnavalesco portavoz para “informar” la “causa” del “accidente” en que pereció el señor Mouriño junto a otras personas? ¿Qué... o quién lo forzó a designar para tamaño papel-papelazo a Luisito-Tartufito, re-conocidísimo por alquilar a trasnacionales su orejita de harto pedigrí cada que lo ponen a espiar en puestos gubernamentales, pa’lueguito rescatarlo en la Bolsa “Mexicana” de Valores, catalogada mágico puerto sin mar... porque allí diario se construye un atracadero?
La competente-incompetencia de don Jelipe, en efecto, no es otra cosa que oxímoron, contradicción preelaborada, ramplona tesis-antítesis sin síntesis ni Hegel... el aferrarse al asidero de la canija legitimidá, esa es la razón, o mejor dicho esa es la sinrazón, de que promueva a virreinatos a quienes no hace mucho fustigó de corruptos, verbigracia, el elbaesteriano Miguel Ángel Yúnez, vinculado por diversos reportes periodísticos a menesteres de narcotráfico y pederastia. ¿Qué... o quién le impone ese des(a)tino? ¿La señito Gordillo que jura hasta el perjurio estar a dieta?
Seis millones más no al Cañón del Sumidero sino al cañón sumidero que zapa don Jelipe. Decapitados, emasculaciones, asesinatos rutinarios a granel, desempleo...Irse sería la salida sin pleonasmos pa’salvar alguito de lo suyo en los tecleados oficios de la memoria. ¿Qué... o quién lo “fuerza” a seguir aferrado al lúgubre asidero de su canija legitmidá?
Shiftybos
SIPREQ CORP.
Vastedad de fakires involuntarios
Micrófonos y páginas recopilaron esa confesión de don Jelipe sin la posterior revelación de su salida, ni el Congreso sesionó “en extraordinario” ante tamaña confesadota, menos aún la globolizadora obesidad de la Suprema Corte de “Justicia” abrió una “disquisición” entre aperitivos a fin de siquiera expresar en comentarios de sobremesa, cómo un titular del Ejecutivo Federal, literalmente confeso en una conferencia de prensa, “revela” que a la mitad de su sexenio ¡seis millones! de mexicanos se han adicionado a las miríadas del hambre, a la estereofónica desolación de las entrañas... sin que adjunte a ese confesar su adiós por incompetencia, sin que algún reportero le pregunte el porqué de permanecer después de lo confesado, que en otro sitial desmoronaría un gobierno completito cual cocada triturada en crispación.
Don Jelipe y su “team” económico, ex condiscípulos suyos de la Escuela Libre de Derecha, “explican” la “pobretud” que casi encaja estadística en sinonimia de religión: propiedad privada, sólo que en gramatical inversión, la pobreza está privada de propiedad.
La pobreza, añaden aquellos hijos putativos de Milton Friedman, amén de significar carencia de techo digno, vestido, educación, expectativas... es el hábito del apetito insatisfecho, comer de a poquito, aunque el grueso y el delgado chillen todos los desiertos.
Asimismo, la “pobretud” posee graduaciones de aquelarre. Don Jelipe y asociados lo ilustraron con harta claridá: la pobreza extrema o los pobres de los pobres, los reclutados en las hileras interminables de la miseria más abarcadora... “Deben sacrificar una de las comidas”, esto es, según el “didactismo” calderoniano, comer todavía más de a poquito, no echarle agua a lo plurales frijoles, sino al solitario frijolito que haga ilusionar una frijolada. Qué eficiencia neoliberal en la creación de una vastedad de fakires involuntarios.
Necedad y nece(si)dad
Lo confesionalmente manifestado no es incompetencia ni necedad: nece(si)dad sí, búsqueda ilocalizable de la canija legitimidá de don Jelipe. Los seis millones sumados y sumidos en macabra sumatoria se originan en una decisión política, en no enviar iniciativas que generen malestar en tiburones de bombín, en no mover ni en telekinesis el “régimen de consolidación” con que Luis Echeverría quiso congraciarse con propietarios de cachete abundante, ruégales el señor Calderón la bondá de aportar caritativos un cachito más del uno por ciento y piquito que “pagan” de impuestos, implora a trasnacionales, consorcios y monopolios tengan a bien no ensartar tanto sus manicuradísimas uñotas en el IVA ni dobletear libros contables que puros re-cuentos cuentan.
Ruego e imploración más desoídos que chiflidos de una estatua. Magnates de la televisión; el señor Slim; Alfa; Gigante; Claudio X. González y Eduardo Bours, representante de trasnacional aquél, huevero local éste, el par “asesores” de don Carlos durante la usurpación salinera, con un salario de obelisco a costillas adánicas del erario; ICA; Cemex; la minita del señor Larrea que también utiliza su negociazo de tumba y cementerio; Bimbo del extremoderechoso ‘ñor Servitje que introdujo a doña Marinela con todo y su gansito al bisnes ultraganancioso del Museo Papalote... Esta es una partecita de la oligárquica nomenclatura a la que devoto sirve don Jelipe, con la mismita beatitú de sus antecesores, lista en un texto encuerador de Francisco Medina, publicado el 13 de febrero anterior en Punto Crítico, redacción que recoge las palabras de un ex procurador fiscal -Gabriel Reyes- el cual expone que si a esas y otras empresas de tan desmesurada dimensión “... se les obligara a pagar como a cualquier contribuyente, se recaudarían al año 700 mil millones de pesos extraordinarios”, el subrayado es del retobador, pero lo embolsado es de los cacomixtles de frac.
Qué competente incompetencia
El subcabezal no es retruécano ni ansia de indagarle acrobacias a la gramática: competencia-incompetencia no es ningún florilegio a la contradicción: se halla en la percudida “dialéctica” de la grilla, es una voluntá gubernamental, la resolución política de servir a los cuantitos y hervir a los muchotes, la resolución política de oficiar con todo y gabinete en subordinación gerencial al crematístico patronazgo de acá y, sobre todo, de acullá. En los seis millones más de insertos a fortiori en el fakirismo... esta práctica “macroeconómica” es pa’allegarse la canija legitimidá, manquea na’más sea la de los poquitos-poquiteros.
Incompetencia-competente la de don Jelipe, militarizar al país, pese a las cotidianas pirámides de la muerte y demandas por la conculcación a prerrogativas fundamentales que por centenares y centenares se registran contra soldados y marinos, pero en aras de la canija legitimidá, inspirado en Bush padre y particularmente en Bush jijo, el señor Calderón envía reformas tendientes a legalizar el castrense atropello a derechos humanos, tal y como hiciera Mr. George W., quien pretendía que a la tortura le borraran constitucionalmente el feo remoquete de ilegalidad.
Don Jelipe sabe que la milicia en las calles no soluciona el trafico de drogas, sabedor además es del riesgo que políticamente representa un sembradío de bayonetas en las aceras... empero, cree saber más todavía que ordenar con públicos aspavientos de “mandón”... el desacuartelamiento de las fuerzas armadas le abona cupones de canija legtimidá, pese al costo mismo del ridículo, disfrazado con uniforme extralarge de generalote cinco estrellas.
A falta de musas... musolinianos musos
La siniestra inspiración pro castrense le provino de Salinas de Gortari, el que en la usurpadora asunción del Ejecutivo Federal -por primera ocasión- para sí se preparara un desfile militar, a fin de que la ciudadanía que en los más altos porcentajes en urnas lo botó... viera y previera de qué lado estaban las balas, con todo y que la mayor parte de los soldados al ingeniero Cárdenas lo votó, como si don Lázaro resucitase sin lectura del Nuevo Testamento. Canija legitimidá encañonadora de sir Charlie y don Jelipe.
No derecho pero sí a la derecha, siempre se ha acomodado el señor Calderón, sin embargo, el puesto-impuesto en que mero arribota lo encaramaron, lo copa de subalternos de la extrema diestra en una competente-incompetencia no carente para el mismito don Jelipe de aristas bien filosas, verbigracia, el nombramiento del “procurador” Arturo Chávez, aprendiz aventajado de las enseñanzas más rancias del fachismo autóctono, denunciado hasta el desgañitamiento por ONG’S, víctimas de torturadores, madres de las muertas de Juárez... durante la etapa de don Arturo en el gobierno de Chihuahua, uno de los tantos sitiales donde al morador de Los Pinos abuchearon con silbatina de ventisca.
¿Bajo qué... o bajo quién actúa don Jelipe para arriesgarse a tanta chifladera? ¿Qué... o quién lo hace dar “encomiendas” como la de Gobernación al señor Gómez, alférez de don Diego? ¿Qué... o quién lo orilló a re-vestir a Luis Téllez de carnavalesco portavoz para “informar” la “causa” del “accidente” en que pereció el señor Mouriño junto a otras personas? ¿Qué... o quién lo forzó a designar para tamaño papel-papelazo a Luisito-Tartufito, re-conocidísimo por alquilar a trasnacionales su orejita de harto pedigrí cada que lo ponen a espiar en puestos gubernamentales, pa’lueguito rescatarlo en la Bolsa “Mexicana” de Valores, catalogada mágico puerto sin mar... porque allí diario se construye un atracadero?
La competente-incompetencia de don Jelipe, en efecto, no es otra cosa que oxímoron, contradicción preelaborada, ramplona tesis-antítesis sin síntesis ni Hegel... el aferrarse al asidero de la canija legitimidá, esa es la razón, o mejor dicho esa es la sinrazón, de que promueva a virreinatos a quienes no hace mucho fustigó de corruptos, verbigracia, el elbaesteriano Miguel Ángel Yúnez, vinculado por diversos reportes periodísticos a menesteres de narcotráfico y pederastia. ¿Qué... o quién le impone ese des(a)tino? ¿La señito Gordillo que jura hasta el perjurio estar a dieta?
Seis millones más no al Cañón del Sumidero sino al cañón sumidero que zapa don Jelipe. Decapitados, emasculaciones, asesinatos rutinarios a granel, desempleo...Irse sería la salida sin pleonasmos pa’salvar alguito de lo suyo en los tecleados oficios de la memoria. ¿Qué... o quién lo “fuerza” a seguir aferrado al lúgubre asidero de su canija legitmidá?
Shiftybos
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