Mineros: El hilo se revienta por lo más delgado….
Escrito por Pablo Moctezuma Barragán
Teixitiani 278
www.mexteki.org
Los poderosos no entienden, así como en los tiempos previos al 1810 y al 1910, ahora en 2010, el mal gobierno ataca a los mineros, que históricamente han sido la vanguardia de los trabajadores en la lucha por Independencia y Revolución.
Antes de la independencia en 1757, los mineros se rebelaron contra Pedro Romero de Terreros (fundador del Monte de Piedad) y en 1766 se registró un movimiento muy combativo de los mineros de Guanajuato, en contra de las alcabalas (el IVA de aquella época). El visitador español José de Gálvez los reprimió con el ejército mandando 1,700 soldados a la zona. Sin embargo, los mineros aliados a indios y mulatos juntaron 60,000 gentes y tomaron la ciudad, arrancando concesiones al gobierno virreynal..
La situación de los mineros se deterioraba, mientras las exportaciones de oro y plata crecían. Los colonialistas se enriquecían con la plata que los trabajadores mexicanos extraían de las entrañas de nuestra tierra. De 1761 a 1780, el 56% de la plata existente en el mercado mundial procedía de nuestras tierras: de 1781 a 1800, la participación de la plata mexicana subió al 64 por ciento.
Mientras la explotación de los trabajadores mexicanos se agudizaba. El salario del minero era de dos reales y medio, que en la tienda de raya, apenas le alcanzaba para cuatro panes, más un poco de leña y maíz y de ahí les descontaban para la limosna de la misa y lo que destinaban a los muertos.
En 1776 hubo otro motín de trabajadores mineros en Pachuca. Cuando se inicia la lucha por la Independencia de México, encabezada por Miguel Hidalgo, los mineros de toda la zona del Bajío tuvieron una participación destacada, fue un minero el famoso pípila Juan José de los Reyes Martínez Amaro, que cargó una loza en medio de los disparos y bombas enemigas y quemó la puerta de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato.
También en los años previos a la revolución los mineros jugaron un papel fundamental en la defensa de sus derechos. La lucha de los mineros de Cananea, en 1906 fue una de las chispas que encendió la Revolución, por cierto que luego de la represión, el día en que la dictadura de Porfirio Díaz obligó a reanudar labores fue el 6 de junio, misma fecha que escogió Felipe Calderón para romper la huelga de Cananea en 2010.
Los mineros fueron reprimidos cruelmente antes de la Revolución, ya que la crisis mundial de 1908 provocó la baja de los precios de la plata y el cobre. Grandes corporaciones extranjeras y nacionales cerraron sus minas y despidieron a los trabajadores. Los salarios se redujeron y subieron los impuestos. Al estallar la Revolución de 1910, los mineros jugaron un papel relevante en los ejércitos que se levantaron en el norte y en particular en la División del Norte.
La ofensiva del neoliberalismo contra los mineros, comenzó con Carlos Salinas de Gortari que el 20 de agosto de 1990, a las cuatro de la mañana ocupó la mina de Cananea con lujo de fuerza, para declararla en quiebra y privatizarla, a pesar de que en 1989 había tenido ganancias de 150,000 millones de pesos.
Su objetivo era romper el contrato colectivo y bajas los salarios para privatizarla. Así se hizo de Cananea German Larrea del Grupo México, gracias al apoyo de Salinas de Gortari y de su gobierno del PRI. También durante las huelgas de Cananea de junio de 2003 y octubre del 2004 tuvo el voraz empresario, todo el apoyo del gobierno panista de Vicente Fox.
Desde que llegó al poder Felipe Calderón por medio de un fraude en el que contó con los dineros de Larrea, se han empeñado en destruir a la sección 65 del Sindicato de Mineros. Luego de declarar tres veces ilegal, la huelga declarada en 2007, hoy con lujo de fuerza toman militarmente las instalaciones y niegan el derecho de huelga de los trabajadores, que se niegan a la explotación de ésta empresa, la tercera productora de cobre del mundo, que se niega a aceptar hasta el más mínimo mejoramiento de las condiciones laborales de los mineros.
Así tal como antes de 1810 el mal gobierno virreynal y antes de 1910 la dictadura porfirista creyeron que iban a seguir pisoteando a los trabajadores por siempre, ahora el mal gobierno neoliberal reprime a los trabajadores con prepotencia absoluta. Hoy somos el primer productor de plata del mundo y el quinto en oro. México ocupa los primeros lugares en los 18 principales minerales, pero esa riqueza se va al extranjero, a las corporaciones gringas y canadienses, mientras los mineros y las comunidades sufren hambre y miseria. ¡Esa situación contra la que lucharon Hidalgo y Morelos, Villa y Zapata, hoy la tenemos que resolver los trabajadores del siglo XXI.
No sabe el mal gobierno y sus patrones de Washington, que como dice el refrán “el hilo se revienta por lo mas delgado” y son los trabajadores en general, y entre ellos los electricistas y los mineros, quienes van a defender sus derechos – a pesar de derrotas momentáneas- para hacer valer la justicia y construir un México en el que el poder lo tenga el pueblo y no el gobierno de las grandes corporaciones.
¡La clase obrera va a construir el futuro de México! 1810, 1910, 2010…la tercera es la vencida. Vamos a transformar a México y a impulsar la renovación democrática para que el poder soberano vuelva al pueblo y que éste decida su futuro y alcance paz, justicia y democracia.
¡Viva la lucha de los trabajadores mineros!
Fuente
Teixitiani 278
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Los poderosos no entienden, así como en los tiempos previos al 1810 y al 1910, ahora en 2010, el mal gobierno ataca a los mineros, que históricamente han sido la vanguardia de los trabajadores en la lucha por Independencia y Revolución.
Antes de la independencia en 1757, los mineros se rebelaron contra Pedro Romero de Terreros (fundador del Monte de Piedad) y en 1766 se registró un movimiento muy combativo de los mineros de Guanajuato, en contra de las alcabalas (el IVA de aquella época). El visitador español José de Gálvez los reprimió con el ejército mandando 1,700 soldados a la zona. Sin embargo, los mineros aliados a indios y mulatos juntaron 60,000 gentes y tomaron la ciudad, arrancando concesiones al gobierno virreynal..
La situación de los mineros se deterioraba, mientras las exportaciones de oro y plata crecían. Los colonialistas se enriquecían con la plata que los trabajadores mexicanos extraían de las entrañas de nuestra tierra. De 1761 a 1780, el 56% de la plata existente en el mercado mundial procedía de nuestras tierras: de 1781 a 1800, la participación de la plata mexicana subió al 64 por ciento.
Mientras la explotación de los trabajadores mexicanos se agudizaba. El salario del minero era de dos reales y medio, que en la tienda de raya, apenas le alcanzaba para cuatro panes, más un poco de leña y maíz y de ahí les descontaban para la limosna de la misa y lo que destinaban a los muertos.
En 1776 hubo otro motín de trabajadores mineros en Pachuca. Cuando se inicia la lucha por la Independencia de México, encabezada por Miguel Hidalgo, los mineros de toda la zona del Bajío tuvieron una participación destacada, fue un minero el famoso pípila Juan José de los Reyes Martínez Amaro, que cargó una loza en medio de los disparos y bombas enemigas y quemó la puerta de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato.
También en los años previos a la revolución los mineros jugaron un papel fundamental en la defensa de sus derechos. La lucha de los mineros de Cananea, en 1906 fue una de las chispas que encendió la Revolución, por cierto que luego de la represión, el día en que la dictadura de Porfirio Díaz obligó a reanudar labores fue el 6 de junio, misma fecha que escogió Felipe Calderón para romper la huelga de Cananea en 2010.
Los mineros fueron reprimidos cruelmente antes de la Revolución, ya que la crisis mundial de 1908 provocó la baja de los precios de la plata y el cobre. Grandes corporaciones extranjeras y nacionales cerraron sus minas y despidieron a los trabajadores. Los salarios se redujeron y subieron los impuestos. Al estallar la Revolución de 1910, los mineros jugaron un papel relevante en los ejércitos que se levantaron en el norte y en particular en la División del Norte.
La ofensiva del neoliberalismo contra los mineros, comenzó con Carlos Salinas de Gortari que el 20 de agosto de 1990, a las cuatro de la mañana ocupó la mina de Cananea con lujo de fuerza, para declararla en quiebra y privatizarla, a pesar de que en 1989 había tenido ganancias de 150,000 millones de pesos.
Su objetivo era romper el contrato colectivo y bajas los salarios para privatizarla. Así se hizo de Cananea German Larrea del Grupo México, gracias al apoyo de Salinas de Gortari y de su gobierno del PRI. También durante las huelgas de Cananea de junio de 2003 y octubre del 2004 tuvo el voraz empresario, todo el apoyo del gobierno panista de Vicente Fox.
Desde que llegó al poder Felipe Calderón por medio de un fraude en el que contó con los dineros de Larrea, se han empeñado en destruir a la sección 65 del Sindicato de Mineros. Luego de declarar tres veces ilegal, la huelga declarada en 2007, hoy con lujo de fuerza toman militarmente las instalaciones y niegan el derecho de huelga de los trabajadores, que se niegan a la explotación de ésta empresa, la tercera productora de cobre del mundo, que se niega a aceptar hasta el más mínimo mejoramiento de las condiciones laborales de los mineros.
Así tal como antes de 1810 el mal gobierno virreynal y antes de 1910 la dictadura porfirista creyeron que iban a seguir pisoteando a los trabajadores por siempre, ahora el mal gobierno neoliberal reprime a los trabajadores con prepotencia absoluta. Hoy somos el primer productor de plata del mundo y el quinto en oro. México ocupa los primeros lugares en los 18 principales minerales, pero esa riqueza se va al extranjero, a las corporaciones gringas y canadienses, mientras los mineros y las comunidades sufren hambre y miseria. ¡Esa situación contra la que lucharon Hidalgo y Morelos, Villa y Zapata, hoy la tenemos que resolver los trabajadores del siglo XXI.
No sabe el mal gobierno y sus patrones de Washington, que como dice el refrán “el hilo se revienta por lo mas delgado” y son los trabajadores en general, y entre ellos los electricistas y los mineros, quienes van a defender sus derechos – a pesar de derrotas momentáneas- para hacer valer la justicia y construir un México en el que el poder lo tenga el pueblo y no el gobierno de las grandes corporaciones.
¡La clase obrera va a construir el futuro de México! 1810, 1910, 2010…la tercera es la vencida. Vamos a transformar a México y a impulsar la renovación democrática para que el poder soberano vuelva al pueblo y que éste decida su futuro y alcance paz, justicia y democracia.
¡Viva la lucha de los trabajadores mineros!
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