México SA - Desplome del poder adquisitivo

Carlos Fernández-Vega
Con la novedad de que para vivir mejor” (versión actualizada del “bienestar para la familia” prometido por Ernesto Zedillo) el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) se ha incrementado más de 104 por ciento durante la estancia de Felipe Calderón en Los Pinos, con lo que el desplome del poder adquisitivo (42.22 por ciento, hasta agosto pasado) en el presente gobierno, como le llaman, resulta mucho más profundo que el registrado en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y en el de Carlos Salinas de Gortari. De mantenerse esta tendencia, como es previsible, se observaría el hundimiento más severo desde la década de los 40 del siglo pasado.

Tan espeluznante realidad ha sido documentada por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM (Reporte de Investigación 87, que generosamente envió a México SA), el cual describe así el panorama: “la caída en el poder adquisitivo durante el gobierno de Felipe Calderón sigue siendo mayor que la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari. Los discursos no sustituyen a la realidad que enfrentan diariamente las amas de casa, los trabajadores del campo y la ciudad. Se ha dado una caída en las condiciones de vida de los trabajadores similar a la sufrida en la llamada década perdida (la de los años 80 del siglo pasado), mostrando así un retroceso. De continuar la tendencia en la pérdida del poder adquisitivo, el salario mínimo presentaría una pérdida histórica mayor a la registrada en el sexenio de Ernesto Zedillo que fue de 51.1 por ciento, y que podría alcanzar el 62% por ciento de pérdida del poder adquisitivo, la mayor caída desde los años 40 del siglo pasado”.

De acuerdo con los resultados de su investigación, el CAM precisa que del 1 de diciembre de 2006 al 15 de agosto de 2010 el precio de la CAR se incrementó de 80.83 a 165.15 pesos, acumulado un incremento de 104.32 por ciento. En igual periodo, el salario mínimo pasó de 48.67 a 57.46 pesos, un aumento de tan sólo 17 por ciento, “de lo que resulta una pérdida acumulada del poder adquisitivo del salario tan sólo en el rubro de alimentos de 42.22 por ciento, sin tomar en cuenta el avance en otros renglones como servicios, gas doméstico, renta, aseo personal y del hogar, en los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón, lo que es notorio en los bolsillos de los mexicanos. Si se suma la pérdida del poder adquisitivo del salario en alimentos y en servicios, la pérdida acumulada en el poder adquisitivo de los trabajadores es de 46.7 por ciento”.

El 1 de diciembre del 2006 el salario mínimo era de 48.67 pesos diarios (área geográfica A) y el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable 80.83 pesos, de tal suerte que con ese ingreso se podía comprar el 60.21 por ciento de la CAR. Para el 15 de Agosto de 2010, con un salario mínimo diario de 57.46 pesos y un precio de 165.15 pesos de dicha Canasta, únicamente se puede adquirir el 34.79 por ciento, presentando un retroceso en la adquisición de la CAR. Las familias trabajadoras en México adquieren hoy menos alimentos que al inicio del actual gobierno, lo que ha implicado el incremento de la pobreza en el país.

Ante lo insuficiente del poder adquisitivo del salario, apunta el CAM, ¿qué alternativas han asumido las familias trabajadoras en México? El 1 de diciembre de 2006 los trabajadores tenían que laborar 13 horas 17 minutos para poder adquirir la Canasta Alimenticia Recomendable. En cambio, para el 15 de Agosto de 2010 tenían que trabajar 23 horas. Actualmente para poder acceder únicamente a la CAR con un salario mínimo el trabajador y su familia tienen necesariamente que sumar jornadas laborales diarias de más horas para poder sobrevivir. Y es que con el actual nivel del salario mínimo, la población con un ingreso de entre cero y dos salarios mínimos suma 20 millones 106 mil 341 de personas, 42.65 por ciento de la población económicamente activa. “Muestra clara de los efectos de la política gubernamental en materia laboral es el incremento de las malas condiciones laborales y de la pérdida del poder de compra de la población en general. El actual proceso de despojo que sufre la población, con los bajos salarios, se muestra día a día en la mesa de su hogar”.
La pérdida del poder adquisitivo del salario es más clara si se compara lo que se podía comprar con un salario mínimo hace 28 años (cuando inicio el actual modelo neoliberal en México) y lo que se puede comprar hoy con el gobierno de Felipe Calderón; se hace una comparación bajo el supuesto de que un salario mínimo se dedicara íntegramente a la compra de un sólo artículo de la Canasta Alimenticia Recomendable, para ver cuánto se puede adquirir del mismo y ejemplificar de forma clara la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo de los trabajadores mexicanos. Para dar una idea, el 1 de enero de 1982 con un salario mínimo se compraban 18.67 litros de leche pasteurizada; el 15 de agosto de 2010 con un salario mínimo se compran 4.42 litros de leche pasteurizada. En el mismo orden, 11.86 kilogramos de frijol bayo, contra 2.39 kilogramos.

Así, el 1 de diciembre de 2006, con un salario mínimo de 48.67 pesos se compraban 7.22 kilogramos de tortillas de maíz; al 15 de Agosto de 2010, con el salario vigente de 57.46 pesos, sólo se adquieren 6.04 kilogramos, es decir, 1.18 kilogramos menos desde el inicio del actual régimen. Desde la aplicación del modelo neoliberal las familias de los trabajadores mexicanos han dejado de consumir 44.87 kilogramos de tortillas. De igual forma, en la primera de las fechas citadas se compraban 5.71 litros de leche pasteurizada, y al 15 de Agosto de 2010 sólo 4.42 litros, es decir, 1.29 litros menos. Con la aplicación del modelo neoliberal las familias de los trabajadores mexicanos han dejado de consumir 14.25 litros de leche pasteurizada (1982-2010). El 1 de diciembre de 2006, se podían comprar 4.85 kilogramos de frijol bayo; el 15 de Agosto de 2010 sólo 2.39 kilogramos, es decir, se han dejado de consumir 2.46 kilogramos con la política del gobierno calderonista. Con el neoliberalismo, dichas familias han dejado de consumir 9.47 kilogramos de frijol bayo. Todo, “para vivir mejor”.

Las rebanadas del pastel

Mientras Juan Molinar Horcasitas goza como cuentacuentos (“las acciones para agilizar la transición a la televisión digital serán un proceso trasparente… No habrá asignación políticamente orientada a las nuevas posibilidades de televisión… En las licitaciones del espectro no hay intereses ajenos a promover la competencia”, ja, ja, ja), va un fuerte abrazo para la UNAM por su primer centenario.

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