Necesario, el seguro de desempleo en el país: economistas
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF. 20 sep 10 (CIMAC).- Ante la tendencia ascendente del desempleo, trabajo informal, pérdida del poder adquisitivo y seguridad social, el seguro de desempleo es una opción factible y necesaria en el país, coincidieron especialistas en el tema.
Durante el Seminario Internacional “Nuevas Formas de Empleo, Nuevas Formas de Protección Social ¿Qué Seguro de desempleo es viable en México?, Gerardo González Chávez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que durante la última década el desempleo abierto, es decir la medición de quienes sólo se dedican a buscar trabajo, pasó del 2.2 a 5.3 por ciento, alrededor de 2.5 millones de personas.
Esta tendencia derivó en la prevalencia de la migración. En los últimos diez años salieron del país más de 10 millones de personas, de entre 15 y 44 años de edad, la mayoría de ellas cursaron hasta la secundaria, pero hubo un aumento en mujeres y hombres migrantes que estudiaron la preparatoria.
Aún en tiempos de crisis en Estados Unidos, la migración mexicana por razones económicas a ese país continuó, ya que en 2007 se calcula que 374 mil personas migraron principalmente por ese motivo, dos años después se estima que lo hicieron alrededor de 180 mil.
Quienes decidieron no migrar, pudieron ocuparse en el empleo informal que en 2008 se sitúo en una tasa de 28.6 por ciento, alrededor de 12.5 millones de personas. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, 60 por ciento del empleo urbano en el mundo es informal y en él se ocupan sobre todo las mujeres, citó el especialista.
Al aumento del desempleo, la economía informal y la migración de la fuerza de trabajo, se suma la también creciente desaparición de contratos colectivos de trabajo como es el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas ejemplificó, durante el Seminario organizado por la Fundación Friedrich Ebert y la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo.
Lo anterior propició un severo empobrecimiento para las y los trabajadores mexicanos, quienes han perdido más de la mitad de su poder adquisitivo.
A este panorama se añade la ausencia de seguridad social de la que carece la mayoría de las y los trabajadores del país, para quienes se vislumbra cada vez más lejana la posibilidad de tener un servicio médico gratuito de calidad, y una pensión al término de su vida laboral.
En su oportunidad, Berenice Ramírez López del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el déficit de empleo ha llevado a una disminución del número de derechohabientes, entendiendo este concepto como las y los trabajadores y sus familias.
Muestra de ello es que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su mejor momento tuvo una cobertura del 80 por ciento de la población y actualmente abarca solo 54.9 por ciento, mientras que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) llegó a cubrir 17 por ciento y ahora sólo abarca el 9.6 por ciento.
En este año, la cobertura de seguridad social, sin contar el seguro popular, ya que este únicamente incluye la atención médica hospitalaria, es de 41 por ciento de las y los mexicanos, es decir casi 60 por ciento carece de seguridad social, la cual además de atención médica integra pensiones, jubilación, prestaciones de vivienda, guardería e indemnizaciones por riesgo de trabajo.
De acuerdo con la especialista, la cobertura de seguridad social en el país es insuficiente y va a la baja, debido a que el modelo es de carácter contributivo y está ligado a trabajos formales y también están a la baja.
En este escenario, es factible y necesaria, una política de seguro de desempleo que disminuya la situación de precariedad de quienes no tienen empleo, poniendo énfasis en la creación de una política de fomento al empleo.
Gerardo González concluyó que un seguro de desempleo además de ser un apoyo económico, debe promover la inserción laboral de las y los mexicanos, este programa debe ser tripartito, ya que debe contar con la aportación del estado, el sector empresarial y de las y los trabajadores, para poder ser sostenible a largo plazo.
10/GC/LR/LGL
Fuente
México, DF. 20 sep 10 (CIMAC).- Ante la tendencia ascendente del desempleo, trabajo informal, pérdida del poder adquisitivo y seguridad social, el seguro de desempleo es una opción factible y necesaria en el país, coincidieron especialistas en el tema.
Durante el Seminario Internacional “Nuevas Formas de Empleo, Nuevas Formas de Protección Social ¿Qué Seguro de desempleo es viable en México?, Gerardo González Chávez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que durante la última década el desempleo abierto, es decir la medición de quienes sólo se dedican a buscar trabajo, pasó del 2.2 a 5.3 por ciento, alrededor de 2.5 millones de personas.
Esta tendencia derivó en la prevalencia de la migración. En los últimos diez años salieron del país más de 10 millones de personas, de entre 15 y 44 años de edad, la mayoría de ellas cursaron hasta la secundaria, pero hubo un aumento en mujeres y hombres migrantes que estudiaron la preparatoria.
Aún en tiempos de crisis en Estados Unidos, la migración mexicana por razones económicas a ese país continuó, ya que en 2007 se calcula que 374 mil personas migraron principalmente por ese motivo, dos años después se estima que lo hicieron alrededor de 180 mil.
Quienes decidieron no migrar, pudieron ocuparse en el empleo informal que en 2008 se sitúo en una tasa de 28.6 por ciento, alrededor de 12.5 millones de personas. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, 60 por ciento del empleo urbano en el mundo es informal y en él se ocupan sobre todo las mujeres, citó el especialista.
Al aumento del desempleo, la economía informal y la migración de la fuerza de trabajo, se suma la también creciente desaparición de contratos colectivos de trabajo como es el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas ejemplificó, durante el Seminario organizado por la Fundación Friedrich Ebert y la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo.
Lo anterior propició un severo empobrecimiento para las y los trabajadores mexicanos, quienes han perdido más de la mitad de su poder adquisitivo.
A este panorama se añade la ausencia de seguridad social de la que carece la mayoría de las y los trabajadores del país, para quienes se vislumbra cada vez más lejana la posibilidad de tener un servicio médico gratuito de calidad, y una pensión al término de su vida laboral.
En su oportunidad, Berenice Ramírez López del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el déficit de empleo ha llevado a una disminución del número de derechohabientes, entendiendo este concepto como las y los trabajadores y sus familias.
Muestra de ello es que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su mejor momento tuvo una cobertura del 80 por ciento de la población y actualmente abarca solo 54.9 por ciento, mientras que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) llegó a cubrir 17 por ciento y ahora sólo abarca el 9.6 por ciento.
En este año, la cobertura de seguridad social, sin contar el seguro popular, ya que este únicamente incluye la atención médica hospitalaria, es de 41 por ciento de las y los mexicanos, es decir casi 60 por ciento carece de seguridad social, la cual además de atención médica integra pensiones, jubilación, prestaciones de vivienda, guardería e indemnizaciones por riesgo de trabajo.
De acuerdo con la especialista, la cobertura de seguridad social en el país es insuficiente y va a la baja, debido a que el modelo es de carácter contributivo y está ligado a trabajos formales y también están a la baja.
En este escenario, es factible y necesaria, una política de seguro de desempleo que disminuya la situación de precariedad de quienes no tienen empleo, poniendo énfasis en la creación de una política de fomento al empleo.
Gerardo González concluyó que un seguro de desempleo además de ser un apoyo económico, debe promover la inserción laboral de las y los mexicanos, este programa debe ser tripartito, ya que debe contar con la aportación del estado, el sector empresarial y de las y los trabajadores, para poder ser sostenible a largo plazo.
10/GC/LR/LGL
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