Analizan legisladores izar el día 20 una bandera en sede inconclusa del Senado
Andrea Becerril
Periódico La Jornada
Domingo 14 de noviembre de 2010, p. 17
Varias veces frustrado el intento de inaugurar su nueva sede este año, los integrantes de los órganos de gobierno del Senado decidirán en los próximos días si finalmente izan una gigantesca bandera nacional en el edificio de Reforma e Insurgentes el próximo día 20, en que se conmemoran 100 años de la Revolución Mexicana.
Sería una última posibilidad de festejar, aún de manera simbólica, en el nuevo recinto esa fecha histórica, después de que cancelaron hace unos días llevar a cabo ahí la sesión solemne por el centenario de la Revolución, debido al retraso en las obras.
La construcción de lo que se dijo sería un palacio legislativo se inició en diciembre de 2007 y casi tres años después, con una erogación de 2 mil 200 millones de pesos aún no está listo, por lo cual los legisladores han externado su insatisfacción.
Se han tenido que realizar diversas modificaciones al proyecto elaborado en la pasada legislatura, bajo la supervisión de los entonces coordinadores del PAN y el PRI, Diego Fernández de Cevallos y Enrique Jackson Ramírez.
El presidente del Fideicomiso para la Construcción y Equipamiento de la sede senatorial, el panista José González Morfín, comentó que recibieron un proyecto arquitectónico que data del 2003 y le han hecho algunos cambios, entre ellos usar mil 300 metros cuadrados de uno de los estacionamientos para las instalaciones del Canal del Congreso, que no tuvieron cabida en el plano original.
El senador del PRD, Pablo Gómez, insistió en que no se trata de un palacio legislativo. Más bien, sostuvo, "parece un hotelote". El propuso y logró uno de los principales cambios, que el pleno tuviera la figura de una herradura latina. Recientemente, insistió en que acondicionara un salón para la comparecencia de funcionarios públicos.
Quienes han realizado ya recorridos por el salón de plenos, consideran que no es funcional. El coordinador del PT, Ricardo Monreal, comentó que los pasillos son muy angostos y los escaños incómodos y es complicado acceder a la tribuna, porque “hay que rodear.
A su juicio, la sede proyectada por el arquitecto yucateco Javier Muñoz Menéndez –"alguien no muy conocido"– carece de un diseño adecuado, ya que "hay espacios desperdiciados".
El proyecto se levantó en Reforma e Insurgentes, en un predio de más de 9 mil metros cuadrados y tiene una construcción de 72 mil 790 metros cuadrados, distribuidos en un basamento de dos niveles –uno de ellos para el salón de sesiones–, un hemiciclo para los grupos parlamentarios y para salones de usos múltiples y una torre de 16 pisos para las oficinas de los senadores y personal de apoyo. Además, cuatro niveles de estacionamientos subterráneos.
El conjunto no cuenta con una explanada, por lo que la mesa directiva del Senado realiza gestiones con el Gobierno del Distrito Federal, para que se integre el jardín que está a un lado. Le falta además una barda perimetral de protección similar a la del Palacio Legislativo de San Lázaro.
La constructora se había comprometido a entregar la sede en agosto de este año, lo pospuso para el 20 de septiembre y aunque los senadores preparaban ya la mudanza, tampoco fue posible, porque faltaba por terminar la torre de 16 pisos.
Entonces decidieron llevar a cabo sólo la sesión solemne por el 100 aniversario de la Revolución, pero el martes pasado también la cancelaron y acordaron que sólo izarán la bandera ese día.
Esto estuvo también a punto de irse abajo, ya que los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) bloquearon el miércoles el lugar e impidieron continuar con los trabajos. Un día después se retiraron.
Monreal consideró que sí podrá izarse la bandera, pero puso en duda que les entreguen el inmueble ya terminado a finales de enero. "Creo que será hasta marzo".
Fuente
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Domingo 14 de noviembre de 2010, p. 17
Varias veces frustrado el intento de inaugurar su nueva sede este año, los integrantes de los órganos de gobierno del Senado decidirán en los próximos días si finalmente izan una gigantesca bandera nacional en el edificio de Reforma e Insurgentes el próximo día 20, en que se conmemoran 100 años de la Revolución Mexicana.
Sería una última posibilidad de festejar, aún de manera simbólica, en el nuevo recinto esa fecha histórica, después de que cancelaron hace unos días llevar a cabo ahí la sesión solemne por el centenario de la Revolución, debido al retraso en las obras.
La construcción de lo que se dijo sería un palacio legislativo se inició en diciembre de 2007 y casi tres años después, con una erogación de 2 mil 200 millones de pesos aún no está listo, por lo cual los legisladores han externado su insatisfacción.
Se han tenido que realizar diversas modificaciones al proyecto elaborado en la pasada legislatura, bajo la supervisión de los entonces coordinadores del PAN y el PRI, Diego Fernández de Cevallos y Enrique Jackson Ramírez.
El presidente del Fideicomiso para la Construcción y Equipamiento de la sede senatorial, el panista José González Morfín, comentó que recibieron un proyecto arquitectónico que data del 2003 y le han hecho algunos cambios, entre ellos usar mil 300 metros cuadrados de uno de los estacionamientos para las instalaciones del Canal del Congreso, que no tuvieron cabida en el plano original.
El senador del PRD, Pablo Gómez, insistió en que no se trata de un palacio legislativo. Más bien, sostuvo, "parece un hotelote". El propuso y logró uno de los principales cambios, que el pleno tuviera la figura de una herradura latina. Recientemente, insistió en que acondicionara un salón para la comparecencia de funcionarios públicos.
Quienes han realizado ya recorridos por el salón de plenos, consideran que no es funcional. El coordinador del PT, Ricardo Monreal, comentó que los pasillos son muy angostos y los escaños incómodos y es complicado acceder a la tribuna, porque “hay que rodear.
A su juicio, la sede proyectada por el arquitecto yucateco Javier Muñoz Menéndez –"alguien no muy conocido"– carece de un diseño adecuado, ya que "hay espacios desperdiciados".
El proyecto se levantó en Reforma e Insurgentes, en un predio de más de 9 mil metros cuadrados y tiene una construcción de 72 mil 790 metros cuadrados, distribuidos en un basamento de dos niveles –uno de ellos para el salón de sesiones–, un hemiciclo para los grupos parlamentarios y para salones de usos múltiples y una torre de 16 pisos para las oficinas de los senadores y personal de apoyo. Además, cuatro niveles de estacionamientos subterráneos.
El conjunto no cuenta con una explanada, por lo que la mesa directiva del Senado realiza gestiones con el Gobierno del Distrito Federal, para que se integre el jardín que está a un lado. Le falta además una barda perimetral de protección similar a la del Palacio Legislativo de San Lázaro.
La constructora se había comprometido a entregar la sede en agosto de este año, lo pospuso para el 20 de septiembre y aunque los senadores preparaban ya la mudanza, tampoco fue posible, porque faltaba por terminar la torre de 16 pisos.
Entonces decidieron llevar a cabo sólo la sesión solemne por el 100 aniversario de la Revolución, pero el martes pasado también la cancelaron y acordaron que sólo izarán la bandera ese día.
Esto estuvo también a punto de irse abajo, ya que los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) bloquearon el miércoles el lugar e impidieron continuar con los trabajos. Un día después se retiraron.
Monreal consideró que sí podrá izarse la bandera, pero puso en duda que les entreguen el inmueble ya terminado a finales de enero. "Creo que será hasta marzo".
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