Dan 48 horas al gobernador de Guerrero para encontrar a desaparecidos de Chilapa

PROCESO


24 de mayo de 2015
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Familiares de desaparecidos muestran las fotos de sus seres queridos. Foto: Germán Canseco
Familiares de desaparecidos muestran las fotos de sus seres queridos.
Foto: Germán Canseco
CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- Familiares de personas desaparecidas de Chilapa durante el sitio que instalaron miembros del grupo delictivo Los Ardillos con el apoyo del Ejército y las policías federal y estatal, dieron un plazo de 48 horas al gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez, para que libere a los retenidos.
Las víctimas recriminaron la grave omisión e indolencia de Ortega frente a este caso que exhibe nuevamente la complicidad de autoridades con la delincuencia.












Por ello, le exigieron que así como negoció con los representantes del grupo delictivo que dirige la familia del presidente del Congreso, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez, para que se retiraran de Chilapa, ahora les pida que entreguen con vida a los desaparecidos.
Lo anterior durante una reunión realizada este domingo en las instalaciones del seminario de Chilapa entre el gobernador Ortega y familiares de desaparecidos, quienes volvieron a culpar a las autoridades de los tres niveles por la desaparición de personas en este municipio ante su inacción o su presunta complicidad con la banda de Los Ardillos y Los Rojos.
“Usted negoció con el grupo armado, usted declaró públicamente que ya tenía acuerdos con los delincuentes y que ya estaba resuelto el conflicto pero lo que no mencionó es que había un gran número de retenidos y los únicos responsables son los comisarios que venían al frente del grupo armado y con los que usted negoció”, expresó enfático el profesor José Díaz Navarro.
También, le reprocharon al gobernador Ortega que se haya presentado dos semanas después de que el grupo de Los Ardillos encabezados por comisarios, sitió la cabecera de Chilapa durante cinco días, periodo donde desarmaron a policías municipales, instalaron retenes, catearon viviendas y al menos una treintena de personas fueron privadas de su libertad frente a la mirada complaciente de soldados y policías federales y estatales.
“A usted no le secuestraron a sus hijos, su mamá o papá, ya perdí tres hijos, ya recibí amenazas y no me importa que me maten por eso le damos un plazo de 48 horas para que resuelva la desaparición de nuestros hijos porque no son perros”, expresó el Bernardo Carreto González, padre de tres jóvenes desparecidos durante la acción concertada de Los Ardillos.
Las víctimas recriminaron la presencia del gobernador Ortega y le dijeron que sólo le importa “proteger su imagen” porque hasta ahora se presente en el lugar del conflicto.
Los reproches también se enfocaron contra el alcalde priista Francisco García González porque consideran que la violencia se recrudeció cuando asumió el cargo.
“Desde que este señor está al frente del ayuntamiento han ocurrido muchas desapariciones, la violencia aumentó año con año. Por qué no se le investiga; por qué tenemos que pagar los ciudadanos por tanta cochinada de los políticos”, expresó la hermana de un joven desaparecido desde el 30 de marzo y que fue encontrado ejecutado junto a dos jóvenes hace dos días en el poblado de Nejapa.
Al respecto, la mujer expresó: “No es justo que a mi hermano lo hayan matado como a un perro cuando mi hermano era estudiante de Artes Visuales. Maldita la hora que vino a visitarnos porque él mismo decía que en Chilapa, ya no hay lugar para gente decente aquí la única gente que tiene lugar son los delincuentes”.
En respuesta, el edil acusado públicamente de proteger al grupo de Los Rojos, volvió a decir que está dispuesto a que lo investiguen las autoridades federales para demostrar que no tiene nexos con la delincuencia y reiteró que su administración ha sido rebasada por los hechos de violencia que han colapsado este lugar.
Por su parte, el gobernador Ortega se limitó a justificar su encuentro con los comisarios municipales que encabezaron al grupo de Los Ardillos, argumentando que ellos también tienen una treintena de desaparecidos en las comunidades del municipio de Chilapa.
Luego, dijo que tiene las manos limpias y no lo pueden acusar de corrupto y tener nexos con la delincuencia.
También, señaló que la delincuencia organizada ha infiltrado no sólo a las autoridades, sino también al resto de los sectores de la sociedad y por ello, pidió que sociedad y gobierno se unan para enfrentar al narco.
Ortega anunció que citará a los comisarios municipales para que expliquen en una reunión el caso de los desparecidos durante la semana que el grupo de Los Ardillos asumieron el control de la ciudad con el apoyo de autoridades castrenses y corporaciones policiacas.
Así cómo crear una comisión especial para dar seguimiento a las investigaciones, conformada por funcionarios estatales, familiares de desaparecidos y representantes de la sociedad.

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