Fake news de pandemia comprometen salud de las personas; científicos deben ayudar a combatirlas

 

Una investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) señala que los científicos deben contribuir a combatir la desinformación que circula en las redes sociales y medios de comunicación, debido a que las noticias falsas tienen más probabilidad de ser leídas y compartidas de forma acelerada porque se conectan con la sensación de temor. Por ello, advierte que las mentiras y rumores en el ámbito sanitario son “muy peligrosas” por su implicación en la seguridad de las personas.


La Universitat Oberta de Catalunya apunta que un estudio reciente –publicado en la Revista Science– demostró que las noticias falsas o fake news son compartidas porque se aprovechan de emociones como el miedo, asco o la sorpresa: “se propagan más rápido, de forma más profunda y más ampliamente que la verdad en todas las categorías de información”.
Alexandre López-Borrull, académico de la institución, explicó que “el miedo se contagia y se viraliza […]. Es una de las emociones que más nos lleva a tomar decisiones por reacción casi por necesidad antropológica”, por lo que aún si se tenían “buenas intenciones”, decidir compartir una noticia que genera miedo “nos convierte en difusores de desinformación”.
Ante ello, la investigación de la UOC apunta que “la desinformación en el ámbito sanitario resulta muy peligrosa porque impacta de forma muy directa en la salud, la seguridad y el bienestar de las personas […]. Las fake news sanitarias pueden agravar una enfermedad o provocar la muerte de una persona”.
Al respecto, señala que el 40 por ciento de las noticias sanitarias que viajaron a través de las redes sociales en el lapso de 2012 a 2017 contenían errores o eran falsas, pero fueron compartidas 451 mil 272 veces.
“Actualmente, nos encontramos ante una crisis mundial sobre un tema complejo que afecta a la salud, en el que la mayor parte de la población no es experta y al que se le suma la distancia geográfica, todo esto conduce al miedo y a la desconfianza de la información oficial, [además] el hecho de que la salud afecte a todos los colectivos e individuos genera que la sensación de miedo e inseguridad se expanda de forma más rápida”, expresó Borrull.
A su vez, la Universidad destaca que durante la emergencia sanitaria provocada por Covid-19, la comunicación de crisis sobre el coronavirus “se ha comunicado tarde y de forma errática, ya que se ha dado información contradictoria en varios momentos y no se ha evidenciado cuáles son los mecanismos de prevención de la enfermedad […]. Si hoy tenemos un alcance real es gracias a la entrada de la Organización Mundial de la Salud en el caso”.
Por lo que el académico de la Universitat Oberta de Catalunya declaró que debido a que gran parte de esta problemática se lleva a cabo en las redes sociales, “es importante que los científicos y expertos den un paso adelante y tengan presencia en las redes, creando hilos de contexto, dando su opinión y ayudando a desmentir […]. Las revistas y las editoriales científicas deberían tener políticas más abiertas para que el conocimiento certero sea difundido de manera gratuita, la ciencia abierta debería ayudar a combatir la desinformación científica”.

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