OIT pide a FMI y BM dar respuesta inmediata a la pandemia
En la primera de ellas demandó estimular la economía y la demanda de mano de obra a través de herramientas fiscales y monetarias, así como el alivio de la deuda. Para ello recomendó inversiones públicas en los sistemas de salud para contribuir a la lucha de la pandemia y crear empleos decentes.
Sobre este punto, Guy Ryder hizo un llamado al FMI y al BM para que resistan a la presión a favor de la austeridad y la consolidación fiscal, que puede llegar al aparecer las primeras señales de mejora económica y obstaculizar la recuperación completa y sostenible.
La segunda política se refiere a proporcionar una ayuda inmediata para sostener las empresas, mantener los empleos y apoyar los ingresos.
Según la última edición del “Observatorio de la OIT: covid-19 y el mundo del trabajo”, 81% de la fuerza del trabajo en el mundo, es decir, 2 mil 700 millones de trabajadores, vive en países donde el confinamiento obligatorio o recomendado ha sido instaurado, resaltó Ryder.
En estos países, agregó, las horas de trabajo disminuyeron 6.7% en el segundo trimestre de 2020, lo que equivale a la pérdida de 195 millones de empleo de tiempo completo.
Al citar las deficiencias en la cobertura de la protección social, la situación precaria de muchas pequeñas empresas y las debilidades de las cadenas de suministro mundiales, Guy Ryder comentó que la crisis ha revelado los enormes déficits de trabajo decente que siguen prevaleciendo en 2020, y la vulnerabilidad de millones de trabajadores cuando sobreviene una crisis.
En este punto, puso de manifiesto que las medidas de protección social pueden contribuir a mitigar las consecuencias más graves de la crisis y a la vez actuar como un estabilizador económico.
La tercera política estaría enfocada en asegurar una protección adecuada a todos los que siguen trabajando durante la crisis, por medio de acuerdos como el teletrabajo y el acceso a la indemnización por enfermedad.
Finalmente, la cuarta política tiene que ver con aprovechar el diálogo entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y trabajadores, para encontrar soluciones eficaces, prácticas y equitativas a los desafíos que actualmente enfrenta el mundo del trabajo.
“Nuestro objetivo deber ser reconstruir todo mejor, de manera que nuestros sistemas sean más seguros, más justos y más sostenibles de los que permitieron que esta crisis ocurriera, y más eficaces para amortiguar las consecuencias de las futuras crisis sobre las poblaciones de todo el mundo”, concluyó.
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