“Limpiábamos hasta el comedor”: Luces y sombras del outsourcing en la promotoría
“Limpiábamos hasta el comedor”: Luces y sombras del outsourcing en la promotoría
Especialistas coinciden en que la reforma de subcontratación le cerró la puerta a malas prácticas entre el personal de promotoría y demostración en tiendas de autoservicio, que en muchos casos realizaban tareas ajenas a su actividad real.
“En uno de los supermercados más grandes limpiábamos cada ocho días el comedor de los empleados, porque nos decían que como nosotros lo usábamos, también teníamos la obligación de limpiarlo”, relata Lilia Almazán, una mujer que ha trabajado durante 15 años en servicios de demostración en distintas tiendas de autoservicio con contratos temporales y firmando cartas de renuncia por si el proyecto concluye antes.
En sus 15 años de carrera, puede contar con los dedos de un mano las veces que el gerente de una tienda le agradeció a ella y a sus compañeras por su trabajo para mejorar las ventas. Eso sí, cuando se trataba de limpieza, Lilia Almazán constantemente le tocaba recoger basura o limpiar el comedor de las tiendas a las que le tocaba asistir como demostradora.
Los servicios de promotoría y demostración son comunes en los supermercados y centros comerciales, su actividad se basa en convencer al cliente de comprar un producto resaltando las cualidades de este. Pero las personas que realizan estas tareas son contratadas a través de agencias y ajenas a los negocios donde tienen el acercamiento con los consumidores.
Estos servicios también son regulados por la reforma de subcontratación que prohibió el outsourcing basado en suministro de personal. A través de una guía para el Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (Repse), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informó que estas actividades deben cumplir con las nuevas normas de subcontratación y, por lo tanto, son aplicables al personal de promotoría y demostración.
“En el caso de personas físicas o morales que pongan a disposición personal con base en un contrato vinculado a publicidad, marketing, difusión de productos o marcas, éstas deberán circunscribir su actividad al objeto del contrato, sin que puedan realizar actividades propias del contratante, de lo contrario se actualizaría el supuesto de la subcontratación prohibida por la Ley”, subrayó la dependencia.
Fabiola Davo, presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Promociones (Amapro), considera que la reforma de subcontratación es positiva porque elimina la competencia desleal de empresas que no cumplían con todas las obligaciones legales. “Lo que empezó a suceder hace años es que la competencia era por quién tenía las cargas sociales más baratas o la estrategia fiscal, que no tiene nada que ver con nosotros. De repente empezaron a entrar en la industria abogados fiscalistas y contadores”.
Un proceso orgánico
La representante de las agencias expone que la propia dinámica del mercado provocó que el personal de promotoría y demostración comenzara a realizar tareas que pueden ser, en términos prácticos, ajenas a los servicios que prestan, pero que son igual de importantes para asegurar el posicionamiento de marca.
“El autoservicio tiene que lograr que el producto esté en existencia, pero yo como un promotor de cereal, si quiero impulsar mi marca, hago una labor enorme para poner más cereales de los que caben en el anaquel; por ejemplo, una isla para que te encuentres otro cereal cuando vayas a otro pasillo. Esa parte de estrategia es la que hacemos, que el consumidor choque con el producto, se impacte con un material que dice: compra este cereal”, explica la presidenta de Amapro.
Sin embargo, en el día a día la ejecución de estas tareas se prestaba a que las tiendas departamentales le encargaran otras actividades a las y los promotores. “De repente le pedían que hiciera alguna cosa de limpieza o básica del autoservicio porque el promotor ya estaba ahí. Eso es lo que se tiene que limitar porque, por más que se caiga un refresco, no es el promotor de la marca el que lo tiene que limpiar, sino el personal del autoservicio. Pero son cosas que se dieron más de forma orgánica”, reconoce Fabiola Davo.
La reforma de subcontratación establece que los servicios especializados son todos aquellos donde un contratista pone a disposición personal propio en beneficio del cliente y las tareas contratadas se ejecutan en las instalaciones del contratante de manera permanente, indefinida o periódica.
“Aquellas personas físicas o morales vinculadas a la publicidad, marketing, difusión de productos o marcas, deberán contar con el Repse y entregarlo a aquellas, en favor de las cuales se proporcione o ponga a disposición personal (marcas, tiendas o canales de venta físicos)”, indica la STPS en su guía.
Un servicio especializado
“Probablemente en algunos casos pudiera haberse dado algún uso inadecuado o indebido de la figura”, reconoce Jaime Bustamante, vicepresidente de la Comisión Laboral de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El representante patronal asegura que estos servicios cumplen con una serie de elementos para catalogarlos como especializados en la máxima extensión de la palabra. “Se requiere capacitaciones y una serie de elementos o conocimientos importantes sobre las características del producto y también sobre la logística que se debe implementar para poner a disposición del consumidor final del producto”.
Coincide, por ejemplo, en que acomodar los anaqueles es una tarea ligada a la estrategia de marketing de los servicios de promotoría y aunque el beneficiario directo es la marca, indirectamente se pudo haber beneficiado el supermercado de estas actividades.
“Es importante conocer los límites de las responsabilidades, de las atribuciones que todo mundo debe tener, sobre todo en la realización de servicio especializado, que la empresa que lo frece lo haga dando cumplimiento cabal a todas las obligaciones legales ahora establecidas”, señala el integrante de Coparmex.
Adiós a los abusos
Lilia Almazán es una de las más de 800,000 personas que trabaja en servicios de promotoría y demostración en México. Ha llegado a laborar hasta 11 horas al día, sin contar sus traslados a las tiendas de autoservicio.
En esa jornada extensa, sus actividades no sólo se han limitado a convencer al consumidor de comprar un producto, la limpieza de algunos espacios de los centros comerciales ha sido una práctica normalizada entre esta fuerza laboral, tareas extra por las que no les pagan y en ocasiones, los adeudos de salario por las actividades que sí son de su competencia son hasta de tres meses.
“Sí se incurría en una serie de abusos porque se disfrazaban relaciones de trabajo o se les daban otras características. Creo que la reforma sí está inhibiendo esos abusos y es una parte positiva de la reforma”, opina Óscar de la Vega, socio de la firma D&M Abogados.
En ese sentido, el especialista advierte que en la siguiente etapa de la reforma, de vigilancia, las empresas pueden ser multadas con una sanción de hasta 4 millones de pesos si los inspectores encuentran personal de promotoría realizando tareas que son parte del objeto social y actividad económica preponderante del centro comercial o supermercado.
“Esta sanción es muy fuerte, pero es correcta y va a ayudar a que haya un mayor control. Creo que la infraestructura está dada para evitar esos abusos, sobre todo por los reportes periódicos que van a compartirse. Van a propiciar la formalidad de estas empresas que se dedican a la promoción y difusión de productos”, afirma el abogado.
En estos momentos, el desafío para estos negocios, agrega el especialista, es obtener el Repse, porque deben comprobar que se trata de un servicio especializado. Además, la falta de certeza legal sobre si realmente se pone o no a disposición trabajadores está complicando la contratación de estos servicios.
“Para un mismo tema, diferentes puntos de vista”, afirma Héctor González, director corporativo de Relaciones Laborales de Walmart México y Centroamérica, al considerar que la STPS ha generado incertidumbre con la diferencia de interpretaciones.
Por ejemplo, para funciones de carga y descarga que implican colocación de productos en anaqueles la dependencia ha expresado que no se requiere Repse, pero los “anaqueleros” que colocan mercancía en anaqueles, limpian y resurten, deben ser consideradas funciones propias de la tienda, y los servicios de promotoría, también deben estar inscritos en el registro de la Secretaría del Trabajo.
Capacitación a jefes
Los especialistas coinciden en que las modificaciones legales, independientemente de las dudas que aún existen, implican que las tiendas departamentales capaciten a su personal para evitar que el personal de promotoría y demostración realice tareas ajenas a las actividades que les corresponden.
Las agencias y los propios promotores estaban en una encrucijada cuando en una tienda les pedían hacer tareas de limpieza, por ejemplo. ¿Cómo negarte constantemente cuando está de por medio tu trabajo o el contrato? “Si decías no puedo, te podían cortar el proyecto. Pero ahora ya está muy claro el decir no puedo porque la Ley me lo prohíbe y es benéfico para todos”, expone Fabiola Davo, presidenta de la Amapro.
Este cambio en la dinámica requiere que los supermercados entrenen a su personal para no incurrir en una irregularidad. “Se necesita capacitación para todos, para los supervisores de la tienda para que no ponga a trapear a esta persona en otros lados y para el personal que está prestando estos servicios de que sólo se debe dedicar y probablemente acotarlo, a las áreas donde se promueven sus productos”, señala Óscar de la Vega, socio de D&M abogados.
Jaime Bustamante coincide en que las tiendas deben hacer una labor importante de concientización y sensibilización. “Están obligados a tener una mejor capacitación para el personal de la tienda para que conozca y aplique de manera muy puntual los límites exactos de lo que va a ser la prestación de los espacios necesarios para la realización de estas actividades y que no podrán tener una intervención directa con el personal de las agencias o las marcas”, indica el vicepresidente de la Comisión Laboral de Coparmex.
La reforma de subcontratación es la esperanza de Lilia Almazán y de muchos otros trabajadores que se dedican a la promotoría y demostración de productos de contar con mejores condiciones de trabajo, pero no sólo eso, también de recibir un trato justo.
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