México: El umbral del futuro
Laura M. López Murillo (especial para ARGENPRESS.info)
“El papel de los medios de comunicación en la política
contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo y de
sociedad en los que queremos vivir, y qué modelo de democracia
queremos para esta sociedad.”
Noam Chomsky
En algún lugar del planeta, cuando las ficciones futuristas se materialicen en una contundente realidad, se perpetuarán los criterios de la estratificación social y la predisposición legendaria por el dominio...
Desde el amanecer de los tiempos, el acceso al conocimiento ha sido el factor indiscutible del control social; las minorías que han acaparado los saberes de su tiempo han sido las élites que concentran el poder. Hace miles de años la escritura fue la distinción intelectual que condenaba a los marginados a la sumisión y al fanatismo; con el devenir de los tiempos, las revoluciones en la comunicación y el avance en la tecnología, el artificio del saber se ha sofisticado hasta convertirse en un bien esquivo e intangible.
Hoy por hoy, en el umbral de la sociedad de la información el artificio del conocimiento que segregará a las masas y polarizará a las sociedades deambula en el espectro intangible en la banda del 700 MHz. El entorno digital se expande inexorablemente y con él, se reduce el contorno de los sectores informados y educados. El decreto anunciado por Felipe Calderón en su IV Informe a la nación refleja la necesidad de controlar el acceso a la información, de incidir en el discurso social para compensar la creciente debilidad del ejecutivo ante la reconfiguración del legislativo. Se pretende sustituir el desequilibrio entre los tres poderes de gobierno controlando el cuarto poder.
El impacto del decreto presidencial afectará al 95% de los hogares mexicanos con televisión abierta; se estima un gasto del gobierno federal de 1,600 millones de dólares por la entrega de un bono, a cada hogar, para la compra de un decodificador o antena receptora de señales digitales; y la licitación del espectro digital aportará al Estado alrededor de 10 mil millones de dólares… pero la frialdad de estas cifras adquiere el filo de la perversidad cuando coinciden con la contienda por el poder.
Este decreto es la primera ofensiva en la lucha por la presidencia en el 2012, en un país donde la miseria se expande y la educación es casi un privilegio, donde las políticas sociales han sido postergadas, donde los funcionarios públicos atienden intereses privados y el gobierno es una agencia de negocios millonarios.
Al margen del progreso, en la vertiginosa transformación del mundo del saber, la información se erige como el baluarte de todos los tiempos y la desinformación configura el lumpen del futuro porque se perpetúan los criterios de la estratificación social y la predisposición legendaria por el dominio…
Laura M. López Murillo es Licenciada en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.
Fuente
“El papel de los medios de comunicación en la política
contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo y de
sociedad en los que queremos vivir, y qué modelo de democracia
queremos para esta sociedad.”
Noam Chomsky
En algún lugar del planeta, cuando las ficciones futuristas se materialicen en una contundente realidad, se perpetuarán los criterios de la estratificación social y la predisposición legendaria por el dominio...
Desde el amanecer de los tiempos, el acceso al conocimiento ha sido el factor indiscutible del control social; las minorías que han acaparado los saberes de su tiempo han sido las élites que concentran el poder. Hace miles de años la escritura fue la distinción intelectual que condenaba a los marginados a la sumisión y al fanatismo; con el devenir de los tiempos, las revoluciones en la comunicación y el avance en la tecnología, el artificio del saber se ha sofisticado hasta convertirse en un bien esquivo e intangible.
Hoy por hoy, en el umbral de la sociedad de la información el artificio del conocimiento que segregará a las masas y polarizará a las sociedades deambula en el espectro intangible en la banda del 700 MHz. El entorno digital se expande inexorablemente y con él, se reduce el contorno de los sectores informados y educados. El decreto anunciado por Felipe Calderón en su IV Informe a la nación refleja la necesidad de controlar el acceso a la información, de incidir en el discurso social para compensar la creciente debilidad del ejecutivo ante la reconfiguración del legislativo. Se pretende sustituir el desequilibrio entre los tres poderes de gobierno controlando el cuarto poder.
El impacto del decreto presidencial afectará al 95% de los hogares mexicanos con televisión abierta; se estima un gasto del gobierno federal de 1,600 millones de dólares por la entrega de un bono, a cada hogar, para la compra de un decodificador o antena receptora de señales digitales; y la licitación del espectro digital aportará al Estado alrededor de 10 mil millones de dólares… pero la frialdad de estas cifras adquiere el filo de la perversidad cuando coinciden con la contienda por el poder.
Este decreto es la primera ofensiva en la lucha por la presidencia en el 2012, en un país donde la miseria se expande y la educación es casi un privilegio, donde las políticas sociales han sido postergadas, donde los funcionarios públicos atienden intereses privados y el gobierno es una agencia de negocios millonarios.
Al margen del progreso, en la vertiginosa transformación del mundo del saber, la información se erige como el baluarte de todos los tiempos y la desinformación configura el lumpen del futuro porque se perpetúan los criterios de la estratificación social y la predisposición legendaria por el dominio…
Laura M. López Murillo es Licenciada en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.
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