Endurece Calderón su demanda de que se extiendan los trabajos legislativos

Claudia Herrera y Roberto González

Periódico La Jornada
Miércoles 22 de junio de 2011, p. 19

El presidente Felipe Calderón Hinojosa insistió ayer su alegato en que demanda que haya un periodo extraordinario de sesiones, al argumentar que no hay razón para seguir retrasando la transformación de México que, además, necesita gobernantes y legisladores responsables.

Horas después que el presidente del Senado, el priísta Manlio Fabio Beltrones considerara que es una actitud necia convocar a un periodo extraordinario de sesiones cuando no hay dictámenes listos para ello, Calderón respondió, mientras golpeaba el atril como cuando busca enfatizar sus señalamientos, que no podemos lavarnos las manos y esperar que otros promuevan los cambios.

Tras rechazar que se detengan los cambios por consideraciones políticas de cualquier tipo, expresó: "Y no lo podemos dejar para después, ni podemos lavarnos las manos y esperar que sean otros los que lo hagan, porque tanto tiempo ha perdido México en ello, que por eso hoy estamos pagando los costos que pagamos".

Después de comer en privado con consejeros del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria-Bancomer, declaró en su discurso está decidido a que en su administración, hasta su último día sea de transformación. "Y no vamos a frenar, sino vamos a acelerar las reformas que le están haciendo falta al país".

Por eso justificó su envío de la semana pasada al Congreso de la Unión de un exhorto para acordar un periodo de sesiones extraordinaria, para aprobar las reformas que –según dice– México necesita y que ya tienen consenso en una Cámara y se pueden aprobar en la otra.

"Reformas que tienen consenso de partidos, por qué posponerlas. Nuestros jóvenes están perdiendo oportunidades de trabajo, nuestras mujeres pierden oportunidades de trabajo si no hacemos una reforma laboral", sostuvo.

Antes reivindicó que al llegar a la Presidencia se propuso hacer un gobierno transformador, impulsor de cambios para soltar el lastre que amarra su crecimiento, que en el pasado le impidió dar el salto al desarrollo que México puede y debe dar.

Y volvió a comparar el pasado priísta, sin mencionar directamente a ese partido, con el del PAN. Resaltó que lo verdaderamente valioso e intangible de su gobierno es la estabilidad económica, la ausencia de inflación, que ha sido desastrosa en la historia patrimonial de millones de familias mexicanas.

Reiteró la broma de que su auditorio era de "pura gente joven" y no recuerda los tiempos en que el país se tronaba los dedos para ver cómo cuantas reservas nos quedan.

Confunde a Deschamps como presidente de la ABM

Aprovechó para pedir otra vez la colaboración de los banqueros a fin de que los 42 millones de personas que tienen una cuenta accedan al sistema bancario por medio de teléfonos celulares, tarjetas de débito y de programas sociales.

El mandatario se equivocó al mencionar que Ignacio Deschamps es el "presidente de los banqueros", quien en realidad dejó de serlo en abril pasado y este cargo; ahora lo ocupa Jaime Ruiz Sacristán. Calderón destacó que si bien el financiamiento al sector privado ha crecido, todavía es 26 por ciento del producto interno bruto cuando en Brasil es de casi 45 por ciento y en Chile, es casi el triple, 73 por ciento.

De hecho, al principio saludó al ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, con quien bromeó en cuanto a que está en la lista para tener la nacionalidad mexicana. También expresó afecto y gratitud al presidente del BBVA-Bancomer, Francisco González Rodríguez, porque "en las buenas y en las malas, en las duras y en las maduras", ha estado con México.

El banquero anunció ayer que invertirán 22 mil millones de pesos en el país en los próximos dos años.


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