¿Qué debe hacer un indignado?

miércoles 22 de junio de 2011

Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info)

Hay muchas cosas que se le ofrecen en la vida al indignado, excepto un empleo. Pero tiene que elegir una sola. Como nos ocurre a todos en ciertas ocasiones aunque no en su situación dramática...

Así es que, entre las diversas posibilidades que se le ocurran ¿qué les parece a los excelentísimos protectores políticos y mediáticos de la democracia oscura de este país, que debe hacer un indignado? ¿ponerse a llorar, por ejemplo? ¿tirar un zapato a los culpables de su depresión siguiendo los usos de otras culturas? ¿tomar psicotrópicos para soportarse a sí mismo y soportar a quienes entre unos y otros provocan su deplorable estado psicológico y material? ¿quedarse en casa, esta vez sin ansiolíticos, para rumiar la indignación, como debe hacer todo ciudadano respetuoso de las leyes y de las cosas horribles y miserables que ocurren en este país y en el mundo entero? ¿aporrear las puertas de la casa donde sigue viviendo probablemente gracias a la generosidad de sus progenitores? ¿darse con la cabeza contra las paredes? ¿beber para olvidar, como hace quien no quiere recordar amores frustrados? ¿permanecer impasible ante las trágicas invasiones armadas de Afganistán, Irak y Libia cuya única finalidad es robar a los ciudadanos su petróleo, lo único que tienen? ¿presentar una instancia en el ministerio del ramo, en el congreso o en la parroquia del barrio solicitando muy respetuosamente que cesen, fuera, esas guerras de saqueo, y dentro, los latrocinios y los abusos de políticos, bancos, empresas...? ¿pedir al alcalde de Madrid que anule la asignación a sus consejeros de la bonita suma de 90.000 euros al año, sólo por figurar y tramar argucias registrales y leguleyas para construir donde no se puede, para practicar recalificaciones y para idear otras modalidades de atropello? ¿solicitar humildemente a banqueros, como Emilio Botin -cuyo banco de Santander prevé beneficios de 8.200 millones de euros- que declare los fondos que custodia en el HSBC de Suiza que no ha declarado?

Hace mucho que los indignados habían tirado la toalla, hartos, desesperados de no encontrar empleo digno de su preparación; ni siquiera un "bajo menester", mientras quienes pagan muchos de ambos tipos de empleo se pasan rascándose la barriga semanas al sol en las playas tropicales. Los indignados, digo, se habían sentado, exhaustos, en el sofá de casa... hasta que los Movimientos de DRY y del 15M los han rescatado al menos espiritualmente.

A los ortodoxos de la democracia les preocupa mucho el orden público porque les molesta el ruido de los indignados y entorpecen los nauseabundos tejemanejes de sus apadrinados. Pero les importa un pepino español los abusos que día tras día y por distintas vías cometen los que controlan esta democracia podrida antes de madurar, contra los débiles sociales. Y al igual que los fundamentalistas saudíes prohíben a las mujeres conducir un coche fingiendo respeto por la ley coránica mientras ellos la burlan de mil maneras, los ortodoxos hispanos callan como putas acerca del nepotismo desvergonzado y de las abusivas retribuciones que se asignan a sí mismos los que detentan el poder, justifican los privilegios anacrónicos y escandalosos de la monarquía y se muestran indiferentes ante las grandes fortunas de las que se dice que detrás de cada una de ellas lo normal es que haya un crimen...

¿Hay diferencias cualitativas entre las cacicadas, el autoritarismo, las burlas y los excesos de poder ejercidos en otros países lejanos que no pertenecen a nuestra orgullosa cultura judeocristiana, y las cacicadas, las burlas, los excesos y la desviación de poder de sus señorías del poder central, de nuestro/as excelentísimo/as autonómicos y de nuestro/as ilustrísimo/as municipales, amén de los de los bancos, de la conferencia episcopal y del impresentable proceder de esos académicos de la Historia ricamente retribuidos para luego publicar engendros, como ese Diccionario de Biografías que justifica los crímenes franquistas y ha costado al erario público la friolera de 6,5 millones de euros?

Pero no. Para los custodios de la democracia, aunque ésta sea una pura farsa, el hastío de lo que sufren en sus vidas y lo que presencian los "indignados", no son motivo de indignación. Motivo de indignación es lo que sienten los periodistas, los políticos y los tertulianos ante los tenderetes, las jaimas, las pancartas y las quejas de esa gente harta de la injusticia. Ellos, tertulianos, políticos y periodistas sí que tienen motivos para indignarse. No los otros. Y por eso, desde los platós o desde una emisora de radio, desde una columna periodística o desde su casa se permiten juzgar, pagados de sí mismos, a los vivos y a los muertos. Sobre todo, a expresar su indignación porque los Indignados han decidido desahogarse. Ahora bien, todo el mundo sabe que uno de los trucos más viejos del poder para desnaturalizar manifestaciones pacíficas, como las que convocaba Ghandi, es infiltrar en las misas a truhanes, a confidentes o a policías de paisano que, por su cuenta (ideológica) o cumpliendo insinuaciones inician los altercados...

¡A la mierda todos los autores que, por acción u omisión, están cometiendo tantos delitos políticos y sociales en nombre de lo que llaman democracia! ¡A la mierda los cooperadores necesarios, los cómplices y los encubridores de los mismos delitos! ¡A la mierda todos esos rastreros capitostes, lameculos y cobardes que vemos, oímos o leemos a diario! A todos ellos DRY y el 15M barrerán. Si los Indignados perseveran, esta democracia putrefacta acabará depurada, como la gota de agua persistente termina siempre perforando la roca...

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