Cameron amenaza con sacar al ejército a las calles e imponer "toque de queda"

The Independent, Afp, Dpa y Reuters

Periódico La Jornada
Viernes 12 de agosto de 2011, p. 35

Londres, 11 de agosto. El primer ministro británico, el conservador David Cameron, con apoyo de la oposición laborista, evadió hoy las críticas a los recortes al presupuesto social y al aumento en las cuotas de la educación como causas de los desórdenes civiles en Londres, Birmingham y otras localidades de Inglaterra. Por el contrario, insistió en su discurso de mano dura y anunció que el ejército podrá intervenir en tareas de apoyo en caso de más disturbios para que la policía tenga "manos libres" en "la línea de frente".

Cameron compareció ante una sesión especial del Parlamento en la que insistió que el gobierno no ofrecerá "disculpa alguna" para los violentos que "tratan sólo de robar" y admitió que la policía cometió "errores" al reaccionar ante la movilización juvenil de los últimos cuatro días, pero debido a que no contó con la cantidad suficiente de uniformados en las calles.

"Mi responsabilidad es velar por que se considere toda eventualidad, incluidas algunas tareas que el ejército puede asumir, y que dejaría las manos libres a la policía en la línea del frente", dijo Cameron en una sesión donde los laboristas ofrecieron trabajar "hombro con hombro" para evitar nuevas movilizaciones de jóvenes de barrios popualres como Tottenham, donde el sábado se desataron las batallas campales con la policía durante protesta por la muerte, en un confuso incidente con la policía, de Mark Duggan, de 29 años, señalado como pandillero.

Cameron, quien se vio obligado a suspender sus vacaciones de verano en Italia, dijo que los disturbios, que hasta este jueves han dejado cinco muertos, “no son por política ni para protestar, sino para robar.

"Necesitamos mostrar al mundo, que nos ha mirado horrorizado, que quienes perpetraron los actos de violencia que vimos en nuestras calles no representan en ningún caso a nuestro país ni a nuestros jóvenes", afirmó Cameron sin hacer caso a los cuestionamientos en torno al aumento en las tarifas de educación, que en diciembre pasado motivaron protestas violentas en Londres.

El jefe de gobierno dijo que el combate a las "bandas de saqueadores" es "prioridad nacional" y advirtió que de ser necesario autorizará la imposición del "toque de queda".

Como parte de las medidas para reforzar lo que denominó el "contrataque" a los grupos juveniles involucrados en los disturbios, Cameron dijo que las autoridades locales y los arrendadores de viviendas tienen derecho a expulsar a los presuntos delincuentes. "Algunos municipios ya lo hacen. Me gustaría ver que otros siguen su ejemplo y estudiaremos ampliar esas competencias".

La posición del primer ministro ha coincidido con las afirmaciones de jueces que han trabajado tiempo extra en los tribunales para iniciar los procesos judiciales a unos mil 200 detenidos, 922 de ellos en Londres.

"Gente como tú, que tiene todos los beneficios de este país, que otros en cualquier otra nación desearían, son una vergüenza y una desgracia para nuestra patria, para ustedes mismos y para sus familias. Ustedes no hacen nada constructivo, sólo destruyen", dijo el juez de distrito Alan Baldwin a un joven de 23 años acusado de robar víveres en un supermercado de Brixton el domingo.

La noche del miércoles al jueves fue la primera en la que no hubo choques entre jóvenes y policías. En cinco días, los jueces han levantado cargos contra 401 personas, incluidos algunos que se declararon desempleados.

Unos 150 jóvenes fueron señalados como presuntos responsables de lanzar bombas molotov a los agentes policiales en el barrio de West Croydon. Algunas de las personas que se han visto involucradas en los hechos incluyen casos como el de un malayo que fue golpeado y asaltado, sin que haya participado en los robos o choques con uniformados.

La policía metropolitana, en tanto, comenzó a allanar viviendas en busca de artículos de tiendas saqueadas. Unos 16 mil agentes ocuparon desde el martes las calles de Londres y su presencia en los barrios es persistente.

Un niño, entre los acusados

"En las primeras horas de la mañana comenzamos a arrestar gente. Tenemos más de 100 órdenes", dijo Steve Kavanagh, asistente del comisionado de la policía metropolitana. Entre los acusados hay un niño de 11 años, un ayudante de profesor y el trabajador de una organización humanitaria.

Dos menores de edad y un hombre de 26 años fueron detenidos por su probable responsabilidad en la muerte de tres hombres atropellados el miércoles. El segundo fallecido en los disturbios fue un joven en Londres en la madrugada del martes. La quinta víctima, un hombre de 68 años, murió hoy poco antes de la medianoche, a consecuencia de heridas que sufrió durante una batalla campal en el barrio de Faling.

La Asociación Británica de Seguros calculó hoy en 320 millones de dólares el valor de los destrozos originados durante la movilización juvenil.

Durante su comparecencia, Cameron se mostró preocupado de que los disturbios puedan afectar la imagen de Londres, que se prepara para ser la sede de los Juegos Olímpicos de 2012.

En su única referencia a un posible malestar por la recesión económica que padece Gran Bretaña desde hace tres años, Cameron dijo: "éste no es un asunto de pobreza. Se trata de una cultura que glorifica la violencia, no respeta la autoridad y dice todo acerca de los derechos, pero nada acerca de las responsabilidades".

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