Diputados aprueban la reforma política del DF; se convertirá en el estado 32
9 de diciembre de 2015
Destacado
Sesión en San Lázaro. Foto: Hugo Cruz |
MÉXICO,
DF (apro).- La Cámara de Diputados aprobó, con cambios de forma, la
minuta de la reforma política del Distrito Federal por lo que se
constituirá en el estado número 32 y sede de los poderes de la nación.
Con 329 votos a favor, 53 en contra y una abstención, el pleno avaló la minuta que llegó del Senado de la República el 29 de abril de 2014. Al haberle realizado dos cambios de fecha, nada de fondo en las nuevas reglas que regirán la vida política de la Ciudad de México, la minuta se regresa a los senadores.
Los cambios fueron dos, uno por obligación ya que la minuta
del Senado establecía que la reforma entraría en vigor la primera semana
de diciembre de 2015, fecha que ya fue rebasada. Y el segundo es
trasladar a marzo y no a enero del año próximo el plazo para que el
Instituto Nacional Electoral (INE) apruebe las reglas de la elección de
los nuevos miembros del Congreso Constituyente, instancia que
establecerá las bases que regirán al DF en su calidad de nueva entidad.
En la reforma se establece la integración de 60 integrantes a la Asamblea o Congreso Constituyente, quienes serán electos por representación proporcional de las listas que proponga cada partido político.
Otros 40 serán propuestos de la siguiente manera: 14 miembros por el Senado de la República, 14 por la Cámara de Diputados, 6 por el Jefe de Gobierno y 6 por el Ejecutivo Federal.
Los 40 propuestos y los 60 electos conformaran los cien miembros del Congreso Constituyente y la elección se hará el primer domingo de junio del año 2016.
Este Congreso Constituyente deberá elaborar el proyecto de Constitución del estado número 32.
El Congreso Constituyente deberá sesionar el 16 de septiembre y la nueva Constitución deberá estar lista para el 31 de enero del año 2017.
Entre los cambios que deberá hacer el nuevo Congreso de la Ciudad de México, estará el definir una nueva demarcación política o mantener la actual, es decir, si las regiones políticas siguen siendo las 16 delegaciones o se redistribuyen tanto en límites territoriales como en número de delegaciones. Además, estas nuevas entidades ya no se llamarán “delegaciones” sino “alcaldías”.
Al no ser municipios sino alcaldías, no se regirán por el artículo 115 de la Constitución que establece el funcionamiento, derechos y obligaciones de los ayuntamientos. La constitución local dirá cómo se regirán.
Aunque la reforma aprobada hoy es regresada al Senado, al no haber cambios sustanciales sino solo de forma (fechas), entrará en vigor cuando sea avalada en el Senado y una vez publicada en el Diario Oficial de la Federación.
En la reforma se mantiene que el Congreso de la Unión siga aprobando la deuda del Distrito Federal pero da potestad a que el nuevo constituyente y el nuevo Congreso local definan su régimen interior, político y administrativo.
Durante la discusión, diputados del PRD y Morena se enfrascaron en acusaciones mutuas. A través del diputado de Morena Vidal Llerena, los legisladores del partido de Andrés Manuel López Obrador, quien fuera Jefe de Gobierno del Distrito Federal, lamentaron que no sean los ciudadanos que habitan la Ciudad de México quienes definan el proyecto de “Constitución” del nuevo estado. Es decir, que no sean los ciudadanos que radican en esta localidad quienes digan cómo quieren que se conformen las reglas políticas, económicas y administrativas del naciente estado 32.
El vicecoordinador del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, subió a tribuna a defender el dictamen y aceptó que la reforma que se estaba aprobando fue producto de un “acuerdo político” entre todas las fracciones. Lamentó que la palabra “acuerdo” sea considerada por algunos como algo negativo e incluso se les prohíba como fracción parlamentaria establecer acuerdos con otros partidos; lo anterior en clara referencia a Morena.
A su vez, el diputado federal del PRD por segunda ocasión, Arturo Santana, rechazó que su partido esté traicionando a los ciudadanos y acusó a Morena de ser ellos los traidores, pues sostuvo que gracias a éstos se dividió la izquierda y se perdieron varias posiciones políticas que se tenían en la Ciudad de México.
En el centro de las decisiones
Por su parte, a través de un comunicado, el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, festejó la aprobación de la reforma política.
“La capital del país podrá contar con una Constitución propia que garantice las libertades y los derechos sociales de las y los capitalinos, colocando a la ciudadanía en el centro de todas las decisiones”, señala.
Y añade: “El gobierno de la CDMX expresa su reconocimiento a las distintas fuerzas políticas por los consensos alcanzados, primero en la Cámara de Senadores y después en la Cámara de Diputados, para lograr un rediseño constitucional que permitirá a la capital del país definir con libertad su régimen interior y su organización político administrativa a favor de las y los ciudadanos”.
Fuente
Con 329 votos a favor, 53 en contra y una abstención, el pleno avaló la minuta que llegó del Senado de la República el 29 de abril de 2014. Al haberle realizado dos cambios de fecha, nada de fondo en las nuevas reglas que regirán la vida política de la Ciudad de México, la minuta se regresa a los senadores.
En la reforma se establece la integración de 60 integrantes a la Asamblea o Congreso Constituyente, quienes serán electos por representación proporcional de las listas que proponga cada partido político.
Otros 40 serán propuestos de la siguiente manera: 14 miembros por el Senado de la República, 14 por la Cámara de Diputados, 6 por el Jefe de Gobierno y 6 por el Ejecutivo Federal.
Los 40 propuestos y los 60 electos conformaran los cien miembros del Congreso Constituyente y la elección se hará el primer domingo de junio del año 2016.
Este Congreso Constituyente deberá elaborar el proyecto de Constitución del estado número 32.
El Congreso Constituyente deberá sesionar el 16 de septiembre y la nueva Constitución deberá estar lista para el 31 de enero del año 2017.
Entre los cambios que deberá hacer el nuevo Congreso de la Ciudad de México, estará el definir una nueva demarcación política o mantener la actual, es decir, si las regiones políticas siguen siendo las 16 delegaciones o se redistribuyen tanto en límites territoriales como en número de delegaciones. Además, estas nuevas entidades ya no se llamarán “delegaciones” sino “alcaldías”.
Al no ser municipios sino alcaldías, no se regirán por el artículo 115 de la Constitución que establece el funcionamiento, derechos y obligaciones de los ayuntamientos. La constitución local dirá cómo se regirán.
Aunque la reforma aprobada hoy es regresada al Senado, al no haber cambios sustanciales sino solo de forma (fechas), entrará en vigor cuando sea avalada en el Senado y una vez publicada en el Diario Oficial de la Federación.
En la reforma se mantiene que el Congreso de la Unión siga aprobando la deuda del Distrito Federal pero da potestad a que el nuevo constituyente y el nuevo Congreso local definan su régimen interior, político y administrativo.
Durante la discusión, diputados del PRD y Morena se enfrascaron en acusaciones mutuas. A través del diputado de Morena Vidal Llerena, los legisladores del partido de Andrés Manuel López Obrador, quien fuera Jefe de Gobierno del Distrito Federal, lamentaron que no sean los ciudadanos que habitan la Ciudad de México quienes definan el proyecto de “Constitución” del nuevo estado. Es decir, que no sean los ciudadanos que radican en esta localidad quienes digan cómo quieren que se conformen las reglas políticas, económicas y administrativas del naciente estado 32.
El vicecoordinador del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, subió a tribuna a defender el dictamen y aceptó que la reforma que se estaba aprobando fue producto de un “acuerdo político” entre todas las fracciones. Lamentó que la palabra “acuerdo” sea considerada por algunos como algo negativo e incluso se les prohíba como fracción parlamentaria establecer acuerdos con otros partidos; lo anterior en clara referencia a Morena.
A su vez, el diputado federal del PRD por segunda ocasión, Arturo Santana, rechazó que su partido esté traicionando a los ciudadanos y acusó a Morena de ser ellos los traidores, pues sostuvo que gracias a éstos se dividió la izquierda y se perdieron varias posiciones políticas que se tenían en la Ciudad de México.
En el centro de las decisiones
Por su parte, a través de un comunicado, el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, festejó la aprobación de la reforma política.
“La capital del país podrá contar con una Constitución propia que garantice las libertades y los derechos sociales de las y los capitalinos, colocando a la ciudadanía en el centro de todas las decisiones”, señala.
Y añade: “El gobierno de la CDMX expresa su reconocimiento a las distintas fuerzas políticas por los consensos alcanzados, primero en la Cámara de Senadores y después en la Cámara de Diputados, para lograr un rediseño constitucional que permitirá a la capital del país definir con libertad su régimen interior y su organización político administrativa a favor de las y los ciudadanos”.
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