El Degenere
miércoles 6 de octubre de 2010
Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
En una serie de entregas, que parecían interminables, nos referimos antes de las elecciones de mitad de sexenio a las que titulamos en forma genérica como las “Alianzas con Ofensas”, que como era de imaginarse hoy han caído en el degenere total que denigra tanto a los protagonistas como a la misma política.
Ya antes, cuando el despacho de Gobernación lo ocupaba Fernando Gómez Mont, sobrevino el primer degenere con el encontronazo al interior del Partido Acción Nacional.
Pese a que el ex huésped de Los Pinos, Vicente Fox Quesada coincidía y apoyaba al alto funcionario en lo indebido de las alianzas con la llamadas izquierdas, ganó el dirigente panista César Nava Vázquez, lo que orilló a la doble renuncias de Gómez Mont, primero a su militancia de décadas en el PAN y luego a la segunda posición en el Ejecutivo federal.
Ahora el degenere se ha trasladado al Partido de la Revolución Democrática, donde sus su más preclaros dirigentes se están dando hasta con la cubeta en la maceta, mientras el autor de “las alianzas con ofensas”, Manuel Camacho Solís se divierte a los volados, seguro de que sacará raja, ganancias de las mismas.
En días pasados, el líder moral en continúa campaña, Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez acordó con el Ejecutivo un pacto con miras a la contienda del próximo año por la gubernatura del estado de México.
Ahora, Jesús Zambrano Grijalva, dirigente de Nueva Izquierda, en entrevista a El Universal, afirmó que Andrés Manuel López Obrador ha caído en un discurso irresponsable, maniqueo, vulgar y mesiánico, con el que busca descalificar a las alianzas promovidas por el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez. Es decir, ahora descubrió que AMLO es “un vulgar”.
En esa misma línea de disputa, el tabasqueño emplazó a los dirigentes nacionales del PRD a "quitarse la máscara", y exigió que expliquen cuáles son los acuerdos y compromisos que contrajeron con el presidente Felipe Calderón Hinojosa, el mismo que les robó la Presidencia de la República en el 2006, en materia de alianzas electorales.
Y no se quedó atrás Zambrano quien espetó: quienes se oponen a una alianza opositora en el estado de México, se convierten de manera fáctica en instrumentos del Partido Revolucionario Institucional, PRI, y del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, “o por lo menos le hacen el trabajo que quieren ellos”.
Coinciden con López Obrador en esto de la repulsa a las alianzas con las derechas, los Cárdenas, Cuauhtémoc y Lázaro y Alejandro Encinas Rodríguez, por lo que en su cuarto día de gira proselitista por el estado de México, AMLO sentenció que el PRD nació para transformar la vida pública de México y "no, para ser palero de la mafia de la política, como lo son sus dirigentes".
Mientras tanto, el pueblo asiste a estos grotescos sainetes de las derechas y las izquierdas, cuyos autores y operadores de las “alianzas antinatura” o “alianzas con ofensas”, que no quepa duda, en sus ansias de asegurar el poder por el poder mismo han vituperado a sus partidos y están, sin importarles ni la ciudanía ni el país mismo, en el degenere criminal de la política.
Fuente
Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
En una serie de entregas, que parecían interminables, nos referimos antes de las elecciones de mitad de sexenio a las que titulamos en forma genérica como las “Alianzas con Ofensas”, que como era de imaginarse hoy han caído en el degenere total que denigra tanto a los protagonistas como a la misma política.
Ya antes, cuando el despacho de Gobernación lo ocupaba Fernando Gómez Mont, sobrevino el primer degenere con el encontronazo al interior del Partido Acción Nacional.
Pese a que el ex huésped de Los Pinos, Vicente Fox Quesada coincidía y apoyaba al alto funcionario en lo indebido de las alianzas con la llamadas izquierdas, ganó el dirigente panista César Nava Vázquez, lo que orilló a la doble renuncias de Gómez Mont, primero a su militancia de décadas en el PAN y luego a la segunda posición en el Ejecutivo federal.
Ahora el degenere se ha trasladado al Partido de la Revolución Democrática, donde sus su más preclaros dirigentes se están dando hasta con la cubeta en la maceta, mientras el autor de “las alianzas con ofensas”, Manuel Camacho Solís se divierte a los volados, seguro de que sacará raja, ganancias de las mismas.
En días pasados, el líder moral en continúa campaña, Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez acordó con el Ejecutivo un pacto con miras a la contienda del próximo año por la gubernatura del estado de México.
Ahora, Jesús Zambrano Grijalva, dirigente de Nueva Izquierda, en entrevista a El Universal, afirmó que Andrés Manuel López Obrador ha caído en un discurso irresponsable, maniqueo, vulgar y mesiánico, con el que busca descalificar a las alianzas promovidas por el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez. Es decir, ahora descubrió que AMLO es “un vulgar”.
En esa misma línea de disputa, el tabasqueño emplazó a los dirigentes nacionales del PRD a "quitarse la máscara", y exigió que expliquen cuáles son los acuerdos y compromisos que contrajeron con el presidente Felipe Calderón Hinojosa, el mismo que les robó la Presidencia de la República en el 2006, en materia de alianzas electorales.
Y no se quedó atrás Zambrano quien espetó: quienes se oponen a una alianza opositora en el estado de México, se convierten de manera fáctica en instrumentos del Partido Revolucionario Institucional, PRI, y del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, “o por lo menos le hacen el trabajo que quieren ellos”.
Coinciden con López Obrador en esto de la repulsa a las alianzas con las derechas, los Cárdenas, Cuauhtémoc y Lázaro y Alejandro Encinas Rodríguez, por lo que en su cuarto día de gira proselitista por el estado de México, AMLO sentenció que el PRD nació para transformar la vida pública de México y "no, para ser palero de la mafia de la política, como lo son sus dirigentes".
Mientras tanto, el pueblo asiste a estos grotescos sainetes de las derechas y las izquierdas, cuyos autores y operadores de las “alianzas antinatura” o “alianzas con ofensas”, que no quepa duda, en sus ansias de asegurar el poder por el poder mismo han vituperado a sus partidos y están, sin importarles ni la ciudanía ni el país mismo, en el degenere criminal de la política.
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