No comparto las acusaciones de Calderón contra AMLO: Valdés
Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
Jueves 7 de octubre de 2010, p. 5
Aunque México ha logrado consolidar en los pasados 20 años su democracia electoral, es claro que ésta aún mantiene un déficit de cara a la sociedad y requiere avanzar hacia una ciudadanización que permita mayor participación social en la solución de los problemas. La pobreza, la inseguridad y la desigualdad son saldos que no han sido resueltos a pesar de las nuevas normas democráticas, sostuvo el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita.
Entrevistado por La Jornada en ocasión del vigésimo aniversario del instituto, consideró que a pesar del largo proceso de transición que ha posibilitado la alternancia en el gobierno hay insatisfacción social frente a la complejidad de la problemática que ha lastimado a grupos importantes de la sociedad. Por ello, dijo, el gran desafío “es la creación de una democracia ciudadana que tenga como fundamento lo electoral, pero que permita una comunicación eficiente entre gobierno y sociedad”.
En la entrevista, Valdés abordó las acusaciones que el presidente Felipe Calderón Hinojosa hizo contra Andrés Manuel López Obrador, al que asoció, de nueva cuenta, como “peligro para México”, y las críticas al desempeño reciente del IFE: “Es un posicionamiento personal respecto de una muy polémica elección presidencial; respetable, pero no puedo compartir señalamientos que pudieran poner en duda la actividad profesional del instituto para organizar y arbitrar elecciones”.
–¿Qué implicaciones puede tener ahora reditar la polémica de 2006?
–Para nuestra democracia lo importante es ver hacia adelante para consolidar la democracia, para que la ciudadanía se acerque a la vida política. Hay que entender que la democracia es una construcción colectiva donde todos debemos aportar.
Valdés también cuestionó las censuras presidenciales al señalamiento que en su momento hizo el IFE sobre la violación a disposiciones constitucionales en las que incurrió Calderón en los pasados comicios locales: “Es un asunto archivado; el IFE recibió una queja en la que se asumió que efectivamente había violación a la normatividad vigente. El caso fue impugnado y ratificado por el tribunal electoral”.
Sin embargo, subrayó Valdés, el caso es un precedente a futuro de cara a las elecciones de 2012, que deja en claro la necesidad de que los gobernantes, los tres niveles de gobierno, acaten las restricciones “para que el proceso electoral de 2012 sea legal y se legitime por la vía democrática al próximo presidente”.
En el balance que realiza Valdés sostiene que 2010 es emblemático por celebraciones como el bicentenario de la Independencia, el centenario de la Revolución y los 20 años del IFE, loque asocia con la transición democrática por la que se pugnaba desde hace un siglo.
–La celebración del aniversario del instituto se da en un contexto de crisis, donde existe insatisfacción social por el saldo de la democracia
–Se da en medio de una creciente situación compleja, no solamente por la cuestión económica que ha afectado a grupos importantes de la población. Un ciudadano que ha sido afectado no puede estar satisfecho por la marcha de la democracia, pero en general con la vida pública del país y las políticas del gobierno.
–¿Se añade a esto la situación de inseguridad?
–Sí, el impacto de los problemas de inseguridad sobre la democracia. No somos el primer país del mundo que enfrenta esta situación y muchos han logrado salir, pero tenemos que estar atentos a cómo se ha logrado solucionar sin lesionar principios básicos de la democracia. Hay que asumir que problemáticas similares se han resuelto por vías autoritarias o con regímenes militares, sin respetar los derechos humanos.
Al referirse a la transición democrática, Valdés reivindica los avances sustanciales que México ha tenido en la organización electoral (padrón, credencial de elector, nuevo modelo de comunicación política), aunque admite que hay saldos pendientes en torno a la participación social, señaladamente la desigualdad en materia de género que aún prevalece en la postulación de candidaturas y la poca atracción que se ha tenido de los jóvenes para participar en la solución de los problemas del país.
A propósito de los nuevos desafíos del IFE, de cara a 2012, Valdés Zurita reconoce la consolidación del nuevo modelo de comunicación política, porque por primera vez en una elección presidencial se va a poner a prueba un esquema cuyo objetivo central es dotar de mayor equidad a la contienda. Habrá que revisar el impacto que esto traerá en el diseño de las campañas políticas, en la actuación de los partidos y candidatos, así como en la participación de los electores.
Comparado con otros países, subraya, México ha alcanzado un esquema que pugna por garantizar equidad en el acceso a los medios, mientras que en otras democracias se mantiene la prohibición para acceder a los medios electrónicos o se preserva el esquema de compra de tiempos en función de los recursos de cada partido o candidato.
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Periódico La Jornada
Jueves 7 de octubre de 2010, p. 5
Aunque México ha logrado consolidar en los pasados 20 años su democracia electoral, es claro que ésta aún mantiene un déficit de cara a la sociedad y requiere avanzar hacia una ciudadanización que permita mayor participación social en la solución de los problemas. La pobreza, la inseguridad y la desigualdad son saldos que no han sido resueltos a pesar de las nuevas normas democráticas, sostuvo el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita.
Entrevistado por La Jornada en ocasión del vigésimo aniversario del instituto, consideró que a pesar del largo proceso de transición que ha posibilitado la alternancia en el gobierno hay insatisfacción social frente a la complejidad de la problemática que ha lastimado a grupos importantes de la sociedad. Por ello, dijo, el gran desafío “es la creación de una democracia ciudadana que tenga como fundamento lo electoral, pero que permita una comunicación eficiente entre gobierno y sociedad”.
En la entrevista, Valdés abordó las acusaciones que el presidente Felipe Calderón Hinojosa hizo contra Andrés Manuel López Obrador, al que asoció, de nueva cuenta, como “peligro para México”, y las críticas al desempeño reciente del IFE: “Es un posicionamiento personal respecto de una muy polémica elección presidencial; respetable, pero no puedo compartir señalamientos que pudieran poner en duda la actividad profesional del instituto para organizar y arbitrar elecciones”.
–¿Qué implicaciones puede tener ahora reditar la polémica de 2006?
–Para nuestra democracia lo importante es ver hacia adelante para consolidar la democracia, para que la ciudadanía se acerque a la vida política. Hay que entender que la democracia es una construcción colectiva donde todos debemos aportar.
Valdés también cuestionó las censuras presidenciales al señalamiento que en su momento hizo el IFE sobre la violación a disposiciones constitucionales en las que incurrió Calderón en los pasados comicios locales: “Es un asunto archivado; el IFE recibió una queja en la que se asumió que efectivamente había violación a la normatividad vigente. El caso fue impugnado y ratificado por el tribunal electoral”.
Sin embargo, subrayó Valdés, el caso es un precedente a futuro de cara a las elecciones de 2012, que deja en claro la necesidad de que los gobernantes, los tres niveles de gobierno, acaten las restricciones “para que el proceso electoral de 2012 sea legal y se legitime por la vía democrática al próximo presidente”.
En el balance que realiza Valdés sostiene que 2010 es emblemático por celebraciones como el bicentenario de la Independencia, el centenario de la Revolución y los 20 años del IFE, loque asocia con la transición democrática por la que se pugnaba desde hace un siglo.
–La celebración del aniversario del instituto se da en un contexto de crisis, donde existe insatisfacción social por el saldo de la democracia
–Se da en medio de una creciente situación compleja, no solamente por la cuestión económica que ha afectado a grupos importantes de la población. Un ciudadano que ha sido afectado no puede estar satisfecho por la marcha de la democracia, pero en general con la vida pública del país y las políticas del gobierno.
–¿Se añade a esto la situación de inseguridad?
–Sí, el impacto de los problemas de inseguridad sobre la democracia. No somos el primer país del mundo que enfrenta esta situación y muchos han logrado salir, pero tenemos que estar atentos a cómo se ha logrado solucionar sin lesionar principios básicos de la democracia. Hay que asumir que problemáticas similares se han resuelto por vías autoritarias o con regímenes militares, sin respetar los derechos humanos.
Al referirse a la transición democrática, Valdés reivindica los avances sustanciales que México ha tenido en la organización electoral (padrón, credencial de elector, nuevo modelo de comunicación política), aunque admite que hay saldos pendientes en torno a la participación social, señaladamente la desigualdad en materia de género que aún prevalece en la postulación de candidaturas y la poca atracción que se ha tenido de los jóvenes para participar en la solución de los problemas del país.
A propósito de los nuevos desafíos del IFE, de cara a 2012, Valdés Zurita reconoce la consolidación del nuevo modelo de comunicación política, porque por primera vez en una elección presidencial se va a poner a prueba un esquema cuyo objetivo central es dotar de mayor equidad a la contienda. Habrá que revisar el impacto que esto traerá en el diseño de las campañas políticas, en la actuación de los partidos y candidatos, así como en la participación de los electores.
Comparado con otros países, subraya, México ha alcanzado un esquema que pugna por garantizar equidad en el acceso a los medios, mientras que en otras democracias se mantiene la prohibición para acceder a los medios electrónicos o se preserva el esquema de compra de tiempos en función de los recursos de cada partido o candidato.
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