El informe de Ivón Ortega y Salinas

Pedro Echeverría V.

En el informe de Ivonne Ortega, Salinas –papá de priístas y panistas- suplió a Peña Nieto
Pedro Echeverría V.

1. La gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega (Ivón), presentó su cuarto informe de gobierno en Dzibichaltún, un centro turístico prehispánico a unos 15 kilómetros de la ciudad de Mérida, la capital de estado. Lo hizo –como suele hacer todas sus cosas con la asesoría de Televisa- con la mayor expectación posible haciendo venir de manera especial a unos 200 invitados entre políticos, empresarios, artistas y faranduleros. Sus informes se han organizado en forma de fiesta con videos, con participantes escogidos en la tribuna, con un escenario ataviado de adornos, con orquestas y baile típico. Con la intervención de especialistas en escenografía ya los informes no son importantes por lo que se dice, sino por la forma en que se hace. Antes en los informes llenos de cifras y estadísticas, el auditorio pestañaba o de plano se dormía; hoy los adornos y las luces de colores entretienen mientras en la tribuna hay espectáculo.

2. El informe reconfirma que el gobierno del PRI yucateco está adelantando la forma en que se seguirá controlando el deseo creado a la población por tener “pan y circo”. Pero el PRI y el PAN son lo mismo en cuando a corrupción, manipulación, negocios y fraudes. Los gobiernos panistas –el particular el gobierno de Patricio Patrón en Yucatán- creyeron que como Porfirio Díaz habían asumido el poder y se quedarían allí junto con los grandes empresarios, el clero y la aristocracia. Como al PRI, al PAN le valió un carajo el pueblo y la miseria y el desempleo continuaron desarrollándose. Hoy la pobre Ortega, como Patrón en el sexenio anterior –absolutamente ignorantes de la historia- presume que en sus gobiernos han convertido a Yucatán en el estado más pacífico de la República, cuando los yucatecos han sido pacíficos desde los mayas prehispánicos. A mí, al contrario, me desespera esa pasividad que mantienen a pesar de su miseria y su hambre.

3. La estrella de la noche no fue la gobernadora sino el expresidente Carlos Salinas que fue quien creó y educó a casi toda la clase política y gran parte de la empresarial. En los hechos funcionarios y políticos pertenecientes al PRI, PAN y los demás partidos nacieron bajo su sombra y apoyo. ¿Puede olvidarse que sin el gobierno de Salinas (1988-94) y los miles de millones de pesos que le destinó, el PAN no sería nada? ¿No se recuerda acaso que los panistas decían que Salinas estaba coincidiendo y aplicando su viejo programa anti intervención del Estado y privatizador? ¿Qué decir de los arreglos de los panistas Cevallos, Álvarez y Castillo para apoyar la toma de posesión de Salinas cuando millones de gentes estaban en las calles protestando contra el fraude electoral? Por eso cuando apareció Salinas en Dzibichaltún la gobernadora y los políticos respiraron hondo porque era un buen sustituto de Peña Nieto –el jefe de los ivonistas- que avisó que no iba a llegar.

4. Salinas ocupó en el informe un lugar privilegiado: al lado de la gobernadora tenía que estar el presidente del Tribunal Superior y el presidente del Congreso de diputados, pero el siguiente fue Salinas, más cercano que el comandante militar y la presidenta municipal de Mérida y su presentación en el acto fue apabullante: “le dicen licenciado, pero es doctor y … mucho más”. Por eso desde que entró al sitio hasta que salió todos los periodistas lo tuvieron como principal objetivo. La gobernadora hizo pasar a 12 jóvenes, que antes practicaron lectura y declamación durante varios días, para leer 12 capítulos del informe, muchos con disfraces de artesanos, campesinos, deportistas y empleados; pero antes de cada lector se pasaba un video preparado por la televisión y narrado por la gobernadora. La realidad es que el texto del informe real se perdió en lo fantasioso y en muchas palabras que reiteraban –con mucha demagogia- “el trabajo apasionado de la gobernadora”.

5. El informe arrojó datos con apariencia falaz: los genes de los mayas; tercer lugar en la Olimpiada Mundial de Física; 20 de los 90 lugares en toda la República para especializarse en Europa; primer lugar en concurso de ortografía de secundaria; tres primeros lugares en matemáticas para escuelas primarias; quinta potencia deportiva; tercer estado con menos desempleo (dato no real); quinto estado con menores niveles de corrupción; cero secuestros; primer lugar en servicios médicos públicos (No comprobado); “Junto con obras como el Museo Maya de Mérida o el Malecón Internacinal quedarán obras también completas en su fase respectiva como la red digital y el Parque Ciéntífico y Tecnológico”. Se iniciará la construcción de tres hospitales en Tizimín, Ticul y sur de Mérida; además “tiene ahora una Ciudad Deportiva y en menos de 50 días tendrá un Parque Metropolitano”.

6. Hoy la gobernadora, como el presidente ilegítimo Calderón con su “seguro popular”, dice que 9 de cada 10 tienen protección social. La realidad es que basta con ver la atención que se hace a los seres humanos, “como si fueran animales” que se proporciona en el IMSS y el ISSSTE –los centros de salud más importantes del país desde hace más de 50 años- para comprender lo que pasa en México. Luego la gobernadora habla de construcción de carreteras “para que saquen al pueblo del abandono”. En conclusión lo que se ve es que la gobernadora ha manejado mucho dinero, ha recibido muchas donaciones pero –como todos los gobiernos panistas y priístas- en vez de que estén dejando trabajos que aseguren el presente y futuro de las poblaciones, su interés es la propaganda política que les permita brincar a otro cargo mayor. Fue el objetivo de Patricio Patrón del PAN –que ocupó un cargo en el gabinete de Calderón y de todos los priístas.

7. “Los mayas no se fueron”, como dice la gobernadora Ortega; los héroes de la llamada “Guerra de Castas” de mediados del siglo XIX que lucharon contra los esclavistas yucatecos que los asesinaban para arrebatarles sus tierras, esos mayas no se fueron, miles de ellos fueron masacrados en 1901-02, en las selvas del territorio hoy Quintana Roo, por el ejército porfirista. En Mérida hay un parque con monumento en honor a los asesinos de indígenas de la Guerra de Castas; un monumento en Paseo de Montejo a un esclavista llamado Justo Sierra 0’Reil y otro al inicio del Paseo en honor a los conquistadores españoles y, para rematar, el gobierno panista levantó un monumento “A las Haciendas Henequeneras” que fueron durante 100 años centros de explotación y esclavitud de los trabajadores mayas. Yo diría, con la gobernadora, que “los mayas no se fueron”. Son hoy la mitad de los dos millones de pobladores que siguen soportando miseria, hambre y desnutrición.

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