España e Italia, al borde del colapso financiero

Dpa, Afp y Reuters

Periódico La Jornada
Jueves 4 de agosto de 2011, p. 4
Madrid, 3 de agosto. El costo de la deuda pública de España e Italia rozó este miércoles un nivel similar al que llevó a Grecia a requerir un rescate financiero el año pasado, en una jornada en que el ataque especulativo de los mercados contra los bonos emitidos por esos dos países forzó al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a interrumpir sus vacaciones veraniegas.

El presidente del Ejecutivo de la Unión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, se manifestó “profundamente preocupado” por el alza en los premios que los inversionistas están demandando por los bonos públicos de España e Italia, que eleva el costo que los gobiernos deben pagar por su deuda en detrimento de otros renglones de gasto, en momentos en que ambas economías se han desacelerado y enfrentan altas tasas de desempleo.

España volvió a sentir el acoso de los mercados, que en los últimos días ha vuelto a hacer surgir la hipótesis de un posible rescate para solventar su situación económica: la prima de riesgo llegó a 407 puntos básicos, nuevo máximo histórico, aunque luego se relajó hasta cerrar en 385, un día antes de que el tesoro público intente colocar 3 mil 500 millones de euros (unos 5 mil millones de dólares) de deuda.

Grecia recurrió a un rescate financiero cuando su prima de riesgo (el diferencial entre el costo de su deuda y la del bono alemán, empleado como referencia de solvencia) llegó a 400 puntos básicos o cuatro puntos porcentuales.

La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años cerró la jornada en 6.255 por ciento, después de haber alcanzado durante el día 6.41 por ciento.

Superar los 400 puntos básicos en la prima de riesgo y tener 7 por ciento de interés del bono a 10 años son las referencias para que un país tenga que pedir un rescate, indican analistas.

Sin embargo, el gobierno español y la Comisión Europea han negado que sea necesario ese rescate.

En ese contexto, Rodríguez Zapatero interrumpió sus vacaciones, iniciadas el martes por la noche, y regresó a Madrid para convocar a una reunión de emergencia sobre la cuestión económica del país, y se reunió con la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, y el ministro de Fomento y portavoz del Ejecutivo, José Blanco.

Zapatero cree que la crisis financiera que azota a la zona euro, que se ve agravada por los problemas de la deuda estadunidense, requiere una respuesta común dentro de la Unión Europea (UE).

Ante la preocupación de que la prima de riesgo suba en España, el tesoro público pretende colocar este jueves 3 mil 500 millones de euros en bonos a tres y cuatro años, pero con la prima de riesgo disparada, también aumentará el interés que España tendría que pagar.

El objetivo del tesoro español es equilibrar la situación y no llegar a pedir un rescate a la Unión Europea, que en días pasados rechazó que se tenga “sobre la mesa” una discusión en torno a un rescate a España o Italia.

Desde Bruselas, Durao Barroso aseguró que la subida de los intereses de la deuda española está “claramente injustificada” a la vista de los datos económicos del país, y se mostró “profundamente preocupado” por la situación.

Barroso prometió una rápida implementación de las medidas adoptadas por el eurogrupo el 21 de julio para evitar el contagio de la crisis, sobre todo en lo que se refiere al fortalecimiento del fondo de rescate permanente del euro. Reclamó además a los 17 países del euro que aceleren la ratificación de las leyes relacionadas con las reformas.

Por eso mismo abogaron hoy Zapatero y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que mantuvieron una conversación telefónica.

El presidente español y Van Rompuy creen que los gobiernos nacionales europeos deben aprobar cuanto antes los acuerdos del eurogrupo sobre el plan de ayuda a Grecia y la reforma del mecanismo de apoyo a los países de la zona euro, “con el objetivo de dar certidumbre y confianza a los mercados financieros”.

En tanto, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, admitió este miércoles ante la Cámara de Diputados que su país “necesita un plan de acción urgente” para reactivar su economía, cuyo crecimiento es casi nulo, y dijo que los mercados no han evaluado la solidez financiera.

Sin embargo, subrayó que el país necesita “un plan de acción urgente acordado con los actores sociales”.

Berlusconi prometió que “mejorará la calidad de los servicios públicos” para fomentar la competitividad y autorizará el empleo de recursos para fomentar inversiones “aun con aportes privados”. El clima es particularmente delicado, ya que Italia es la tercera economía de la llamada eurozona.


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