Se desacelera la economía estadunidense, admite por primera vez la Casa Blanca
Reuters
Periódico La Jornada
Jueves 4 de agosto de 2011, p. 2
Washington, 3 de agosto. Por primera vez la Casa Blanca reconoció que el crecimiento de la economía de Estados Unidos se ha desacelerado, en momentos en que se dio a conocer que el ritmo de expansión en el sector servicios del país cayó inesperadamente en julio hasta su nivel más bajo desde febrero de 2010, mientras el número de empleos creados por el sector privado también perdió velocidad.
Estos datos se suman a los reportes negativos en torno a la economía, que se han dado a conocer en días recientes y tienen que ver con el empleo, el sector manufacturero y la caída en el consumo interno.
La desaceleración de la economía estadunidense ha revivido los temores a una nueva recesión. Bill Gross, director de Pimco, el más grande fondo de inversiones en el mundo, señaló que la economía de Estados Unidos “está estancada”. Incluso, tanto Gross como Peter Fisher, ejecutivo de BlackRock (la segunda principal firma de inversiones), han dicho que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ya prepara medidas para contrarrestar la desaceleración, informó la agencia especializada en noticias económicas Bloomberg.
Tras este anuncio la bolsa de Nueva York logró revertir las pérdidas que mantuvo durante la jornada y cerrar con mínimos avances, tendencia que no logró ampliar hacia el resto de los mercados bursátiles del mundo, que cayeron de manera generalizada, tanto por los decepcionantes datos de la economía estadunidense como por el incremento en las tensiones sobre un contagio de la crisis de deuda en Europa, que apunta hacia la tercera y la cuarta economías de la eurozona, es decir, Italia y España.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, reconoció en conferencia de prensa que el crecimiento se ha desacelerado mientras la economía lidia con los efectos de los altos precios de la energía y otros desafíos, incluyendo el terremoto de Japón y el debate sobre el límite de endeudamiento del país.
“Ha habido una serie de vientos en contra este año”, dijo, pero señaló que no cree que la economía de Estados Unidos esté en peligro de recaer en una recesión.
El presidente Barack Obama apuntó que la crisis sobre el tope de endeudamiento del país tuvo un impacto negativo innecesario sobre la economía. Además, durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca, aseguró que el gobierno podría perder mil millones de dólares por una disputa en el Congreso sobre la aviación federal.
Las declaraciones del mandatario y del portavoz de la Casa Blanca tuvieron lugar mientras se dio a conocer que la actividad del sector servicios de Estados Unidos se desaceleró sorpresivamente en julio, a su nivel más bajo desde febrero de 2010, reportó este miércoles un informe privado.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento divulgó que su índice sobre la actividad del sector no manufacturero bajó a 52.7 el mes pasado frente a 53.3 en junio; el mercado esperaba una cifra de 53.6, es decir, muy cerca de la zona de decrecimiento.
El deterioro del sector servicios no se limita a Estados Unidos. El crecimiento de ese sector en la zona euro cayó en julio a su tasa más baja en casi dos años, con la primera caída de los pedidos pendientes desde el año pasado, mostró el miércoles un sondeo. Los pedidos pendientes bajaron por primera vez en nueve meses; por ejemplo, en Italia bajaron a 46.5, de 50.2.
Ante la serie de datos pesimistas sobre la economía estadunidense, el pasado 27 de julio la Fed reconoció que el crecimiento de la economía se desaceleró en ocho de las 12 zonas del país durante junio y principios de julio, lo que arrojó dudas sobre la recuperación de la actividad en el segundo semestre del año.
Por otro lado, el Departamento del Tesoro informó que la deuda pública estadunidense superó este miércoles ciento por ciento del producto interno bruto (PIB), al día siguiente de que el Congreso aumentó su techo legal, por lo que ahora se sitúa en 14 billones 580 mil dólares.
Moody’s dio el martes una primera indicación poco tranquilizadora, al bajar de “estable” a “negativa” la perspectiva sobre la nota “AAA” que Estados Unidos mantiene desde 1917. La agencia Fitch también anunció que colocará en revisión con perspectiva negativa la nota, mientras se espera la decisión de la calificadora más influyente, Standard and Poor’s, que fue la primera en anunciar una posible rebaja.
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Jueves 4 de agosto de 2011, p. 2
Washington, 3 de agosto. Por primera vez la Casa Blanca reconoció que el crecimiento de la economía de Estados Unidos se ha desacelerado, en momentos en que se dio a conocer que el ritmo de expansión en el sector servicios del país cayó inesperadamente en julio hasta su nivel más bajo desde febrero de 2010, mientras el número de empleos creados por el sector privado también perdió velocidad.
Estos datos se suman a los reportes negativos en torno a la economía, que se han dado a conocer en días recientes y tienen que ver con el empleo, el sector manufacturero y la caída en el consumo interno.
La desaceleración de la economía estadunidense ha revivido los temores a una nueva recesión. Bill Gross, director de Pimco, el más grande fondo de inversiones en el mundo, señaló que la economía de Estados Unidos “está estancada”. Incluso, tanto Gross como Peter Fisher, ejecutivo de BlackRock (la segunda principal firma de inversiones), han dicho que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ya prepara medidas para contrarrestar la desaceleración, informó la agencia especializada en noticias económicas Bloomberg.
Tras este anuncio la bolsa de Nueva York logró revertir las pérdidas que mantuvo durante la jornada y cerrar con mínimos avances, tendencia que no logró ampliar hacia el resto de los mercados bursátiles del mundo, que cayeron de manera generalizada, tanto por los decepcionantes datos de la economía estadunidense como por el incremento en las tensiones sobre un contagio de la crisis de deuda en Europa, que apunta hacia la tercera y la cuarta economías de la eurozona, es decir, Italia y España.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, reconoció en conferencia de prensa que el crecimiento se ha desacelerado mientras la economía lidia con los efectos de los altos precios de la energía y otros desafíos, incluyendo el terremoto de Japón y el debate sobre el límite de endeudamiento del país.
“Ha habido una serie de vientos en contra este año”, dijo, pero señaló que no cree que la economía de Estados Unidos esté en peligro de recaer en una recesión.
El presidente Barack Obama apuntó que la crisis sobre el tope de endeudamiento del país tuvo un impacto negativo innecesario sobre la economía. Además, durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca, aseguró que el gobierno podría perder mil millones de dólares por una disputa en el Congreso sobre la aviación federal.
Las declaraciones del mandatario y del portavoz de la Casa Blanca tuvieron lugar mientras se dio a conocer que la actividad del sector servicios de Estados Unidos se desaceleró sorpresivamente en julio, a su nivel más bajo desde febrero de 2010, reportó este miércoles un informe privado.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento divulgó que su índice sobre la actividad del sector no manufacturero bajó a 52.7 el mes pasado frente a 53.3 en junio; el mercado esperaba una cifra de 53.6, es decir, muy cerca de la zona de decrecimiento.
El deterioro del sector servicios no se limita a Estados Unidos. El crecimiento de ese sector en la zona euro cayó en julio a su tasa más baja en casi dos años, con la primera caída de los pedidos pendientes desde el año pasado, mostró el miércoles un sondeo. Los pedidos pendientes bajaron por primera vez en nueve meses; por ejemplo, en Italia bajaron a 46.5, de 50.2.
Ante la serie de datos pesimistas sobre la economía estadunidense, el pasado 27 de julio la Fed reconoció que el crecimiento de la economía se desaceleró en ocho de las 12 zonas del país durante junio y principios de julio, lo que arrojó dudas sobre la recuperación de la actividad en el segundo semestre del año.
Por otro lado, el Departamento del Tesoro informó que la deuda pública estadunidense superó este miércoles ciento por ciento del producto interno bruto (PIB), al día siguiente de que el Congreso aumentó su techo legal, por lo que ahora se sitúa en 14 billones 580 mil dólares.
Moody’s dio el martes una primera indicación poco tranquilizadora, al bajar de “estable” a “negativa” la perspectiva sobre la nota “AAA” que Estados Unidos mantiene desde 1917. La agencia Fitch también anunció que colocará en revisión con perspectiva negativa la nota, mientras se espera la decisión de la calificadora más influyente, Standard and Poor’s, que fue la primera en anunciar una posible rebaja.
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