Ante la delincuencia, "no nadamos de muertito", asevera Calderón

Claudia Herrera Beltrán
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 11 de noviembre de 2011, p. 3

San Luis Potosí SLP, 10 de noviembre. Un día después de que Human Rigths Watch consideró fracasada la lucha contra la delincuencia en México, el presidente Felipe Calderón argumentó que no ha buscado "nadar de muertito" ni aceptar una "corrupción tolerable".

En varias ocasiones golpeó el atril tras el cual hablaba, y señaló que se debe enfrentar a la delincuencia con "toda la fuerza del Estado" y terminar con la impunidad cínica con que actuaba en varias partes del país.

Ante empresarios, recomendó pagar mejor a los policías, porque con 4 o 5 mil pesos al mes son fácilmente sobornables.

"Es que ya no quieren venirse de policías aunque ganen 10 mil pesos, pues entonces paguémosles 15 mil y si no quieren 15 mil paguémosles 20 mil", expresó.

Durante una comida efectuada en la casa de gobierno explicó que su estrategia es integral y consiste en "confrontar a los criminales, es decir, no nadar de muertito, como dijo el gobernador (de San Luis Potosí, Fernando) Toranzo: hay que enfrentarlos. Sé que sería muy fácil para el gobierno federal decir ahí están, pero no me meto, no me vayan a... Por supuesto que no, tenemos que ir y enfrentarlos".

El informe titulado Ni seguridad ni derechos: ejecuciones y tortura en la guerra contra el narcotráfico en México, presentado por HRW, concluyó que miembros de las fuerzas de seguridad “habrían participado en más de 170 casos de tortura, 39 desapariciones y 24 ejecuciones extrajudiciales, desde que Calderón asumió la Presidencia, en diciembre de 2006”.

El Ejecutivo replicó que necesitamos demostrar a los delincuentes con hechos que "las calles son nuestras, que las carreteras son nuestras, que los caminos vecinales son nuestros y que la autoridad es nuestra y tenemos que hacerlo con toda la fuerza del Estado que esté a nuestra disposición".

El tolete no es suficiente

Al defender su estrategia contra los criminales, afirmó que los delincuentes no sólo pasan droga a Estados Unidos, sino también ejercen el narcomenudeo. Por eso buscan expandir su territorio y terminan dominando y sometiendo a la autoridad a la buena o a la mala.

Calderón resaltó que el aspecto más relevante de su plan es construir nuevas instituciones, porque las actuales no están adaptadas para enfrentar la fuerza del narcotráfico.

"No sé si sea tradición en San Luis Potosí que los policías no traigan más que tolete. ¿Todavía sigue? La verdad es que ya no nada más es un asunto de sacar a algún escandaloso de alguna cantina, ya no es el tema. La criminalidad tiene armas, fuerza, logística, vehículos y tenemos que escalar", aseveró.

Tampoco, dijo, debe aceptarse una “corrupción tolerable, porque ya no se trata de la mordida al policía de tránsito”, sino a una "autoridad policiaca sobornada que termina siendo una autoridad criminal".

Fue cuando reconoció que los propios policías detienen a gente inocente y la ponen en manos de criminales, como ocurrió con los "pobres muchachos" que fueron de cacería a Zacatecas y los migrantes de San Fernando, Tamaulipas.

Por eso reiteró su llamado a limpiar, depurar y reconstruir las policías, lo mismo que agentes del Ministerio Público y jueces en un proceso complicado, porque implica "pasar báscula".

En otro tema, insistió en que pese a los problemas, México tiene una economía sólida y reservas monetarias que representan una "verdadera muralla" de más de 200 mil millones de dólares.

Después respondió preguntas de los empresarios sin que se diera acceso a la prensa.

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