México: Por territorio y habitantes lugar 11 mundial, por pésimo gobierno e ingresos lugar 78

lunes 18 de abril de 2011

Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)

1. México es un país grande (2 millones de kilómetros) y con mucha riqueza producida por sus 113 millones de habitantes: sus campesinos, obreros, empleados. Por ese hecho debería ocupar el décimo u onceavo lugar mundial en producción, circulación, desarrollo y distribución equitativa de la riqueza; pero nada de eso. Comparado con el resto del mundo, en función del ingreso nacional por habitante, se encuentra en la posición 78, con 8 mil 960 dólares anuales; o en el sitio 77 del mundo si la medición es en función del poder de compra del ingreso. Somos un país rico, pero con un pueblo miserable y manipulado.

2. O sea, México produce mucho menos que lo que puede producir por carencia de estabilidad, ausencia de inversiones, desconfianza, huída de capitales. La producción y las ganancias se concentran en unas cuantas familias que no rebasan el millar; el país crece pero no se desarrolla porque la riqueza que se produce no se distribuye de manera equitativa. El neoliberalismo, que se aplica en el país desde 1982, ha agudizado la situación porque ha hecho tronar el mercado interno para apoyar las políticas de exportación de las más grandes empresas. Ello ha agudizado el cierre de decenas de miles de empresas micros, pequeñas y medianas.

3. Las cifras globales o macros proporcionadas por el Banco Mundial, pero si le damos vida a eso que se llama “ingreso nacional por habitante” y el “poder de compra” veremos con más crudeza la realidad al hacer promediar multimillonarios ingresos con miserables: Se olvida que Slim y Azcárraga obtienen más de mil veces 8 mil 960 dólares anuales y los trabajadores menos de mil 500 dólares al año. En resumen: México es uno de los países más inequitativos del mundo porque todos sus gobiernos han estado al servicio de los empresarios y porque han sido muy hábiles y eficientes para mantener engañado y bien manipulado al pueblo.

4. El gasto militar en México –publica La Jornada con datos del Banco Mundial- creció el último año a una cifra sin precedente de 64 mil 348 millones de pesos, un incremento de 44 por ciento en lo que va el gobierno de Felipe Calderón. Pero lo más grave es que la asignación de mayores recursos públicos a la compra de armas, al mantenimiento de tropas, a aumentos de ingresos a los altos jefes militares, contrastó con el estancamiento del gasto en educación y salud que ha llevado a la población a peores condiciones de vida: millones de estudiantes rechazados por pobreza y marginación y desplome del IMSS, ISSSTE, Salubridad en cuanto a hospitales, médicos, medicinas.

5. Revisando una entrevista realizada por Amy Goodman a Manfred Max-Neef, Premio Nobel Alternativo de Economía, dice algo que suena interesante: “Hemos alcanzado un nivel en nuestra evolución en el que sabemos muchas cosas, pero entendemos muy poco. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta acumulación de conocimiento como en los últimos cien años y mira cómo estamos. ¿Para qué nos ha servido el conocimiento? La esencia está en que el conocimiento por sí mismo no es suficiente, carecemos de entendimiento”. Max-Neef parece olvidar que los intereses de clase están por encima del conocimiento y la manera de adquirirlos.

6. Dice Max-Neef: “El punto es que los economistas (honestos, diría yo) estudian y analizan la pobreza desde sus oficinas lujosas, poseen todas las estadísticas, desarrollan todos los modelos y están convencidos de que saben todo lo que hay que saber sobre la pobreza. Pero ellos no entienden lo que es la pobreza, ese es el gran problema y es también el motivo por el cual la pobreza aún existe. Esto cambió completamente mi vida como economista: inventé un lenguaje coherente para esas condiciones de vida… Ellos ven la pobreza desde afuera en lugar de vivirla desde adentro. Y es adentro donde se aprenden cosas extraordinarias”.

7. ¿Cómo puede México aprovechar su fuerza y presencia en el contexto mundial, mismo en el que debería estar en los primeros lugares? El único camino es que obtenga un alto nivel de conciencia de lucha. No es un asunto de escolaridad o de títulos universitarios, sino de elevar sus concepciones de lucha a partir de organizarse de manera independiente. Como dice Max-Neff “ya sabemos muchas cosas, pero entendemos muy poco”. ¿Para qué ha servido el conocimiento? Alguien subrayó que sin teoría no hay movimiento revolucionario; pero también alguien dijo: vale más un movimiento real que cien mil palabras. ¿Necesitamos acaso a Cioran?

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