Dirigente campesino peruano pide al #YoSoy132 respaldar a zapatistas

Hermann Bellinghausen
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de agosto de 2012, p. 18
El dirigente campesino y director de la publicación peruana Lucha Indígena, Hugo Blanco, denunció desde Perú las verdaderas razones y fuerzas que buscan aplastar lo que él llama la zona liberada del neoliberalismo, donde se gobierna la gente a sí misma, en un mensaje de respaldo a las comunidades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que alude a quienes buscan un mundo libre. En 1994, en pleno auge del sistema neoliberal que nos oprime, se alzó una voz de rebeldía, el movimiento zapatista de Chiapas.
Blanco llama al movimiento #YoSoy132 a que comprenda que es fundamental tarea suya defender la isla de libertad que está en su mismo país; aplastar a los zapatistas haría fácil aplastar a #YoSoy132. Considerando que es interés directo de la humanidad defender dicha isla de libertad, Hugo Blanco llama a la defensa de San Marcos Avilés, contra los otros ataques en la zona y luchar por la libertad de Francisco Sántiz López y Alberto Patishtán Gómez.
Y recuerda: Carlos Salinas de Gortari, entonces presidente, lanzó una sangrienta ofensiva militar pensando aplastar rápidamente la rebelión. No fue así, la población indígena combatiente resistió. El pueblo de México se sintió indignado ante el derramamiento de sangre y exigió el cese del ataque. El gobierno de Estados Unidos se sintió alarmado, pues con la cantidad de mexicanos y chicanos oprimidos en su territorio había el peligro de que la rebelión se extienda a la sede del imperio. Por lo tanto ordenó al gobierno mexicano que detuviera el ataque, mientras los rebeldes manifestaron que ellos obedecían al pueblo de México que ordenó que la guerra se detuviera.
Blanco rememora: El gobierno ofreció conversaciones, los zapatistas aceptaron. Con el espíritu democrático que tienen, no quisieron ser ellos quienes hablaran en nombre de los indígenas mexicanos, y convocaron a indígenas e indigenistas de todo el país para que elaboraran las demandas. Fueron tan contundentes sus argumentos que la comisión gubernamental tuvo que aceptar muchos. Ambas partes firmaron los Acuerdos de San Andrés. Como éstos debían tener forma de ley para ser aprobados por el parlamento, éste nombró una comisión con el encargo de darles el formato correspondiente. La comisión cumplió su tarea y lo presentó a las partes, los zapatistas aceptaron, pero el gobierno no. En lugar de eso presentó otro documento, traicionando los acuerdos que había firmado. Los partidos en el Congreso se inclinaron ante el atropello.
En su momento, el gobierno de Ernesto Zedillo hizo un ataque militar traicionero, pretendiendo liquidar a la dirección del EZLN. Fracasó, apunta Blanco, pero (cualquiera que sea el presidente de turno) no abandona sus intenciones de desaparecer esa isla de libertad que existe en el mundo. No olvidemos que la primera reunión internacional de los oprimidos por el sistema neoliberal que aplasta al mundo fue convocada por los indígenas zapatistas y se realizó en el barro de Chiapas años antes del Foro Social Mundial.
El dirigente campesino de Perú destaca: Últimamente se están intensificando los ataques a las comunidades zapatistas, el principal y más fuerte es el que sufre la comunidad autónoma zapatista de San Marcos Avilés. Las juntas de buen gobierno Hacia la Esperanza y Corazón del Arco Iris de la Esperanza denuncian diversos ataques, apunta. Estos, así como el mantenimiento en prisión de Sántiz López y Patishtán Gómez, constituyen la punta de lanza para aplastar a la zona liberada del neoliberalismo, donde se gobierna la gente a sí misma a través de las juntas. Ellas son vistas como un gran enemigo por las empresas trasnacionales, pues son una muestra viva de que otro mundo es posible, uno donde quepan muchos mundos.

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