La imposición ya está a la vuelta de la esquina

La imposición ya está a la vuelta de la  esquina
En tanto que creo que México no es, ni de cerca, un país plenamente democrático, considero que la situación en la que se encuentra el pueblo mexicano es la ya descrita.

Revista EMET



Cuando no se vive en un marco democrático, pocas son las opciones que le quedan a la población para conseguir medidas que no le sean contrarias a sus intereses económicos o políticos más fundamentales. Cuando el poder está concentrado en una minoría que lo utiliza exclusivamente para su propio beneficio, la población solo puede contar consigo misma, con sus fuerzas y la presión que pueden ejercer con ellas.
En tanto que creo que México no es, ni de cerca, un país plenamente democrático, considero que la situación en la que se encuentra el pueblo mexicano es la ya descrita. Ya que todos los poderes del Estado hoy responden al unísono a una camarilla corrupta y absolutamente inmoral, lo único que podría frenar la imposición que, por cierto, ya está a la vuelta de la esquina, sería una impresionante demostración de fuerza de la ciudadanía del país.
Ha habido, sin duda, muchísimas muestras de descontento y de repudio al candidato priista y a toda la camarilla que está detrás de él y le controla, pero la fuerza necesaria para frenar la imposición anti-democrática de un gerente de los intereses de la minoría es mucho más potente de la que se ha mostrado hasta ahora en las diversas marchas anti-imposición y anti-Peña Nieto.
El TRIFE, que no quede la menor duda, se frota las manos por resolver la elección a favor de Peña y entregar a éste el acta de mayoría. No hay una señal clara, no hay nada concreto, que nos lleve a pensar que aún y con todo el peso de las pruebas de la gigantesca montaña de dinero (legal e ilegal) que utilizó el PRI para comprar votos, ese tribunal vaya invalidar la elección presidencial.
Pienso que, además de un excelente trabajo jurídico, es necesaria en paralelo una contundente Huelga General, como una forma de decir a las élites “alto señores, no daremos un paso más hacia el precipicio al que nos conducen”. Sería la única posibilidad de obligar a esas élites a dar un paso atrás en su proyecto devastador y reordenar democráticamente las reglas del juego.
El único detalle, el único pequeñísimo detalle, es que, al menos yo, no veo, ni percibo en el horizonte condición alguna que me indique que pueda llevarse adelante semejante tarea que la situación histórica nos exige como sociedad.
@alfredordz_ en Twitter.
Alfredo Rodríguez - Opinión EMET
 

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