La muerte de Gadafi da fin a la lucha?
Muertos Hussein, Bin Laden y Gadafi, viven los multiasesinos, Bush 1 y 2, los Clinton y los Obama
Pedro Echeverría V.
1. Decenas de millones de bombardeos realizados por miles de aviones yanquis que vuelan sobre los pueblos de Irak, Afganistán y Libia, que han provocado millones de muertos, “son poca cosa” frente a gobiernos de dictadores que se han opuesto a las políticas yanquis y a los acuerdos impuestos por éstas en el consejo de seguridad de la ONU. Pero esos gobernantes yanquis nunca serán juzgados como multihomicidas por los mandatarios del sistema capitalista a su servicio; al contrario, vivirán siempre laureados como los defensores de la paz, la democracia, la libertad y la justicia. Años antes de ser opositores, Hussein, Bin Laden y Gadafi estuvieron muy asociados con los intereses de los gobiernos de EEUU; mientras era así contaron con el total apoyo yanqui, pero en el momento que rompieron con ellos se convirtieron en los enemigos a perseguir y asesinar. Los medios de información se encargaron de lo
demás.
2. Hace dos horas se ha anunciado la muerte en combate de Muamar Gadafi, presidente de Libia, bombardeado por aviones de EEUU en nombre de la ONU y la OTAN. Si hoy, perseguido por varios miles de mercenarios, no está muerto el líder libio, lo más seguro es que suceda en las próximas semanas, eso pasó con Hussein en Irak; aunque lo importante en este país es que las guerrillas del pueblo continuaron luchando contra el ejército yanki y los mercenarios de ocupación hasta barrerlos. Se espera que los libios se conviertan ahora en guerrilleros que en mediano plazo expulsen a los yanquis y a sus aliados de su territorio. La realidad es que así es este mundo: se pide la pena de muerte para el que mata a una o 10 personas pero para quien ordena el asesinato de miles o cientos de miles se piden homenajes y votos para conformarse en el cargo. En México es más que evidente: pena máxima a quien secuestre y aplausos al régimen de 52 mil muertos.
3. No debe olvidarse jamás que los gobiernos yanquis han tenido siempre a sus propios dictadores (Franco, España; Strossner, Paraguay; Papa Dog, Haití; Somoza, Nicaragua; Trujillo, Dominicana; Batista, Cuba; Videla, Argentina; Pinochet, Chile), pero han sido “sus dictadores”, por ese motivo los ha apoyado. Pero cuando no son “sus” dictadores –aunque con elecciones y referéndums absolutamente legales a nivel internacional- hayan sido confirmados y reconfirmados por el pueblo, como son los casos de Cuba, venezuela y Bolivia que han sido enemigos de las políticas yanquis, entonces lanzan todos sus recursos militares, económicos y políticos para desprestigiarlos ante el mundo y buscar derrocarlos. Así que no hay que irse con las mentiras de los medios de información al servicio de los EEUU.
4. Ganaría Obama a los sectores más guerreristas yanquis –ahora que está en campaña política para ser reelecto- acusar a Fidel Castro, a Hugo Chávez, a Evo Morales de dictadores y asesinos; ordenarle a los medios de información (obvio: mediante la entrega de miles de millones de dólares) que intensifiquen una campaña contra ellos; instrumentar una invasión con bombardeos aéreos sobre Cuba, Venezuela y Bolivia y luego aprehenderlos con el apoyo de la OTAN y el consejo de seguridad de la ONU. Podría surgir en América una gran oposición y protestas, también guerrillas en cada país, pero los yanquis, todos los gobiernos a su servicio y los sectores más derechistas, aplaudirían con enorme alegría. ¿Acaso no fue lo que sucedió con el golpe de Estado en Honduras de junio de 2009 contra el presidente Zelaya? El mundo está de cabeza y habría que luchar mucho para ponerlo de pie, diría Marx hablando del
capitalismo.
5. Que el mundo está de cabeza es indiscutible: En tanto millones de trabajadores producen la riqueza que todos consumimos, unos cuantos capitalistas –que no producen nada- se quedan con el 50 por ciento de esas riquezas. Mientras las cárceles están llenas de miserables “delincuentes” que roban para comer por falta de empleos; los empresarios y gobernantes que saquean el país jamás van a la cárcel. En tanto la minoría que nada produce cuenta con magníficos servicios de salud, de educación, así como gigantescas residencias para vivir, a los trabajadores se les proporcionan servicios totalmente deficientes en todos los campos. Dentro del sistema capitalista, que lleva ya más de cinco siglos de dominio, los dueños del capital han dominado la economía, la política, la ideología y la cultura. Y dado que los capitalistas en cada país son cuando más el tres por ciento de la población, han planeado al sistema de acuerdo a sus
intereses.
6. La muerte anunciada de Gadafi, así como las de Hussein y Bin Laden, no tienen la menor trascendencia para nadie, quizá sólo para sus familiares –como siempre sucede- que pronto se olvidarán de ellos; lo demás es pura basura propagandística, tal como fue la muerte de Kennedy, de Lady Di o de la Madre Teresa. La bronca real es qué hacer con estos hijos de puta gobiernos yanquis, israelí y demás que siguen ordenando asesinatos en masa en nombre de la civilización y la democracia. El problema son esos gobiernos proempresariales que siguen imponiendo leyes represivas contra las luchas de protesta de la población. Pero el peor asunto es que los pueblos –con excepción de los jóvenes, estudiantes y luchadores sociales- siguen dominados por la ideología que expande la radio, la televisión, la iglesia y la sociedad en beneficio de la permanencia de la sociedad capitalista de consumo, de explotación y
opresión.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
Fuente
Pedro Echeverría V.
1. Decenas de millones de bombardeos realizados por miles de aviones yanquis que vuelan sobre los pueblos de Irak, Afganistán y Libia, que han provocado millones de muertos, “son poca cosa” frente a gobiernos de dictadores que se han opuesto a las políticas yanquis y a los acuerdos impuestos por éstas en el consejo de seguridad de la ONU. Pero esos gobernantes yanquis nunca serán juzgados como multihomicidas por los mandatarios del sistema capitalista a su servicio; al contrario, vivirán siempre laureados como los defensores de la paz, la democracia, la libertad y la justicia. Años antes de ser opositores, Hussein, Bin Laden y Gadafi estuvieron muy asociados con los intereses de los gobiernos de EEUU; mientras era así contaron con el total apoyo yanqui, pero en el momento que rompieron con ellos se convirtieron en los enemigos a perseguir y asesinar. Los medios de información se encargaron de lo
demás.
2. Hace dos horas se ha anunciado la muerte en combate de Muamar Gadafi, presidente de Libia, bombardeado por aviones de EEUU en nombre de la ONU y la OTAN. Si hoy, perseguido por varios miles de mercenarios, no está muerto el líder libio, lo más seguro es que suceda en las próximas semanas, eso pasó con Hussein en Irak; aunque lo importante en este país es que las guerrillas del pueblo continuaron luchando contra el ejército yanki y los mercenarios de ocupación hasta barrerlos. Se espera que los libios se conviertan ahora en guerrilleros que en mediano plazo expulsen a los yanquis y a sus aliados de su territorio. La realidad es que así es este mundo: se pide la pena de muerte para el que mata a una o 10 personas pero para quien ordena el asesinato de miles o cientos de miles se piden homenajes y votos para conformarse en el cargo. En México es más que evidente: pena máxima a quien secuestre y aplausos al régimen de 52 mil muertos.
3. No debe olvidarse jamás que los gobiernos yanquis han tenido siempre a sus propios dictadores (Franco, España; Strossner, Paraguay; Papa Dog, Haití; Somoza, Nicaragua; Trujillo, Dominicana; Batista, Cuba; Videla, Argentina; Pinochet, Chile), pero han sido “sus dictadores”, por ese motivo los ha apoyado. Pero cuando no son “sus” dictadores –aunque con elecciones y referéndums absolutamente legales a nivel internacional- hayan sido confirmados y reconfirmados por el pueblo, como son los casos de Cuba, venezuela y Bolivia que han sido enemigos de las políticas yanquis, entonces lanzan todos sus recursos militares, económicos y políticos para desprestigiarlos ante el mundo y buscar derrocarlos. Así que no hay que irse con las mentiras de los medios de información al servicio de los EEUU.
4. Ganaría Obama a los sectores más guerreristas yanquis –ahora que está en campaña política para ser reelecto- acusar a Fidel Castro, a Hugo Chávez, a Evo Morales de dictadores y asesinos; ordenarle a los medios de información (obvio: mediante la entrega de miles de millones de dólares) que intensifiquen una campaña contra ellos; instrumentar una invasión con bombardeos aéreos sobre Cuba, Venezuela y Bolivia y luego aprehenderlos con el apoyo de la OTAN y el consejo de seguridad de la ONU. Podría surgir en América una gran oposición y protestas, también guerrillas en cada país, pero los yanquis, todos los gobiernos a su servicio y los sectores más derechistas, aplaudirían con enorme alegría. ¿Acaso no fue lo que sucedió con el golpe de Estado en Honduras de junio de 2009 contra el presidente Zelaya? El mundo está de cabeza y habría que luchar mucho para ponerlo de pie, diría Marx hablando del
capitalismo.
5. Que el mundo está de cabeza es indiscutible: En tanto millones de trabajadores producen la riqueza que todos consumimos, unos cuantos capitalistas –que no producen nada- se quedan con el 50 por ciento de esas riquezas. Mientras las cárceles están llenas de miserables “delincuentes” que roban para comer por falta de empleos; los empresarios y gobernantes que saquean el país jamás van a la cárcel. En tanto la minoría que nada produce cuenta con magníficos servicios de salud, de educación, así como gigantescas residencias para vivir, a los trabajadores se les proporcionan servicios totalmente deficientes en todos los campos. Dentro del sistema capitalista, que lleva ya más de cinco siglos de dominio, los dueños del capital han dominado la economía, la política, la ideología y la cultura. Y dado que los capitalistas en cada país son cuando más el tres por ciento de la población, han planeado al sistema de acuerdo a sus
intereses.
6. La muerte anunciada de Gadafi, así como las de Hussein y Bin Laden, no tienen la menor trascendencia para nadie, quizá sólo para sus familiares –como siempre sucede- que pronto se olvidarán de ellos; lo demás es pura basura propagandística, tal como fue la muerte de Kennedy, de Lady Di o de la Madre Teresa. La bronca real es qué hacer con estos hijos de puta gobiernos yanquis, israelí y demás que siguen ordenando asesinatos en masa en nombre de la civilización y la democracia. El problema son esos gobiernos proempresariales que siguen imponiendo leyes represivas contra las luchas de protesta de la población. Pero el peor asunto es que los pueblos –con excepción de los jóvenes, estudiantes y luchadores sociales- siguen dominados por la ideología que expande la radio, la televisión, la iglesia y la sociedad en beneficio de la permanencia de la sociedad capitalista de consumo, de explotación y
opresión.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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