Las diferencias entre PEMEX y CFE

José Luis Camacho Acevedo
@jlca007
2011-10-20

Un debate aún no concluido es el de que ha propiciado la pretendida compra de acciones de REPSOL, la petrolera española más importante de la península, por parte de PEMEX para ganar influencia en las decisiones de la empresa.

Una serie de elementos oscuros, difusos, no aclarados a satisfacción de los legisladores mexicanos ni del propio gobierno español, sigue poniendo en duda la intención de esa extraña compra accionaria que significa el desembolso de inversión más grande que ha hecho PEMEX en toda su historia.

1.- El socio de PEMEX en esta operación es una empresa endeudada y a punto de quiebra en España. SACYR y su constructora, y más su socio, son considerados como poco confiables por las autoridades ibéricas. Hay versiones que los ligan a empresas rusas catalogadas como prestanombres de la poderosa mafia de esa nación.

2.- Juan José Suárez Copel, un incondicional de Francisco Gil Díaz, quien tiene nexos comerciales de gran envergadura en España, no ha explicado a satisfacción de la opinión pública qué ganará PEMEX en esa inversión.

3.- PEMEX compromete al presidente Felipe Calderón al hacer cosas buenas que parecen malas en un año electoral. Si ese fuera el caso, la inversión de PEMEX en REPSOL estará ligada al financiamiento de las campañas del PAN hacia el 2012 como si fuera un burdo remake del PEMEXGATE del PRI en el año 2000.

El país necesita de una infraestructura básica para superar sus condiciones de pobreza e inseguridad. Sin duda son éstos los problemas críticos de la densa agenda nacional que se ha conformado en los últimos dos años.

Qué peligroso sería que otras empresas para estatales como CFE o CONAGUA se vieran relacionadas con inversiones o manejos oscuros como el caso PEMEX-REPSOL en momentos en que la violencia social dados los índices de pobreza que padecemos, puede estallar en cualquier momento.

Sin agua y sin electricidad el país se colapsaría rápida y caóticamente como ocurrió con el apagón del aeropuerto.

La capacidad de respuesta de la CFE sigue siendo suficiente. Tal vez no sea la empresa de clase mundial que presume su propaganda, pero que es eficiente y con calidad está fuera de duda.

El director de esa para estatal, Antonio Vivanco Casamadrid, tiene un perfil profesional radicalmente distinto al director de GONAGUA José Luis Luegue Tamargo.

Mientras el director de la CFE es un funcionario de carrera y está cien por ciento dedicado a cumplir su delicado encargo, Luegue Tamargo es un político de la vieja guardia panista que ahora está dedicado a lograr la candidatura de su partido al gobierno del DF.

Las inundaciones en el sureste han dado la muestra de cuando un funcionario atiende su responsabilidad y en el caso contrario cuando se distrae para atender sus proyectos políticos personales. La CFE actuó con rapidez y eficiencia en Chiapas, Tabasco y Campeche; mientras que CONAGUA fue un convidado de piedra en esos desastres naturales.

El río de la compañía lo dice todo.

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