Protesta multitudinaria en Madrid contra el capitalismo “depredador”
Claudia Herrera Beltrán y Armando G. Tejeda
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 17 de mayo de 2010, p. 28
Madrid, 16 de mayo. Una multitudinaria manifestación recorrió hoy las calles de Madrid con una causa común: denunciar los “crímenes” sociales, ecológicos y económicos que perpetran las multinacionales europeas, como puntas de lanza de un sistema “capitalista depredador”. Así lo creen las organizaciones de la Cumbre de los Pueblos, que en esta ocasión se reunió en torno a la plataforma Enlazando Alternativas para levantar la voz de los más desprotegidos y marginados de Europa y América Latina.
Más de 15 mil personas, según los organizadores, protagonizaron una marcha festiva en la capital española, en la que se desplegaron numerosas denuncias y reivindicaciones. Se habló y se gritó contra la represión en Colombia, contra los ataques a los defensores de los derechos humanos en México –concretamente en Oaxaca y Chiapas–, contra las políticas de las trasnacionales europeas nocivas al ambiente y los recursos naturales, contra las directivas económicas y financieras de la Unión Europea, contra los organismos internacionales y sus criterios para asfixiar países a través de la deuda externa… Incluso se gritó, casi se imploró una huelga general en España para responder al durísimo plan de ajuste propuesto por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Reunión para “relanzar” relaciones comerciales
El presidente del gobierno español será el anfitrión, en los próximos tres días, de numerosos mandatarios y jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) y de América Latina, con el fin de celebrar una serie de cumbres multilaterales para “relanzar” las relaciones comerciales y políticas. Enfrente, los mandatarios y las grandes fortunas de Europa tendrán una movilización social agrupada en torno a la Cumbre de los Pueblos, en la que no sólo se debatirán asuntos relacionados con los abusos cometidos por las grandes empresas, sino donde también se habla y se debate sobre la situación que se vive en muchas regiones.
Al igual que en los debates que se han llevado a cabo hasta ahora, en la manifestación de Madrid también se alzó la voz sobre cuatro hechos puntuales que afectan a México y al gobierno de Felipe Calderón: los asesinatos de activistas en Oaxaca y el aumento de la represión y el cerco militar en Chiapas; la situación en la que se encuentran los 55 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de manera especial por los más de 90 que mantienen una huelga de hambre desde hace 21 días; por los trabajadores de Cananea, y, finalmente, por los persistentes feminicidios en el país en general, y en Ciudad Juárez en particular. Precisamente una de las cuestiones que se debatieron fue la sentencia del campo algodonero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado mexicano por los asesinatos de tres mujeres. Esta sentencia se puso de ejemplo de cómo se pueden conseguir victorias, a pesar del esfuerzo y el sufrimiento.
Pero en la protesta, convocada también por el sindicato español Confederación General del Trabajo (CGT), se escuchó un reclamo firme de convocar a una huelga general en España, al tiempo que otros colectivos europeos denunciaron las políticas económicas y comerciales diseñadas desde el centro del poder de la UE, en Bruselas y Estrasburgo, y se solidarizaron con el pueblo y los trabajadores griegos. La vocera del Foro Social de Grecia, Sissi Vovou, solicitó incluso una huelga general europea para el próximo jueves 20 de mayo porque “se han pisado y se siguen pisando los derechos de los trabajadores”.
El vocero del foro es un mexicano afincado en París, Braulio Moro, quien explicó a La Jornada que “estamos aquí para mostrar nuestro descontento con las políticas de la UE hacia América Latina, que han sido de recolonización, de favorecer los intereses de sus trasnacionales, y ahora hacia los propios países de la UE como Grecia, España e Irlanda, que fueron las mismas que se nos aplicaron a nosotros en las décadas de los 80 y los 90 y de las que ya sabemos los resultados: empobrecer a la población, que paguen los de abajo mientras los bancos y los dirigentes del capital se benefician de los efectos de la crisis”.
Moro también informó que tanto la sociedad civil europea como las organizaciones mexicanas y latinoamericanas van a seguir denunciando la “complicidad” del gobierno mexicano en asuntos tan graves como los asesinatos de los activistas en Oaxaca, así como la creciente militarización del país “sin ningunas garantías ni respeto a los derechos humanos”. Durante la inauguración de la cumbre se guardó un minuto de silencio por Betty Cariño, activista asesinada en Oaxaca.
También habló Nora Morales de Cortiñas, cofundadora del movimiento argentino de las Madres de Plaza de Mayo, quien afirmó que “es muy importante que el pueblo no asuma la deuda de los ricos para que así no haya más explotados ni más excluidos”. Mientras, la dirigente indígena hondureña Berta Cáceres criticó a la UE por haber cursado una invitación al presidente Porfirio Lobo, con lo que a su juicio “contribuye a que los crímenes cometidos en la nación centroamericana permanezcan en la impunidad”.
También hubo referencias a Haití, del activista Camille Chalmers, quien señaló que “de cada dólar de ayuda estadunidense, 43 centavos se destinan a pagar sus tropas”. La guatemalteca Ramona Chacón recordó la lucha de su pueblo contra la empresa Cementos Progresos y la multinacional suiza Holcim, que incluso les ha costado que “uno de nuestros dirigentes haya sido condenado a 150 años de prisión y su hijo torturado y asesinado por oponerse a las prácticas de la cementera, pero no lograrán que abandonemos nuestra lucha en defensa de la madre tierra, de la que dependen todas nuestras comunidades”.
Las organizaciones anunciaron más marchas ante la presencia en Madrid de alrededor de 35 jefes de Estado y de gobierno, además de la representación oficial de 60 países, incluido México.
Fuente
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 17 de mayo de 2010, p. 28
Madrid, 16 de mayo. Una multitudinaria manifestación recorrió hoy las calles de Madrid con una causa común: denunciar los “crímenes” sociales, ecológicos y económicos que perpetran las multinacionales europeas, como puntas de lanza de un sistema “capitalista depredador”. Así lo creen las organizaciones de la Cumbre de los Pueblos, que en esta ocasión se reunió en torno a la plataforma Enlazando Alternativas para levantar la voz de los más desprotegidos y marginados de Europa y América Latina.
Más de 15 mil personas, según los organizadores, protagonizaron una marcha festiva en la capital española, en la que se desplegaron numerosas denuncias y reivindicaciones. Se habló y se gritó contra la represión en Colombia, contra los ataques a los defensores de los derechos humanos en México –concretamente en Oaxaca y Chiapas–, contra las políticas de las trasnacionales europeas nocivas al ambiente y los recursos naturales, contra las directivas económicas y financieras de la Unión Europea, contra los organismos internacionales y sus criterios para asfixiar países a través de la deuda externa… Incluso se gritó, casi se imploró una huelga general en España para responder al durísimo plan de ajuste propuesto por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Reunión para “relanzar” relaciones comerciales
El presidente del gobierno español será el anfitrión, en los próximos tres días, de numerosos mandatarios y jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) y de América Latina, con el fin de celebrar una serie de cumbres multilaterales para “relanzar” las relaciones comerciales y políticas. Enfrente, los mandatarios y las grandes fortunas de Europa tendrán una movilización social agrupada en torno a la Cumbre de los Pueblos, en la que no sólo se debatirán asuntos relacionados con los abusos cometidos por las grandes empresas, sino donde también se habla y se debate sobre la situación que se vive en muchas regiones.
Al igual que en los debates que se han llevado a cabo hasta ahora, en la manifestación de Madrid también se alzó la voz sobre cuatro hechos puntuales que afectan a México y al gobierno de Felipe Calderón: los asesinatos de activistas en Oaxaca y el aumento de la represión y el cerco militar en Chiapas; la situación en la que se encuentran los 55 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de manera especial por los más de 90 que mantienen una huelga de hambre desde hace 21 días; por los trabajadores de Cananea, y, finalmente, por los persistentes feminicidios en el país en general, y en Ciudad Juárez en particular. Precisamente una de las cuestiones que se debatieron fue la sentencia del campo algodonero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado mexicano por los asesinatos de tres mujeres. Esta sentencia se puso de ejemplo de cómo se pueden conseguir victorias, a pesar del esfuerzo y el sufrimiento.
Pero en la protesta, convocada también por el sindicato español Confederación General del Trabajo (CGT), se escuchó un reclamo firme de convocar a una huelga general en España, al tiempo que otros colectivos europeos denunciaron las políticas económicas y comerciales diseñadas desde el centro del poder de la UE, en Bruselas y Estrasburgo, y se solidarizaron con el pueblo y los trabajadores griegos. La vocera del Foro Social de Grecia, Sissi Vovou, solicitó incluso una huelga general europea para el próximo jueves 20 de mayo porque “se han pisado y se siguen pisando los derechos de los trabajadores”.
El vocero del foro es un mexicano afincado en París, Braulio Moro, quien explicó a La Jornada que “estamos aquí para mostrar nuestro descontento con las políticas de la UE hacia América Latina, que han sido de recolonización, de favorecer los intereses de sus trasnacionales, y ahora hacia los propios países de la UE como Grecia, España e Irlanda, que fueron las mismas que se nos aplicaron a nosotros en las décadas de los 80 y los 90 y de las que ya sabemos los resultados: empobrecer a la población, que paguen los de abajo mientras los bancos y los dirigentes del capital se benefician de los efectos de la crisis”.
Moro también informó que tanto la sociedad civil europea como las organizaciones mexicanas y latinoamericanas van a seguir denunciando la “complicidad” del gobierno mexicano en asuntos tan graves como los asesinatos de los activistas en Oaxaca, así como la creciente militarización del país “sin ningunas garantías ni respeto a los derechos humanos”. Durante la inauguración de la cumbre se guardó un minuto de silencio por Betty Cariño, activista asesinada en Oaxaca.
También habló Nora Morales de Cortiñas, cofundadora del movimiento argentino de las Madres de Plaza de Mayo, quien afirmó que “es muy importante que el pueblo no asuma la deuda de los ricos para que así no haya más explotados ni más excluidos”. Mientras, la dirigente indígena hondureña Berta Cáceres criticó a la UE por haber cursado una invitación al presidente Porfirio Lobo, con lo que a su juicio “contribuye a que los crímenes cometidos en la nación centroamericana permanezcan en la impunidad”.
También hubo referencias a Haití, del activista Camille Chalmers, quien señaló que “de cada dólar de ayuda estadunidense, 43 centavos se destinan a pagar sus tropas”. La guatemalteca Ramona Chacón recordó la lucha de su pueblo contra la empresa Cementos Progresos y la multinacional suiza Holcim, que incluso les ha costado que “uno de nuestros dirigentes haya sido condenado a 150 años de prisión y su hijo torturado y asesinado por oponerse a las prácticas de la cementera, pero no lograrán que abandonemos nuestra lucha en defensa de la madre tierra, de la que dependen todas nuestras comunidades”.
Las organizaciones anunciaron más marchas ante la presencia en Madrid de alrededor de 35 jefes de Estado y de gobierno, además de la representación oficial de 60 países, incluido México.
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