Niegan invalidar la elección: tendremos Narco-Presidente; TEPJF valida el fraude

Niegan invalidar la elección: tendremos Narco-Presidente; TEPJF valida el  fraude
Al revisar la impugnación presentada por el Movimiento Progresista, el proyecto presentado al Tribunal Electoral planteó desestimar la pretensión de la nulidad de la elección presidencial.


El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desestimó la nulidad de la elección presidencial que pedía Movimiento Progresista.
Los siete magistrados del órgano jurisdiccional avalaron el proyecto que rechazaba la impugnación presentada por Andrés Manuel López Obrador.
Tras iniciar la sesión en punto de las 17:00 horas, el Tribunal votó rápidamente otro asunto y posteriormente se ocupó de revisar el juicio interpuesto por la izquierda, identificado con la clave SUP-JIN-359.
Para revisar el fondo de la impugnación, el proyecto votado por el Tribunal se dividió en cinco grandes apartados.
El proyecto declaró infundado el argumento del probable financiamiento encubierto a la campaña de Enrique Peña Nieto a través de Monex.
De acuerdo con el proyecto votado, si bien existen posicionamientos del PRI en los que reconocen el uso de tarjetas, dicho reconocimiento sólo prueba que se estableció un mecanismo de disponibilidad inmediata de recursos para las personas que participaran en el proceso como representantes del partido.
Se determinó que no se observa que las tarjetas se hayan dado a los ciudadanos en general, ni se demuestra el activismo alegado con recursos de Monex, ni mucho menos que se pudieran haber materializado compra y coacción del voto.
En relación a las tarjetas Soriana, se argumentó que no se prueba que se hayan distribuido para que los ciudadanos votaran a favor de Enrique Peña Nieto.
Aunque reconoció que está comprobada una relación contractual sólo se encuentra probado que ésta beneficia sólo a los militantes del PRI y no a la ciudadanía en general.
Según el resumen presentado en la sesión pública, leído por el Secretario de Acuerdos, en el caso de la acusación de que existió propaganda encubierta y omisiones en algunos medios de comunicación a favor de Enrique Peña Nieto no existen pruebas y se trata sólo de "afirmaciones dogmáticas" que no demuestran que haya habido un trato inequitativo de los medios de comunicación.
Respecto a la utilización de encuestas como propaganda electoral el proyecto del Tribunal sostuvo que existe coincidencia general de especialistas consultados de que las mediciones de opinión no son suficientes para deducir el comportamiento de los electorales. No son predicciones de eventos futuros, se plantea.
En cuanto a los sondeos de opinión, se determinó que deben acreditar que se manipularon los cuestionarios.
Sobre la acusación de Movimiento Progresista sobre gastos excesivos en la campaña electoral del PRI, el proyecto declara infundados los agravios pues señala que la Unidad de Fiscalización del IFE aún continúa con la investigación sobre el uso de recursos y señala que en todo caso, la coalición no presentó pruebas fehacientes que demostrará el exceso.
Al tratar la presunta intervención de los gobiernos estatales a favor del candidato del PRI se indicó en el proyecto que los indicios no son suficientes y su calidad demostrativa es débil por lo que se desestimaron las acusaciones en contra de las administraciones de Durango, Zacatecas o Chihuahua.
Una vez resuelto el juicio de inconformidad, al responder a los agravios reclamados por Movimiento Progresista, el Tribunal deberá pronunciarse sobre la validez de la elección.
Antes de votar y al dar su opinión del proyecto, el magistrado Salvador Nava señaló que México ya tiene Presidente Electo en la figura de Enrique Peña Nieto, sin que la mayor parte de los magistrados aprobaran la sentencia

-Habemus Narco-Presidente

Al menos desde 1988, el PRI es un organismo que no ha podido ganar una elección federal sin acudir a todas las formas posibles de hacer fraude. Y las que no sólo utiliza sino que mejora y las institucionaliza como si lo anterior no fuera el exterminio del estado de Derecho.

El PRI es un partido que compra siempre voluntades y de ahí que sean incapaces de comprender ningún tipo de movilización que sea producto de una espontánea u organizada voluntad popular en defensa de derechos universales duramente conquistados en el tránsito como nación y por el interés común de grandes sectores de la ciudadanía.

La lógica del “nuevo” PRI es la lógica del control absoluto. Es la lógica de la opresión a grandes sectores de la población para lograr que los corruptos intereses de una minoría de ladrones convertidos en políticos se garanticen.

El asunto es que el viejo, o “nuevo” PRI, logró lo que ni los más de 90 mil muertos de la falsa guerra del asesino de Fecal pudo lograr. Logró unificar un enorme movimiento social integrado por millones de ciudadanos que se manifiestan por no estar dispuestos a dejar que el candidato de Televisa sea investido como presidente de México.

Hoy sabemos, más allá de las burdas formas con la que la “marea roja” movilizó y compró sin pudor a miles de ciudadanos el 1 de julio del 2012 y de la evidente construcción telebasura del candidato priísta, aunque los consejeros del IFE y los magistrados del TRIFE no “puedan verla”, de los nexos del PRI con el lavado de dinero, es decir de los nexos del “nuevo” PRI con el crimen organizado, con cuyo dinero desataron una enorme red corruptora, que les garantizó la compra de voluntades, y que deja en evidencia de lo que será de México ahora que Televisa y el PRI se han saido con la suya al imponer a un Narco-Presidente.

La lucha contra la imposición del candidato de Televisa es sin duda una obligación ciudadana. Pues con Peña Nieto México está condenado a una noche de ignorancia y violencia que no tendrá fin.
Redacción EMET
 

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