Casi el 60 por ciento del empleo en México se ubica en la informalidad
• En un estudio de investigadores de la
Universidad Nacional se establece que quienes cuentan con primaria
incompleta y acceden a una fuente de trabajo, en el 90 por ciento de los
casos está en la informalidad
• Se presentaron los resultados del estudio Balance de la Red de Protección Social en México desde la problemática de los trabajadores pobres de la economía informal
• Se presentaron los resultados del estudio Balance de la Red de Protección Social en México desde la problemática de los trabajadores pobres de la economía informal
En México, el 59 por ciento de la
población empleada, es decir, 28 millones de personas a la fecha, se
encuentran en la informalidad. En el caso de quienes tienen 60 años o
más, el peso relativo de esta categoría alcanza el 75.7 por ciento, y en
quienes cuentan con primaria incompleta, el 90 por ciento.
En rueda de medios, en el auditorio José
Luis Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), se
presentaron los resultados de dos estudios en México, elaborados por
investigadores de entidades de educación públicas y privadas, y
agrupaciones sociales, incluida la UNAM, financiados por el Departamento
para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID). Están en curso
otros similares en Colombia y Perú.
Uno de ellos es: Balance de la Red de
protección social de México desde la problemática de los trabajadores
pobres de la economía informal, cuyos responsables fueron Norma
Samaniego y Ciro Murayama, de la Facultad de Economía (FE) de esta casa
de estudios.
El segundo, Experiencias y estrategias
de protección social desde organizaciones de trabajadores/trabajadoras
informales urbanos en México, que se realizó en las ciudades de
Monterrey, México, Oaxaca y Mérida, cuya coordinadora fue Beatriz
Torres, de la Universidad de Yucatán.
En este último también participaron Juan
José Hernández, Carlos Clemente Martínez y Sandra Ruiz, de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); Jesús Rubio Campos, del
Tecnológico de Monterrey, y Gloria Zafra, de la Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).
Para ambos análisis, se conformó un
equipo base constituido por Berenice Ramírez López y Cruz Álvarez, del
IIEc; Saúl Moreno, investigador del CIESAS-Golfo, y José Luis Maldonado,
de la Federación de Trabajadores no Asalariados.
En la convocatoria para la realización
de los trabajos también participaron el Consorcio de Investigación
Económica y Social (CIES) de Perú, y la Organización Women in Informal
Employment: Globalizing and Organizing (WIEGO), red global de
investigación y políticas que busca mejorar el estatus de los
trabajadores pobres, especialmente las mujeres en la economía informal.
En la presentación, Verónica Villarespe
Reyes, directora del IIEc, subrayó que las indagaciones ofrecen
propuestas y cuestionan cifras oficiales porque no reflejan la realidad.
Necesitamos reorientar el modelo económico con una clara visión social
para aspirar al desarrollo.
Diferencia con el INEGI
En su oportunidad, Norma Samaniego
indicó que las cifras en torno a la informalidad difieren de las
oficiales, que trimestralmente ofrece el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI). La concepción metodológica utilizada se
deriva de la acepción de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), refirió.
En las consideraciones del INEGI no se
incluye a grupos del ámbito rural en condiciones precarias, tampoco a
los trabajadores domésticos remunerados sin acceso a la seguridad
social, ni a los no remunerados, independientemente del ámbito en que se
ubiquen, explicó.
También, se sumó a grupos de
trabajadores subordinados, es decir, asalariados o con percepciones no
salariales, sin acceso a los servicios de salud y seguridad social, pero
que laboran en empresas o instituciones formales.
Así, detalló Samaniego, las cifras que
arrojó el estudio a 2010, de 26 millones de trabajadores informales -28
millones al día de hoy-, contrastan con los 12.8 millones que refiere el
INEGI, esto es, más del doble.
Adicionalmente, el análisis reflejó que
para 2010, del grueso del trabajo informal, 57.4 por ciento se concentró
en el sector terciario.
La participación de hombres y mujeres en
la informalidad registró 58.7 por ciento, para los primeros, y 59.5,
para las segundas. Así, la cifra total de la informalidad dentro del
total de la fuerza de trabajo fue del 59 por ciento.
En la última década, la industria ha perdido 700 mil empleos
Por su parte, Ciro Murayama indicó que
es falso el planteamiento que pretende explicar la informalidad por el
Seguro Popular. Refirió que en la última década se perdieron 700 mil
empleos en la industria. La informalidad, especificó, es un efecto del
mal desempeño económico del país y no una causa. Desde hace 30 años,
México dejó de crecer a tasas superiores al tres por ciento.
Al respecto, planteó que debe asumirse
una política de Estado, sustentada en la reactivación del crecimiento,
distinta a la aplicada en los últimos años, y construir un sistema de
protección social universal.
Los informales, abundó, no sólo los
encontramos en las esquinas, sino también en las empresas y en el
gobierno, con personas que trabajan sin prestaciones y sin seguridad
social.
El sistema de protección social
universal implica desligar del trabajo formal el acceso a los servicios
de salud, a una pensión mínima para la tercera edad y a la protección
frente a riesgos como la enfermedad, la viudez y la orfandad. Baste
señalar que dos millones de trabajadoras domésticas no tienen ninguna
prestación.
Se propone, resumió, la creación de un
Consejo Económico y Social, como existe en otros países, y la reforma de
instituciones como la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, que ha
dejado de representar una instancia que asegure remuneraciones
suficientes.
Mapeo de grupos
En el caso del segundo estudio, Beatriz
Torres explicó que en las cuatro ciudades referidas se hizo un mapeo de
los grupos de comerciantes, taxistas, aseadores de calzado, trabajadores
domésticos, globeros, cartoneros y caleseros, entre otros.
Entre los hallazgos, se encontró que las
principales preocupaciones de los empleados informales se centran en la
confrontación de la muerte, la gestión del Seguro Popular, los
servicios médicos y la vivienda.
Además, se ubicó la existencia de una
gran masa de trabajadores desorganizados y la desigual capacidad de
autogestión que tienen las uniones respectivas.
Fuente UNAM
URL: http://portal.radioamlo.org/?p=9128Fuente
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