México: El gremio periodístico exige justicia en el caso Regina Martínez
miércoles 2 de mayo de 2012
CIMAC
Indignación,
coraje y dolor envuelven al gremio periodístico que exige el
esclarecimiento del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de la
revista Proceso en Veracruz, quien fue encontrada sin vida en su
domicilio el sábado 28 de abril.
La
Procuraduría de Justicia de Veracruz informó que encontraron el cuerpo
sin vida la tarde del sábado, luego de que una vecina reportó al número
de emergencia 066 que la casa de Regina Martínez había estado abierta
todo el día.
De
acuerdo con las autoridades estatales, la causa de muerte fue asfixia
con huellas de estrangulamiento, hecho que causó el repudio de
intelectuales, activistas, organizaciones civiles y del gremio
periodístico en general.
Desde
las páginas del periódico local Política, y como corresponsal de La
Jornada y actualmente de la revista Proceso, Regina ejerció un
periodismo caracterizado por ser crítico y autónomo.
Tras
los hechos, periodistas independientes de Veracruz circularon un texto
para exigir el esclarecimiento del asesinato, que –dijeron– es una
afrenta intolerable al gremio, a la libertad de expresión y a la lucha
por la democratización de los medios de comunicación.
Para
las y los comunicadores de la entidad, Regina había sido por casi 30
años ejemplo de autonomía de pensamiento, capacidad de resistencia a la
corrupción y a las amenazas de la clase política en un estado que
“carece de libertad de expresión”.
Señalaron
que el trabajo de Regina era casi heroico en una entidad donde no hay
espacios para el pensamiento crítico, y donde el gremio sufre agresiones
que han hecho de la profesión un ejercicio de alto riesgo.
Los
reportes de organizaciones a favor de la libertad de expresión arrojan
que en 2011 fueron asesinados cuatro periodistas en la entidad, entre
ellos Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de Notiver, asesinada el 26 de
julio de ese año.
El
20 de junio de 2011 el periodista del diario Notiver Miguel Ángel López
Velasco (conocido como Milo Vera) fue asesinado en su casa junto con su
esposa y su hijo, Misael López Solana, foto-reportero del mismo medio.
Reportera incómoda
En
opinión de activistas, el asesinato de la periodista es un mensaje
ominoso a quienes aún tratan de conservar los mínimos espacios críticos
autorizados y los escasos espacios de autonomía de opinión disponibles
en la entidad.
Las
últimas colaboraciones de Regina en la revista Proceso abordaron la
violencia a causa del crimen organizado, la detención de líderes del
narcotráfico, las acciones de efectivos militares y la corrupción en la
administración del gobernador Javier Duarte.
Se
cree que los reportajes de Regina eran incómodos para ciertas esferas,
pues así lo demostró una compra masiva del semanario el 25 de septiembre
de 2011 en Veracruz, cuando prácticamente todos los ejemplares de la
edición 1821 fueron adquiridos de forma masiva.
En
esa edición aparecía la foto de los 35 cuerpos arrojados al pie del
Monumento a los Voladores de Papantla, en el municipio de Boca del Río
el 20 de septiembre de 2011, cuya cabeza principal decía “Veracruz
sangriento. Reacomodo del narco”.
Ante
el asesinato de la reportera organizaciones defensores de Derechos
Humanos y algunos de sus colegas se concentraron en la representación de
Veracruz en la Ciudad de México, para exigir justicia y basta a la
impunidad.
En Puebla,
Morelos y Veracruz se realizaron actos similares. En la ciudad de
Xalapa decenas de personas marcharon en protesta ante lo que llamaron el
peor asesinato ocurrido en la entidad por sus “obvias connotaciones
políticas”.
A su vez,
la Procuraduría estatal anunció que inició una investigación
ministerial para esclarecer la muerte de la periodista, y ordenó a la
Agencia Veracruzana de Investigaciones integrar un equipo especial para
esclarecer los hechos.
El
procurador estatal Amadeo Flores Espinosa inició la investigación
ministerial 363/2012 en la Agencia Segunda Investigadora del Ministerio
Público.
Por su
parte, el gobernador Javier Duarte solicitó la coadyuvancia de la
Procuraduría General de la República, y ordenó la creación de una
Comisión especial investigadora interinstitucional en la que participará
la revista Proceso para esclarecer lo sucedido.
Al
respecto la directiva de la revista publicó: “Respecto de esa
investigación, que está a cargo del gobierno de Veracruz, Proceso es
escéptico… ante la promesa retórica de que ‘se investigará hasta las
últimas consecuencias’. No les creemos y se los hicimos saber”.
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