Gómez Mont renuncia al PAN; se niega a revelar las razones
Fabiola Martínez y Georgina Saldierna
Periódico La Jornada
Jueves 11 de febrero de 2010, p. 3
Horas después de que el Partido Acción Nacional anunció la alianza total en Oaxaca (con PRD, PT y Convergencia), el titular de la Secretaría de Gobernación, Fernando Gómez Mont, renunció a su militancia panista luego de conversar con el presidente Felipe Calderón y con el dirigente de ese partido, César Nava.
La salida de Gómez Mont del PAN constituye un hecho sin precedente, porque el conductor de la política interior del país ya no militará en el partido en el gobierno y, en esta condición, deberá promover las iniciativas de reforma del Ejecutivo, como la política y la hacendaria.
En la historia reciente del país los secretarios de Gobernación –salvo Jorge Carpizo, quien ocupó diversos cargos públicos sin militar en un instituto– han sido integrantes del partido en el poder.
Presunto compromiso
Desde noviembre pasado, durante la negociación del paquete económico 2010 (Presupuesto de Egresos, Ley de Ingresos y miscelánea fiscal), en los corrillos políticos se dijo que hubo un acuerdo y el compromiso de Gómez Mont para que el PRI lo aprobara a cambio de que el PAN no autorizara las alianzas para los procesos electorales de este año.
El acuerdo dio frutos y los legisladores priístas dieron un viraje de última hora para aprobar, entre otros puntos, el aumento de impuestos. Sin embargo, la promesa que presuntamente hizo Gómez Mont a los priístas –según estas versiones– se perdió en el camino.
La alianza entre Acción Nacional y las fuerzas de izquierda es un hecho en Oaxaca, mientras avanzan las pláticas para aprobar coaliciones similares en Durango, Hidalgo y Quintana Roo.
Además, se espera que en breve haya otros avances de este tipo en Puebla, Sinaloa y Veracruz, entidades en las que gobierna el PRI y forman, en conjunto, un bastión para el tricolor a escala nacional, por su elevado número de electores.
Al conocerse la decisión de Gómez Mont, analistas políticos y legisladores señalaron que no existe coherencia entre el hecho de que el funcionario haya presentado su renuncia al PAN y, en cambio, no deje su cargo como secretario de Gobernación, quien funge, por ley, como enlace del Ejecutivo en la relación con el Poder Legislativo y, a la vez, es secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional.
El funcionario, sin ser integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, asistió a la reunión del pasado martes en la sede de este partido para manifestar su oposición a la política de alianzas con fuerzas de izquierda, especialmente con el PRD.
De manera concreta, se pronunció, tajante, contra la coalición en Oaxaca, porque consideró que no existen las características necesarias para ello.
Según las mismas versiones que circularon en el Congreso y en los partidos políticos, en el pacto tuvo participación primordial el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien habría convencido a los legisladores de esa entidad de apoyar el paquete fiscal, a pesar de las reticencias, en particular, de este subgrupo parlamentario en San Lázaro. Todo, a cambio de que el PAN no se sumara a la alianza con la izquierda.
La postura opositora de Gómez Mont ya había sido expuesta públicamente desde el pasado 21 de enero, cuando, en un foro realizado en El Colegio de México para difundir la reforma política calderonista, el funcionario advirtió ante académicos que una coalición sin programa de gobierno podría derivar en una suerte de fraude electoral para los ciudadanos.
Manifestó: “Estoy en desacuerdo en las coaliciones electorales que sólo ven la coyuntura del momento de la elección, que no ven un programa de gobierno y no buscan un esquema de transformación y de proyecto político. Yo, en lo personal, y esta es una tesis mía, creo que son profundamente antidemocráticas y, en ese sentido, empobrecen una relación seria entre los políticos y la sociedad. Con todo respeto, son los riesgos en donde la mercadotecnia sustituye al programa político”.
Ante el desconcierto de sus compañeros de partido, el día siguiente Gómez Mont intentó matizar sus declaraciones: justificó que esas alianzas “son democráticas y positivas, porque permiten al ciudadano juzgar qué es lo que quiere”, siempre que éstas “se funden en la convergencia de ideas y causas” en favor de los electores.
Veinte días después de sus comentarios acerca de las alianzas, Gómez Mont, integrante de una extensa prosapia panista, presentó –mediante escueta carta– su renuncia al partido en el que militó tres décadas, en una generación de jóvenes que compartió con Felipe Calderón.
Hasta anoche no había ninguna definición respecto de su permanencia en Gobernación, dependencia a la que llegó el 10 de noviembre de 2008, tras la muerte de Juan Camilo Mouriño y luego de poner pausa a sus litigios, en un bufete privado, como abogado penalista.
Carta a “Don César”
En la misiva dirigida a “Don César (Nava)”, el funcionario sólo señala que se retira del PAN “debido a razones que me veo obligado a no revelar por discreción profesional”.
En el segundo y último párrafo reitera su “compromiso de tratar los asuntos que a dicho instituto político le interesen, y que correspondan en el ámbito de atribuciones del cargo que ahora desempeño, con absoluta imparcialidad y apego a la ley, en los mismos términos que frente a todos los institutos políticos que forman el sistema electoral mexicano”.
El boletín de Gobernación para informar sobre esta decisión fue más sucinto, de un párrafo.
Integrantes de su equipo aseguraron que no tocará el tema ante los medios de comunicación y, por lo pronto, no estaba programada su asistencia a Ciudad Juárez, Chihuahua, donde el presidente Calderón presentará la nueva estrategia para atajar la violencia e inseguridad en esa urbe fronteriza.
Fuente
Periódico La Jornada
Jueves 11 de febrero de 2010, p. 3
Horas después de que el Partido Acción Nacional anunció la alianza total en Oaxaca (con PRD, PT y Convergencia), el titular de la Secretaría de Gobernación, Fernando Gómez Mont, renunció a su militancia panista luego de conversar con el presidente Felipe Calderón y con el dirigente de ese partido, César Nava.
La salida de Gómez Mont del PAN constituye un hecho sin precedente, porque el conductor de la política interior del país ya no militará en el partido en el gobierno y, en esta condición, deberá promover las iniciativas de reforma del Ejecutivo, como la política y la hacendaria.
En la historia reciente del país los secretarios de Gobernación –salvo Jorge Carpizo, quien ocupó diversos cargos públicos sin militar en un instituto– han sido integrantes del partido en el poder.
Presunto compromiso
Desde noviembre pasado, durante la negociación del paquete económico 2010 (Presupuesto de Egresos, Ley de Ingresos y miscelánea fiscal), en los corrillos políticos se dijo que hubo un acuerdo y el compromiso de Gómez Mont para que el PRI lo aprobara a cambio de que el PAN no autorizara las alianzas para los procesos electorales de este año.
El acuerdo dio frutos y los legisladores priístas dieron un viraje de última hora para aprobar, entre otros puntos, el aumento de impuestos. Sin embargo, la promesa que presuntamente hizo Gómez Mont a los priístas –según estas versiones– se perdió en el camino.
La alianza entre Acción Nacional y las fuerzas de izquierda es un hecho en Oaxaca, mientras avanzan las pláticas para aprobar coaliciones similares en Durango, Hidalgo y Quintana Roo.
Además, se espera que en breve haya otros avances de este tipo en Puebla, Sinaloa y Veracruz, entidades en las que gobierna el PRI y forman, en conjunto, un bastión para el tricolor a escala nacional, por su elevado número de electores.
Al conocerse la decisión de Gómez Mont, analistas políticos y legisladores señalaron que no existe coherencia entre el hecho de que el funcionario haya presentado su renuncia al PAN y, en cambio, no deje su cargo como secretario de Gobernación, quien funge, por ley, como enlace del Ejecutivo en la relación con el Poder Legislativo y, a la vez, es secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional.
El funcionario, sin ser integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, asistió a la reunión del pasado martes en la sede de este partido para manifestar su oposición a la política de alianzas con fuerzas de izquierda, especialmente con el PRD.
De manera concreta, se pronunció, tajante, contra la coalición en Oaxaca, porque consideró que no existen las características necesarias para ello.
Según las mismas versiones que circularon en el Congreso y en los partidos políticos, en el pacto tuvo participación primordial el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien habría convencido a los legisladores de esa entidad de apoyar el paquete fiscal, a pesar de las reticencias, en particular, de este subgrupo parlamentario en San Lázaro. Todo, a cambio de que el PAN no se sumara a la alianza con la izquierda.
La postura opositora de Gómez Mont ya había sido expuesta públicamente desde el pasado 21 de enero, cuando, en un foro realizado en El Colegio de México para difundir la reforma política calderonista, el funcionario advirtió ante académicos que una coalición sin programa de gobierno podría derivar en una suerte de fraude electoral para los ciudadanos.
Manifestó: “Estoy en desacuerdo en las coaliciones electorales que sólo ven la coyuntura del momento de la elección, que no ven un programa de gobierno y no buscan un esquema de transformación y de proyecto político. Yo, en lo personal, y esta es una tesis mía, creo que son profundamente antidemocráticas y, en ese sentido, empobrecen una relación seria entre los políticos y la sociedad. Con todo respeto, son los riesgos en donde la mercadotecnia sustituye al programa político”.
Ante el desconcierto de sus compañeros de partido, el día siguiente Gómez Mont intentó matizar sus declaraciones: justificó que esas alianzas “son democráticas y positivas, porque permiten al ciudadano juzgar qué es lo que quiere”, siempre que éstas “se funden en la convergencia de ideas y causas” en favor de los electores.
Veinte días después de sus comentarios acerca de las alianzas, Gómez Mont, integrante de una extensa prosapia panista, presentó –mediante escueta carta– su renuncia al partido en el que militó tres décadas, en una generación de jóvenes que compartió con Felipe Calderón.
Hasta anoche no había ninguna definición respecto de su permanencia en Gobernación, dependencia a la que llegó el 10 de noviembre de 2008, tras la muerte de Juan Camilo Mouriño y luego de poner pausa a sus litigios, en un bufete privado, como abogado penalista.
Carta a “Don César”
En la misiva dirigida a “Don César (Nava)”, el funcionario sólo señala que se retira del PAN “debido a razones que me veo obligado a no revelar por discreción profesional”.
En el segundo y último párrafo reitera su “compromiso de tratar los asuntos que a dicho instituto político le interesen, y que correspondan en el ámbito de atribuciones del cargo que ahora desempeño, con absoluta imparcialidad y apego a la ley, en los mismos términos que frente a todos los institutos políticos que forman el sistema electoral mexicano”.
El boletín de Gobernación para informar sobre esta decisión fue más sucinto, de un párrafo.
Integrantes de su equipo aseguraron que no tocará el tema ante los medios de comunicación y, por lo pronto, no estaba programada su asistencia a Ciudad Juárez, Chihuahua, donde el presidente Calderón presentará la nueva estrategia para atajar la violencia e inseguridad en esa urbe fronteriza.
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