Argentina impone medidas para frenar la exploración petrolera de GB en islas Malvinas
Stella Calloni
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 18 de febrero de 2010, p. 24
El gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, advirtió hoy que tomará pacíficamente las medidas necesarias y adecuadas para detener la exploración petrolera de empresas británicas en la Islas Malvinas en aguas de la plataforma marítima argentina. Dispuso una fuerte acción diplomática que llevará al canciller Jorge Taiana ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), mientras se extiende el rechazo a la solicitud de los conservadores británicos que presionan al primer ministro, el laborista Gordon Brown, para enviar más buques de la flota naval al lugar, lo que éste descartó en las últimas horas.
Aunque esta solicitud fue rechazada, el lenguaje bélico de los conservadores británicos activó viejas heridas y la demanda de miles de argentinos, por la recuperación de la soberanía de las islas, un territorio tan lejano a Gran Bretaña, que ejerce colonialismo desde el siglo XUX y donde en 1982 se desarrolló la guerra del Atlántico Sur. El gobierno británico envió su flota y ayudado por Estados Unidos derrotó a los militares argentinos que la dictadura de entonces envió a recuperar las islas.
Gran Bretaña pretende “explotar en forma unilateral e ilegítima recursos naturales que son de la república Argentina y tenemos que tomar las medidas adecuadas para defender sus intereses y sus derechos”, dijo el vicecanciller Victorio Taccetti, a medios radiales.
El país “defiende sus derechos, obviamente por medios pacíficos, como la acción bilateral y multilateral en los organismos” internacionales y en este aspecto destacó el próximo viaje del canciller para reunirse con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, para presentar “la posición de Argentina frente a los actos unilaterales del Reino Unido con respecto a las Islas Malvinas”.
El enfrentamiento diplomático escaló en las últimas horas, al oficializarse aquí el decreto presidencial que dispone que se exigirá un permiso previo a los barcos en ruta a las Malvinas para llevar material a las empresas exploradoras de petróleo y que no podrán hacer escala en puertos continentales, lo que –como dijo también el vicecanciller Taccetti- intenta dificultar las tareas de exploración petrolera en las islas.
La respuesta británica a esta decisión empleó un lenguaje duro y para algunos analistas locales “innecesariamente provocador”. Londres autorizó a varias empresas la exploración de hidrocarburos en la cuenca de las Malvinas. Se estima que en los próximos días llegará a las islas la plataforma petrolera británica Ocean Guardian.
Fuentes de la cancillería informaron que el secretario del Grupo Mixto, Andrew Rosindell, solicitó al ministerio de Relaciones Exteriores que convoque al embajador argentino en Londres para comunicarle directamente su rechazo al decreto.
También fueron muy difundidas las declaraciones del presidente de este Grupo, Nicholas Winterton, quien al calificar como “patético e inútil” el decreto sostuvo que Argentina no tiene jurisdicción alguna sobre las islas del Atlántico sur y habló de “conducta hostil” por parte de los argentinos contra “un vecino amigo”.
Esto confirma “que se sienten dueños de islas que están a tantas millas de distancia porque las usurparon colonialmente en 1833”, señala un comunicado de varios grupos políticos y sociales locales.
Varios analistas locales estiman que este decreto “es un derecho de soberanía que Argentina debe ejercer y una señal justa de que el país no puede permitir que los británicos se tomen un recurso natural que pertenece a este país”.
También afirman que es grave que Gran Bretaña considere a la plataforma marítima argentina como “aguas internacionales” además de las evaluaciones que se hacen de las enorme reservas que podrían aportarse los británicos, También el gobierno evalúa en estas horas las declaraciones del canciller británico, Chris Bryant, quien sostuvo que “no tenemos dudas sobre nuestra soberanía sobre las islas Falkland y tenemos muy claro que el gobierno de las islas tiene derecho a desarrollar la industria de hidrocarburos en sus aguas”, al asegurar que no se interrumpirá el proyecto.
Para algunos analistas argentinos estas declaraciones en periodo electoral británico también resultan peligrosas si “llevan un intento de explotar el nacionalismo en ese país y los peores elementos del colonialismo, lo que indicaría un abandono de las negociaciones y un desconocimiento del apoyo internacional a la lucha argentina por la descolonización”.
El gobierno logró fuerte apoyo regional en su demanda de soberanía en Las Malvinas y podría pedir el respaldo del Grupo de Río, de otras naciones y ahora se preparan partidos políticos y organizaciones para responder a nivel nacional.
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Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 18 de febrero de 2010, p. 24
El gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, advirtió hoy que tomará pacíficamente las medidas necesarias y adecuadas para detener la exploración petrolera de empresas británicas en la Islas Malvinas en aguas de la plataforma marítima argentina. Dispuso una fuerte acción diplomática que llevará al canciller Jorge Taiana ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), mientras se extiende el rechazo a la solicitud de los conservadores británicos que presionan al primer ministro, el laborista Gordon Brown, para enviar más buques de la flota naval al lugar, lo que éste descartó en las últimas horas.
Aunque esta solicitud fue rechazada, el lenguaje bélico de los conservadores británicos activó viejas heridas y la demanda de miles de argentinos, por la recuperación de la soberanía de las islas, un territorio tan lejano a Gran Bretaña, que ejerce colonialismo desde el siglo XUX y donde en 1982 se desarrolló la guerra del Atlántico Sur. El gobierno británico envió su flota y ayudado por Estados Unidos derrotó a los militares argentinos que la dictadura de entonces envió a recuperar las islas.
Gran Bretaña pretende “explotar en forma unilateral e ilegítima recursos naturales que son de la república Argentina y tenemos que tomar las medidas adecuadas para defender sus intereses y sus derechos”, dijo el vicecanciller Victorio Taccetti, a medios radiales.
El país “defiende sus derechos, obviamente por medios pacíficos, como la acción bilateral y multilateral en los organismos” internacionales y en este aspecto destacó el próximo viaje del canciller para reunirse con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, para presentar “la posición de Argentina frente a los actos unilaterales del Reino Unido con respecto a las Islas Malvinas”.
El enfrentamiento diplomático escaló en las últimas horas, al oficializarse aquí el decreto presidencial que dispone que se exigirá un permiso previo a los barcos en ruta a las Malvinas para llevar material a las empresas exploradoras de petróleo y que no podrán hacer escala en puertos continentales, lo que –como dijo también el vicecanciller Taccetti- intenta dificultar las tareas de exploración petrolera en las islas.
La respuesta británica a esta decisión empleó un lenguaje duro y para algunos analistas locales “innecesariamente provocador”. Londres autorizó a varias empresas la exploración de hidrocarburos en la cuenca de las Malvinas. Se estima que en los próximos días llegará a las islas la plataforma petrolera británica Ocean Guardian.
Fuentes de la cancillería informaron que el secretario del Grupo Mixto, Andrew Rosindell, solicitó al ministerio de Relaciones Exteriores que convoque al embajador argentino en Londres para comunicarle directamente su rechazo al decreto.
También fueron muy difundidas las declaraciones del presidente de este Grupo, Nicholas Winterton, quien al calificar como “patético e inútil” el decreto sostuvo que Argentina no tiene jurisdicción alguna sobre las islas del Atlántico sur y habló de “conducta hostil” por parte de los argentinos contra “un vecino amigo”.
Esto confirma “que se sienten dueños de islas que están a tantas millas de distancia porque las usurparon colonialmente en 1833”, señala un comunicado de varios grupos políticos y sociales locales.
Varios analistas locales estiman que este decreto “es un derecho de soberanía que Argentina debe ejercer y una señal justa de que el país no puede permitir que los británicos se tomen un recurso natural que pertenece a este país”.
También afirman que es grave que Gran Bretaña considere a la plataforma marítima argentina como “aguas internacionales” además de las evaluaciones que se hacen de las enorme reservas que podrían aportarse los británicos, También el gobierno evalúa en estas horas las declaraciones del canciller británico, Chris Bryant, quien sostuvo que “no tenemos dudas sobre nuestra soberanía sobre las islas Falkland y tenemos muy claro que el gobierno de las islas tiene derecho a desarrollar la industria de hidrocarburos en sus aguas”, al asegurar que no se interrumpirá el proyecto.
Para algunos analistas argentinos estas declaraciones en periodo electoral británico también resultan peligrosas si “llevan un intento de explotar el nacionalismo en ese país y los peores elementos del colonialismo, lo que indicaría un abandono de las negociaciones y un desconocimiento del apoyo internacional a la lucha argentina por la descolonización”.
El gobierno logró fuerte apoyo regional en su demanda de soberanía en Las Malvinas y podría pedir el respaldo del Grupo de Río, de otras naciones y ahora se preparan partidos políticos y organizaciones para responder a nivel nacional.
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