Cananea
VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO
El Porfiriato marco su fin cuando la irritación social de esa época se hizo presente. Los abusos a que fue sometida la clase trabajadora hicieron que en Cananea, Sonora, se gestara en 1906 la primera huelga laboral de que se tenga memoria en la nación.
Las políticas económicas de Porfirio Díaz favorecieron siempre al gran capital extranjero y la entrada del capitalismo voraz, como en todas las épocas, enriqueció a unos cuantos a costa del empobrecimiento de miles de trabajadores. Ante esta situación, los mineros de Cananea demandaban mejoría en las condiciones de trabajo y el pago de 5 pesos por jornada y que ésta fuera de ocho horas. Como ocurre con todos los regímenes dictatoriales, el de Díaz dio fin a la huelga con una brutal represión tuvo un saldo de 23 muertos, 22 heridos y medio centenar de detenidos que fueron enviados al penal de las Islas Marías.
Hoy Cananea, a más de 100 años, vive la misma injusticia laboral. El pasado jueves 11 de febrero un tribunal declaró terminadas las relaciones laborales del Grupo Minero México con el sindicato minero, y ordenó el desalojo de los obreros que se han mantenido en huelga desde junio de 2007 en demanda de mejores condiciones de seguridad en su trabajo. Y una vez más, el secretario del Trabajo se mostró satisfecho con la decisión del tribunal, y manifestó que así se termina con la “extorsión y el chantaje” del sindicato. La verdad es que el cinismo del señor Lozano no tiene límites, pues ha sido evidente que su tarea central desde el momento en que asumió el cargo de secretario del Trabajo ha sido la de defender al gran capital, sin importar la suerte en este caso de los mil 300 obreros sindicalizados que trabajaban en la mina. Además, recordemos que a este funcionario, antes priísta y hoy ferviente panista, tampoco le importó y podríamos decir que hasta gozó con la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Al parecer se ha echado a cuestas la santa cruzada empeñada en exterminar al sindicalismo, para bien de los empresarios y la ganancia.
Un fallo de esta naturaleza contra el sindicato minero es una decisión histórica, una especie de golpe mortal contra del debilitado sindicalismo del país. Pero además, el desconocimiento de la huelga impedirá que los trabajadores cobren salarios caídos y que la empresa entre nuevamente en funcionamiento sin ellos. La chispa está encendida, los trabajadores mineros han dicho que no van a desalojar la mina y que defenderán su fuente de empleo hasta las últimas consecuencias.
Como una paradoja, en el sexenio del “presidente del empleo” se han dado despidos masivos de trabajadores como nunca antes se había visto, la irritación y el descontento social van en aumento, este (des)gobierno pareciera no conocer la historia y se olvida de que Cananea fue la cuna de la Revolución Mexicana.
Fuente
El Porfiriato marco su fin cuando la irritación social de esa época se hizo presente. Los abusos a que fue sometida la clase trabajadora hicieron que en Cananea, Sonora, se gestara en 1906 la primera huelga laboral de que se tenga memoria en la nación.
Las políticas económicas de Porfirio Díaz favorecieron siempre al gran capital extranjero y la entrada del capitalismo voraz, como en todas las épocas, enriqueció a unos cuantos a costa del empobrecimiento de miles de trabajadores. Ante esta situación, los mineros de Cananea demandaban mejoría en las condiciones de trabajo y el pago de 5 pesos por jornada y que ésta fuera de ocho horas. Como ocurre con todos los regímenes dictatoriales, el de Díaz dio fin a la huelga con una brutal represión tuvo un saldo de 23 muertos, 22 heridos y medio centenar de detenidos que fueron enviados al penal de las Islas Marías.
Hoy Cananea, a más de 100 años, vive la misma injusticia laboral. El pasado jueves 11 de febrero un tribunal declaró terminadas las relaciones laborales del Grupo Minero México con el sindicato minero, y ordenó el desalojo de los obreros que se han mantenido en huelga desde junio de 2007 en demanda de mejores condiciones de seguridad en su trabajo. Y una vez más, el secretario del Trabajo se mostró satisfecho con la decisión del tribunal, y manifestó que así se termina con la “extorsión y el chantaje” del sindicato. La verdad es que el cinismo del señor Lozano no tiene límites, pues ha sido evidente que su tarea central desde el momento en que asumió el cargo de secretario del Trabajo ha sido la de defender al gran capital, sin importar la suerte en este caso de los mil 300 obreros sindicalizados que trabajaban en la mina. Además, recordemos que a este funcionario, antes priísta y hoy ferviente panista, tampoco le importó y podríamos decir que hasta gozó con la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Al parecer se ha echado a cuestas la santa cruzada empeñada en exterminar al sindicalismo, para bien de los empresarios y la ganancia.
Un fallo de esta naturaleza contra el sindicato minero es una decisión histórica, una especie de golpe mortal contra del debilitado sindicalismo del país. Pero además, el desconocimiento de la huelga impedirá que los trabajadores cobren salarios caídos y que la empresa entre nuevamente en funcionamiento sin ellos. La chispa está encendida, los trabajadores mineros han dicho que no van a desalojar la mina y que defenderán su fuente de empleo hasta las últimas consecuencias.
Como una paradoja, en el sexenio del “presidente del empleo” se han dado despidos masivos de trabajadores como nunca antes se había visto, la irritación y el descontento social van en aumento, este (des)gobierno pareciera no conocer la historia y se olvida de que Cananea fue la cuna de la Revolución Mexicana.
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